30 de agosto de 2012

28. Promotion of the band.


Northampton; Otoño, Noviembre1963.

Dos días después del famoso Royal Variety Show, donde mi querido John dijo aquella frase tan famosa 
Los de las localidades baratas dad palmas. El resto tan solo sacudid las joyas’.

Nos encontrábamos el 6 de Noviembre en Northampton donde iban a dar un concierto en los ABC Cinema.

Paul: Prefiero comenzar con I saw her standing there. – Comentó a los demás – Y luego pasamos a From me to you. ¿Tú que opinas John?

John apartó su vista de mi y la centro en Paul, que esperaba una respuesta.


John: Que eres un aguafiestas. – Se acercó a él y le dedicó una colleja.

Paul: ¡John! – Gritó doliéndose por el golpe – No me había fijado que estabas con ella.

George: Chicos, quieren parar de pelearse. – Continuaba afinando su guitarra.

John: Oh, había olvidado que ahora el pequeño Harold nos daba órdenes. – Mostro una sonrisa burlona.

George: ¿Qué pasa contigo Winston? – Preguntó sonriente.

John se alzó del sofá y mostro su puño, con el cuál George soltó una carcajada, como siempre que se ponía así John.

Paul: ¿Dónde está Ringo? – Miró hacía los lados.

Tu: Dijo que iría al aseo. – Expliqué mientras cambiaba el carrete de la cámara.

John: No pensaba que aguantara tanto. – Comentó arqueando las cejas.

Merce: Eres desagradable John. – Murmuró.

John: ¡Oh! – Soltó al verla entrar. - Pensé que estarías con él.

Tu: John, sabes perfectamente que no se dirigen la palabra. – Le recordé.

Lennon centró su mirada en mí, y parpadeó rápidamente, a la vez que yo negué con la cabeza. Brian entró junto con Ringo y las risas de John comenzaron a estallar.

A saber lo que se le pasaba por la cabeza a este chico…

John: Cuánto habéis tardado. ¿No? – Arqueó las cejas, haciéndonos pensar a todos los presentes lo mismo.

Merce cogió su cuaderno y comenzó a entrevistar a Paul para una revista que le habían encargado el artículo. Al parecer se había convertido en el nuevo rompecorazones del país junto con los demás de Liverpool.

Merce: ¿Cómo te definirías en dos palabras? – Preguntó.

Paul: Caballeroso y gentil. – Respondió sonriente.

Merce: Vale, - Apuntó sus palabras en la libreta – Ahora una pregunta que todas las chicas del país quieren saber. ¿Tienes alguna relación seria con alguna chica?

Paul: Oh. – Se rio – No, en estos momentos estoy suficientemente centrado en este proyecto y no tengo tiempo para relaciones serias.

George: Eso no es lo mismo que le dice a las chicas con las que se acuesta. – Sonrió.

El camerino comenzó a estallar en risas, bajo la atenta y fría mirada de Paul.

Brian: ¡Oh! Por favor, querida no escribas eso en la entrevista. – Dijo educadamente ya que Merce era de entera confianza.

Merce: Tranquilo Brian. – Dijo negando con la cabeza – No saldrá de aquí.

George: ¿Cuánto tiempo creéis que podrá sostenerse esta mentira? – Preguntó en voz alta. – Me he fijado como observan las fans a Charlotte, o como cuchichean cuando ven a Merce hablando con Brian. Se va a derrumbar cuanto antes la mentira.

Merce: Yo no tengo ninguna relación con alguno de vosotros. – Explicó  mientras seguía haciendo la entrevista a Paul.

Paul: Las chicas tendrán que reconocer en algún momento, que no vamos a estar siempre solteros. – Comentó.

Brian: Se alargará todo lo que se pueda. – Informó – Las cosas a su tiempo, finalmente se sabrá, pero no tenemos porque decirlo.

John: Me preocupa que las fans vayan contra ellas. – Se colocó las gafas.

Ringo: Ten por seguro que irán. – Fue la primera vez que habló – Aún recuerdo los sucesos en The Cavern, cuando venía la novia de Paul por aquel entonces a vernos.

Paul: Se tenía que salir antes de acabar la actuación, para no ser pisoteada o insultada por las demás chicas. – Recordó – Así que imaginar ahora.

Brian: Eso es lo que quiero que entendáis, ese es uno de los motivos, que mejor que las fans no sepan vuestras relaciones amorosas. – Daba vueltas por el camerino – Y sería incluso más cruel, sabiendo que Charlotte es la jefa de fotografía del grupo y que está con usted casi las 24 horas.

