Y AQUÍ LLEGA UN CAPÍTULO NUEVO DE RECUERDOS. ESPERO QUE OS GUSTA Y MUCHISIMAS GRACIAS POR LAS VISITAS Y POR LOS COMENTARIOS.
London; Primavera, Mayo 1977
Llegué a casa cansada,
después de haberme pasado toda la mañana en la galería, revisando mi exposición
fotográfica.
Supuse que mi marido
ya se encontraba allí y que mis hijos acabarían de regresar de colegio.
Abrí la puerta y nada
más entrar al jardín aquel precioso perro se aproximó para que le acariciase.
Tu: Ya he regresado. –
Informé nada más entrar por la puerta.
Por allí aparecieron
dos tiernos niños corriendo para ver quien llegaba antes debajo de las
escaleras.
John: Hola mamá. –
Exclamó el niño de once años.
Tu: Hola cielo. – Besé
su mejilla - ¿Qué tal el colegio?
John: Hoy nos llevaron
a ver una obra de teatro. – Me explicó.
Tu: Que interesante. –
Sonreí – Después me lo explicas en la cena.
Dejé que se marchara a
seguir haciendo los deberes y cogí en brazos a la pequeña Louise, que me quería
enseñar un dibujo que había hecho en la escuela.
Louise: Es una casa. –
Me explicó – Estos son papá, mamá, John y yo.
Tu: Es precioso. – Le
expliqué - ¿Se lo enseñaste a papá?
Louise: Si. – Asintió
– Me dijo que lo pondríamos en el mural.
Tu: Pues entonces
déjalo encima de la mesa, y luego lo colgamos. – Sonreí.
La pequeña asintió y
marchó como su hermano escaleras arriba. Colgué el abrigo en el perchero, pero
antes de ir a buscar a mi marido, él ya me había encontrado a mi.
- Buenas tardes
mi amor. – Murmuró besando mis labios - ¿Cómo te fue el día?
Tu: Agotador. –
Susurré - ¿Y a ti?
- Escribí algo.
– Asintió – Me gustaría hablar contigo.
Tras decirme eso, pasé
junto a él al salón y ambos nos acomodamos en el sofá.
- Verás he
estado pensado. – Me explicó con seriedad – Sobre lo que me propusiste de ir a
vivir una temporada a Liverpool. Y creo que sería una gran idea. – Sonrió –
John estará encantado, porque adora Liverpool y Louise tampoco creo que se
oponga, después de haber escuchado hablar tan bien a su hermano de ese lugar.
Tu: ¿Estás seguro? –
Le pregunté.
- Por supuesto.
– Asintió – Creo que a mi también me vendría bien desconectar de Londres, por
algún tiempo. – Asimiló – Y Liverpool me ayudaría a acabar de componer algunas
canciones.
Le abracé sin decir
nada, él sabía como dentro de mi echaba de menos Liverpool y estaría encantada
de regresar.
- ¿Qué te
parece si esta noche se lo decimos a los niños? – Preguntó.
Tu: Me parece
perfecto. – Asentí feliz.
Noté como besaba
lentamente mis labios, cada beso suyo era como el primero que nos dimos,
escuché unos pequeños paso detrás nuestro y nos separamos lentamente, para ver
como Louise observaba atenta aquel momento.
Mi marido rió y vino para que la cogiese en brazos.
Louise: ¿Podemos ir a
pegar mi dibujo? – Preguntó feliz la pequeña del pelo castaño claro.
Tu: Por supuesto. –
Asentí cogiéndole el dibujo.
Louise: He encontrado
un bonito lugar. – Se levantó de las piernas de su padre y comenzó a caminar
hacía allí – Aquí me gusta.
Señaló el pequeño
mural que habíamos creado en el despacho de la casa, y con una chincheta lo
pusimos en el hueco que ella dijo.
- Subiré a ver
como va John con los deberes. – Me explicó y marchó al piso de arriba.
Louise: ¿Mañana iremos
al zoo? – Preguntó feliz.
Tu: Si cielo. – Asentí
– Mañana sábado iremos los cuatro al zoo. – Le recordé.
Louise: Tengo muchas
ganas de ir. – Asintió feliz.
Subí al piso de arriba
junto con Louise y entramos en la habitación de John, donde mi marido le estaba
ayudando a hacer unos deberes.
-No, mira
John. – Le explicó – Multiplicas ese número por ese, y lo que te de lo sumas a
ese otro.
John: Es verdad. –
Asintió – Creo que ya lo entiendo.
- Cada vez
ponen problemas más complicados a menor edad. – Me susurró y reí.
La pequeña Louise marchó
con su padre a la bañera, que el agua ya estaba preparada. Mientras tanto me
quedé con John, que se había llevado una enorme desilusión y quería saber como
se sentía.
John: ¿Por qué no
puedo ir este fin de semana con papá? – Preguntó mirándome con desilusión.
Tu: Este fin de semana
papá no puede. – Le expliqué – Tiene unas cosas importantes que hacer. Pero me
prometió que pronto os veríais, que tiene muchas ganas de verte.
John: Siempre dice lo
mismo. – Susurró.
El corazón se me
rompía cuando tenía que ver a mi hijo desilusionado de esa forma, unas manos
rodearon mi cintura.
- ¿Qué ocurre?
– Me preguntó.
Tu: John se siente
triste. – Le expliqué.
Tras besar mi cabeza,
se arrodillo al lado de John y le comenzó a explicar lo bien que nos lo íbamos
a pasar este fin de semana.
-¿Te acuerdas
que os prometí que iríamos al zoológico? – Le preguntó y John asintió – Pues
mañana nada más levantarnos iremos y después comeremos allí.
John: ¿En el zoo? –
Preguntó impresionado.
-Claro. –
Asintió – Veremos todo tipo de animales, cocodrilos, leones, tigres…
Louise: ¡Delfines! –
Exclamó una pequeña vez desde su habitación.
- Claro que si.
– Afirmó.
Pasé el resto de tarde
ayudando a John con los deberes, mientras mi marido bañaba a nuestra hija.
Fue un día largo, pero
adoraba llegar a casa para compartir mi vida con aquellas personas, que siempre
me la alegraban.
Por lo que puedo leer es... JOHN Y CHARLIE NO SE VAN A CASAR! NO VAN A ESTAR JUNTOS! :O jfophjdsvohfoivnhsfvkhpodfuv no! NO! NO! TIENEN QUE ESTAR JUNTOS! TIENEN QUE SER FELICES JUNTOS! :'(
ResponderEliminarMe encantó el capítulo, como todos Lara, sabes que escribes genial :)
Sube pronto!
Muchisisisisismos besos y abrazos :3
acabará con Paul ¿a que si? oooh me encanta *-* me encanta la pareja que haceeeen *_* es que creo que a JOhn no le pega Charlie, le pega alguien ás compleja :)
ResponderEliminarSigue escribiendo pleaaaseee :D
pDT: Lo siento por no comentar antes, no he estado atenta al internet u__u