11 de agosto de 2013

El fin.

Hola de nuevo.

Lo primero de todo es agradecer a las personas que han seguido la historia desde principio a fin, las que nos han acompañado por mitad y las que la descubrirán cuando este ya finalizada.

Sois vosotros quienes me han hecho seguir subiendo día a día un capítulo nuevo, por eso os tenéis que dar a vosotros mismos las gracias y no a mí.


Un placer haber compartido este tiempo con todos vosotros.

3 de agosto de 2013

73. I belive in yesterday.

Antes que nada siento haber tardado tanto en subir el capítulo, a parte de que estaba demasiado ocupada con el verano, no sabía como finalizar la historia. Sí, por ahora este va a ser el último capítulo de esta historia, estoy pensando en hacer una nueva temporada, veré a ver si las ideas vuelven a mi. Aquí os lo dejo espero que comprendáis el hilo de la historia. Gracias por haber seguido día tras día este Blog.

La pequeña Lennon pasaba rápidamente las páginas de aquel viejo libro que tenía entre sus manos. Abrió la boca asombrada y su cara se volvía de un tono rojizo enfurecida.

-¡No hay más! – Exclamó cerrando el libro.

J. Stuart: ¿Qué ocurre Millie? – Preguntó su padre extrañado.

Millie: Ya no hay más páginas escritas en el diario. – Dijo la pequeña - ¡¿Qué más sucedió?!


J. Stuart: ¿A que te refieres? – Le preguntó curioso.

Millie: ¿Qué más ocurrió con la abuela? – Se cruzó de brazos esperando la respuesta de su padre.

J. Stuart: Ya sabes la historia, has leído todo lo que sucedió. – Respondió.

Millie: ¿Pero que pasó con los demás? – Preguntó impaciente - ¿Qué ocurrió con el abuelo John? ¿Y con George? ¿Volvieron a ver a Astrid? ¿Qué más?

J. Stuart: Tranquila Millie. – Le calmó – Ya sabes que John se casó con Yoko y se fueron a vivir a Nueva York, allí tuvieron a Sean. Y sí que volvieron a ver a Astrid.

Millie: Pero la abuela también me contó que John volvió a Liverpool. – Se explicó – Cuando vivíais allí con el abuelo Paul.

John se levantó del sillón y fue a la cocina a por un poco de té.

J. Stuart: Eso es una larga historia Millie. – Dijo sirviéndose más té en la taza.

Millie: ¿Por qué hay páginas arrancadas del diario? – Dijo abriéndolo y observándolo mejor.


J. Stuart: Todos tenemos nuestros secretos. – Explicó – Incluida la abuela.

La pequeña sonrió esperando el comienzo de aquella apasionante historia que su padre le iba a contar sobre el pasado, sobre el ayer. 

26 de junio de 2013

72. And in the end. (Part 2)

Londres; Primavera, Marzo 1969

Este fue una año bastante complicado para todos en general.

John comenzó a alejarse más aún de la banda y a unirse más de lo que ya estaba con Yoko, había días que ni aparecía en los estudios y cuando lo hacía no tenía muy buena cara.

Richard por otro lado era evidente que tenía la cabeza en otro lado, principalmente en Merce que se encontraba embarazada de su primer hijo y en la grabación de un álbum en solitario.

En cambio George, seguía introducido en la meditación transcendental que le fascinaba desde antes de viajar a la India y experimentando en otros campos de la música.

Cada uno tenía sus propios proyectos personales, incluso Paul estaba pensando en sacar un álbum en solitario.

Por lo tanto se aparcaron a un lado las grabaciones de Abbey Road, el último disco de estudio. Las grabaciones comenzaron en 1969.

G. Martin: ¿Entonces todos estáis de acuerdo en la grabación de este nuevo álbum? – Preguntó.

Los chicos asintieron.

G. Martin: ¿John también? – Insistió.

Paul: Sí.

G. Martin: Bueno, pues no hay nada más de que hablar. – Chocó sus manos – Será mejor que comencemos.

Los chicos llevaron a cabo el proyecto durante diversos meses y me encargaron crear la portada para cuando saliera a la venta, ya que pocas fotografías querían que fueran hechas durante las sesiones.

Por mi parte estaba más centrada en la inauguración de la galería, ya estaba todo finalizado, las salas bien acabadas y las fotografías seleccionadas.

Los chicos habían aceptado a la presentación de fotografías inéditas que les había hecho anteriormente.

Me observé en el espejo y me retoqué rápidamente el peinado, me veía realmente bella con aquel vestido que me regaló Paul hace unos días.

Paul: ¿Estás preparada? – Preguntó desde las escaleras.

Tu: Sí. – Asentí echándome perfume – Ya bajo.

Me volví a mirar otra vez más en el espejo y salí al pasillo para bajar los escalones, James sonrió al verme y aquellos mofletes que tanto me gustaban se tiñeron de color rosa.