Los chicos suspiraron después de aquella intensa charla, que ya habíamos tenido más de una vez, y cada uno siguió con sus cosas.

John: Bella señorita. – Susurró a pocos centímetros de mi - ¿Tendría el placer de acompañarme esta noche a cenar?

Tu: ¿A cenar? – Pregunté.

John: Exacto. – Asintió – Imagínese, un picnik a la luz de la luna, en una zona tranquila de Becket’s park, romántico y relajado.

Tu: Suena maravilloso. – Sonreí – Pero recuerda todas las veces que hemos querido hacer una cena tranquila y romántica.

John se quedó pensativo, y negó con la cabeza. Todas aquellas veces nos habíamos encontrado alguna fan que con sus gritos había atraído más fans y finalmente la cena tranquila y romántica había sido un fracaso.

John: Déjame intentarlo. – Susurró – Buscaré el sitio más desierto que haya y allí prepararé la cena.

Brian: Chicos basta de cháchara. – Chocó sus manos – Dentro de cinco minutos salís, y os quiero ver preparados. ¡Venga Richard! ¿Qué te sucede? Pareces apagado.

Paul: La vela del amor se le apagó. – Se encogió de hombros.

Brian: Y la tuya nunca se apaga ¿No? – Dijo suspirando.

George: Con medio Inglaterra que va detrás del galán McCartney, aún tiene para rato. – Rio.

John: No solo van detrás de McCartney. – Guiñó un ojo.

Tu: ¿Te interesa mucho que vaya detrás de ti Winston? – Pregunté arqueando las cejas.

George: Uh, Johnny. – Soltó una carcajada – Te metiste en un buen aprieto.

John: Por supuesto que no señorita Sutcliffe. – Negó con la cabeza – La señorita que me interesa esta delante de mí en estos momentos.

No pude evitar sacar una sonrisa y esperar ese pequeño beso que llegó de sus labios.

George: Que romántico. – Se burló – John siempre tiene una frase para arreglarlo.

Paul: John se irá un día de la boca demasiado. – Cogió su bajo.

Brian: Venga chicos. – Informó – Tenemos que salir al escenario. ¡Vamos John! Ya tendrás tiempo para besos y caricias más tarde.

John se separó a regañadientes, y le hizo un corte de mangas a su mánager para variar.

Brian: Acabarás agotando mi paciencia. – Dijo empujándole fuera del camerino – Si aún me queda algo de ella.

Salieron al escenario vitoreados, al igual que se marcharon de él. The Beatles cada vez se iba extendiendo a lo largo del país, poco a poco adolescentes, niños y mayores les reconocían, conocían sus nombres e iban cantando sus canciones.
Eso proporcionaba aumento de trabajo, nuevas entrevistas, nuevos conciertos, nuevas invitaciones a programas televisivos, menos tiempo para disfrutar de su vida con las personas queridas.


Meses más tarde.

El tiempo iba pasando rápidamente, era un no parar y mi cámara me acompañaba junto a ellos a todas partes. El frío hacía mella en Inglaterra, y por fin era hora de viajar un par de días a casa.

Brian: Recordad que solo serán unos pocos días. – Repitió otra vez – Nos reuniremos el día 2 de Enero en los Estudios.

George: No seas cargante Brian. – Dijo con cansancio.

John: ¿Nos podemos marchar ya? – Preguntó, aunque antes de la respuesta ya se dirigía hacía el taxi.

Brian: Bueno, que tengáis unas felices vacaciones. – Sonrió.

Me despedí de él con un pequeño beso en la mejilla, y le deseé unas felices navidad junto a su familia en Manchester.

Paul: Feliz navidad Brian. – Le deseó.

Marché junto a Paul al taxi, mientras que Richard y George le estrechaban la mano.

Paul: Por fin a casa. – Suspiró – Echaba de menos Liverpool, tengo ganas de llegar a Forthlin Road.

Sonrió y le devolví la sonrisa, mientras abría la puerta del taxi amablemente para dejarme entrar.

Tu: Yo tengo ganas de ver a mis padres y amigos. – Sonreí – Y de probar el pastel de arándanos de mi madre.

Paul: ¿Nos invitaras alguna tarde a probarlo? – Preguntó sonriente.

John: McCartney no seas gorrón. – Negó con la cabeza.

Paul: Si tu fuiste el primero en recordarlo anoche. – Susurró.

John sacó su lengua como gesto de burla y se juntó más a mi, para que pudiese entrar Ringo.