Paul: Estás realmente preciosa. – Susurró ofreciéndome su mano – Vas a ser el centro de atención.

Me sonrojé tras aquellas palabras y observé alrededor buscando a John.

Paul: John está fuera con Martha. – Me informó – Será mejor que nos marchemos o llegaremos tarde.

Tu: Vamos. – Dije cogiendo su mano.

Salimos fuera y tras convencer a John de que ya era la hora, y que después volvería a jugar con Martha, nos fuimos de camino a la exposición.

El tráfico estaba fluido, por lo tanto no tardamos mucho en llegar al lugar. Al parecer mucha gente había conocido la noticia y cada uno con su invitación estaba expectante por entrar a visitarla.

Bajé junto a Paul y John, pude ver a Jim justo en la entrada charlando con un fotógrafo sobre la apertura de la Galería. Jim me había ayudado en todo momento a darle una nueva imagen a este lugar.

No esperamos mucho más tiempo en abrir las puertas e inaugurar la Galería, puesto que los invitados de honor habían llegado a tiempo.

La gente observaba con interés las fotografías expuestas, disfrutaban y me daban la enhorabuena por lo que había conseguido.

Ringo: ¡Vaya! – Exclamó señalando una fotografía donde salía con Paul – No la recordaba.

Paul: ¿Dónde fue esto? – Preguntó riéndose – No tenía ni idea que nos habías sacado esta fotografía.

George: Que cara de estúpido. – Se carcajeo.

John: Siempre la tuvo. – Comentó con John en brazos.

Dejé que los chicos charlaran tranquilamente y me aproximé junto a Merce y Heidi que observaban las fotografías de paisajes.

Merce: Me encanta esta fotografía. – Dijo señalando una del puerto de Liverpool – Me encantaría pasar más tiempo allí.

Tu: Me apuesto a que Richard también opina lo mismo. – Le comenté.

Merce asintió sonriendo tristemente.

Heidi: A mi me han traído muchos recuerdos las de La India. – Me explicó – Es una exposición realmente magnífica Charlie.

Les agradecí todo el apoyo que me habían estado dando estos últimos meses, ellas eran unas grandes personas y mucho más que amigas.

Caminé con la copa de champán hacía Jim, que me explicó el éxito que habíamos tenido en la apertura, fue una noche memorable. Los chicos estuvieron unidos en todo momentos reían y recordaban momentos de sus vidas, el pequeño John estaba feliz por estar junto a su padre y no se separó en ningún momento.

Aunque también echaba en falta que ni mi madre, ni Astrid, ni Klaus hubieran podido venir a la inauguración.

John: Charlie. – Dijo detrás de mi - ¿Puedo hablar contigo un momento?

Me sorprendió al ver que se encontraba solo, sin Yoko a su lado, ya que no se separaban el uno del otro en ninguna ocasión.

Tu: Claro. – Dije siguiéndole a una zona más apartada.

Sentí como los ojos de Paul seguían cada uno de nuestros pasos, para después continuar charlando con Jim.

John: Verás, me gustaría llevarme este fin de semana a John. – Me explicó tranquilamente – Querría pasar algo de tiempo con él.

Tu: ¿Contigo y con Yoko? – Le pregunté con curiosidad.

John: Por supuesto. – Asintió.

Me quedé pensativa por un instante, John era el padre de nuestro hijo, pero no sabía si el pequeño estaría a gusto pasando tiempo con Yoko.

John: ¿Ocurre algo? – Dijo de brazos cruzados.

Tu: No nada. – Murmuré - ¿Yoko está de acuerdo?

John: ¡Oh, Charlie! – Exclamó desesperado - ¿Crees que se opondría a que pasara tiempo con mi hijo?

Tu: No lo digo por eso, simplemente quería asegurarme. – Susurré y le hice un gesto para que bajara la voz.

John: Está de acuerdo. – Murmuró con enfado – Y John también lo está.

Tu: Está bien. – Dije dubitativa – Puedes venir a por John mañana por la mañana.

John: De acuerdo. – Asintió – El domingo por la noche le llevaré de vuelta a casa.

Acabada la conversación me aproximé a Paul, que charlaba entretenidamente con Heidi y Jim.

Paul: ¿Qué sucede? – Preguntó interesado.

Tu: Quiere llevarse a John a pasar el fin de semana con él y con Yoko. – Le expliqué.

Paul: ¿Has aceptado? – Volvió a insistir.

Tu: Sí. – Asentí – En cualquier caso es su padre.

James asintió, y continuó la conversación sobre la cantidad de personas que habían venido a visitar la galería.

Poco a poco el tiempo iba pasando y las personas se iban yendo, el pequeño John estaba medio dormido sentado en el sofá de la entrada, y simplemente acabamos quedando nosotros y los invitados de honor.

John: Ahora que estáis todos, quería informaros de que no podré ir unos días al estudio. – Explicó.

Paul: ¿Por qué? – Preguntó interesado.


John: Yoko y yo vamos a casarnos. – Explicó.