John: Engordaste. – Miró a Richard.

Ringo: ¿Y tú no? – Preguntó.

John: Sigo tan perfecto como siempre. – Tocó su pelo.

Las últimas semanas Richard estaba insoportable, saltaba con cualquier cosa y se enfadaba en casi la mayoría de conciertos, porque según él había sido un gran desastre por su parte.

El silencio que se formaba al estar junto a Merce en alguna habitación era frívolo, él observaba cada uno de los pasos que ella hacía y ella se dedicaba a no atender los movimientos de él.

George: Tengo ansias de llegar. – Suspiró recostándose en el asiento.

Habíamos cogido el viaje nocturno del tren, pensando que sería más tranquilo, pero nada más llegar a la puerta de la estación con el taxi, había gente en multitud agolpándose en el coche.

Paul: ¡Oh, Dios mío! – Gritó mientras salía sonriente.

Habían como unos doce policías intentando controlar a las masas, para que no se pudieran acercar a ellos ni al coche.

John: Pasa delante de mi. – Susurró antes de salir – Sigue a Paul.

Le hice caso y seguí a Paul el cual casi había entrado por la puerta de la estación, los gritos, mayoritariamente femeninos, iban dedicados hacía lo increíbles que eran y lo felices que les hacían. Aunque pude escuchar alguno que otro referido a la relación que se pensaban que tenía con alguno.

Entré detrás de Paul y esperamos a que los otros tres integrantes del grupo pasaran la puerta para poder cerrarla. John se rascó la cabeza y frunció el ceño, al parecer él también escuchado lo mismo que yo.

John: ¿Acaban de referirse a ti como la novia de McCartney? – Preguntó acariciando mi pelo.

George: Ya sabes John, -Dijo sin darle importancia – La prensa hay veces que ya no sabe que inventar.

Sin darle importancia nos dirigimos hacía el andén, donde habían diversas personas más calmadas al verlos, esperando el mismo tren que nosotros.

-          Disculpen. – Dijo un hombre vestido con traje y corbata - ¿Me podría firmar un autógrafo? Mi hija es fan incondicional de ustedes.

Educadamente John recogió el papel que le había entregado y firmó, pasándoselo a los demás tras haber finalizado.

-          Muchísimas gracias.

Paul: No las tiene porque dar. – Respondió sonriente.

El tren no tardó en llegar y tras subir junto a Ringo las maletas, subimos para buscar nuestro vagón y nuestro compartimiento.

George: Algo de serenidad. – Se sentó a gusto en el asiento.

Paul: John, ¿Qué sabe tía Mimi? – Preguntó con curiosidad. - ¿Sabe lo vuestro?

John: ¿Tú que piensas Paul? – Paul se encogió de hombros – A esa mujer no se le puede ocultar nada. La última vez que fuimos para tu cumpleaños, ya me hizo algunas preguntas.  Las cuales negué, pero por teléfono te sonsaca cualquier cosa.

George: ¿Se lo puedes ocultar a todo el mundo, y a tu tía no? – Dijo con extrañez.

Paul: Como se nota que no conoces a la tía Mimi. – Rio – Es lista como nadie. Te penetra con su mirada en tus ojos, y no deja que le mientas.

John: No exageres Paul. – Se encogió de hombros – Yo he vivido con ella muchos años y tampoco es para tanto. Aunque a veces era pedante.

Ringo: ¿Y que hay de tus padres, Charlotte? – Preguntó - ¿Saben lo vuestro?

Negué con la cabeza, no sabría como se tomarían que el mejor amigo de mi hermano, tres años mayor que yo estuviera con su hija.

John: No. – Negó con la cabeza – Me gustaría hacer las cosas bien.

Tu: Es algo complicado. – Expliqué.

George: Es la hermana de Stuart. – Susurró como con miedo a lo que iba a decir.

John: ¿Te crees que no lo he pensado mil veces? – Preguntó con los brazos cruzados - ¿Te crees que no sé como se lo tomaría él si estuviese aquí? Por eso es complicado. Porque conocía a Stuart y se que me hubiera partido la boca. Y su padre también me partirá la boca.

Tu: No, exageres John. – Expliqué.

Paul: No tienen por qué. – Se encogió de hombros mientras fumaba su cigarrillo. – Es su hija, si su hija es feliz contigo deberían aceptarlo.

John: No conoces a Charles. – Negó con la cabeza.

Tu: John, no es para tanto. – Me encogí de hombros.

George: ¿John Winston Lennon, con temor por conocer al padre de su novia? – Rio.

John se levantó enseñándole el puño a George, mientras que Paul se ponía por medio y conseguía que se sentase.

Entre risas, bromas y pequeñas peleas se iba haciendo más y más de noche. Trajeron unas mantas y unos pequeños cojines con los cuales nos pudimos acomodar para descansar.

John: ¿Tienes frío? – Susurró. – Estás helada.

Tu: Un poco. – Murmuré.

George: Si está helada, ¿Para que le preguntas si tiene frío? – Richard soltó una carcajada.

John: Conseguirás un regalo anticipado de Navidad, de parte de mi puño Harold. – Murmuró.

Paul: ¿Este año nos haremos regalos? – Dijo emocionado.

Sonreí y me acomodé bajo el hombro de John y junto a su abrigo y la manta. Poco a poco los cinco íbamos cerrando los ojos, pero siempre se escuchaba un pequeño murmullo prominente de una conversación.

John: ¿Supiste algo más de Michelle? – Susurró mientras hablaba con Paul.

Paul: Poco más. – Se encogió de hombros. – Creo que regreso a Leeds, desde entonces no supe nada más de ella.

John: ¿Te gusto de verdad? – Preguntó.

George: ¿A Paul? – Preguntó entrando en la conversación.

Paul: ¿Pero tu no estabas durmiendo? – Susurró.

George: Es que son interesantes vuestras conversaciones. – Rio.

John: Sh. – Advirtió – Charlie está durmiendo, no la despiertes.

Ringo: Y eso es lo que intento yo. – Dijo con cansancio – Así que si hacéis el favor de callaros, lo podré conseguir.

John: Si ahora íbamos comenzar a hablar sobre Merce. – Explicó – Creo que te interesará esta conversación.

Ringo: Que gracioso Johnny. – Murmuró.

El silencio inundó el compartimento, pero poco tardo en ser roto por la misma persona.

John: ¿Cuánto crees que falta para llegar Paul? – Preguntó a su amigo que al parecer también estaba despierto.

Paul: No creo que más de dos horas. – Informó.

Ringo: Que dos horas más duraderas me proporcionaréis. – Susurró.

John: Bueno como te comentaba sobre Merce… - Comenzó a decir debido al comentario de Richard – creo que a nuestro Richard no le habla.

Ringo: Y tu te pasaste ya de hablar John. – Gritó serio.

Me removí apoyada en el hombro de John el cual,  hizo un gesto para que no chillara a Ringo.

Paul: Richard sabes que tarde o temprano las cosas se van a solucionar. – Le calmó.

Poco a poco entre susurros el sueño iba invadiendo mi mente y después todo mi cuerpo. El cansancio se había adueñado de mi, mostrándome un nuevo mundo de tranquilidad y relajación.

4 comentarios:

  1. De verdad, Ringo tiene un genio.... Jajaja ojalá se mejore todo entre él y Merce *-*
    Me encanto el capítulo y además ahora la gente se pensara que Charlotte esta con Paul. Menudo lío se va a montar... Jajaja
    Espero que puedas subir pronto. Saludos y abrazos :)

    ResponderEliminar
  2. Estoy de acuerdo con Leyre, ojalá se mejore todo entre Ringo y yo!!!! JJAJAJJAJJAJAJAJjAJAAJAJ (soy una egoísta :P)
    Que romántico John intentando hacer una cena a escondidas para él y Charlotte :3 y a Paul le gusta Michelle, seguro que sí!!!! jajajajajajajajajaa. John le tiene miedo al padre de su novia... una faceta no conocida de Winston jajajaja. Y también estoy de acuerdo con Leyre en que si la gente cree que Charlotte y Paul están juntooos.... uuuuuuh, ahí va a haber un lío tremendo!!!
    Bueno, sube pronto Laraaaa, sabes que adoro como escribes y adoro tu fic *-*
    Muchos besos y abrazos :3

    ResponderEliminar
  3. El genio de tringo *-* amoooooooor por aquí respiro amooorr
    El mio con los beatles ;)
    Jjajaj bueno estoy en otro ordenador entonces te tengo que dejar pronto me encanto el capitulo :)
    Adioooos ^^

    ResponderEliminar
  4. Me gustó mucho este capitulo! Ojalá no pase nada con eso de que las chicas piensen que Charlie y Paul... Quiero una reconciliación de Merce y Ringo, si es que se puede llamar así. John es hermoso, es perfecto, lo amo ♥ Sube pronto, un beso

    ResponderEliminar