26 de marzo de 2012

13. The Tour.

Londres; Primavera, Mayo 1963

Nos situábamos en sábado, 18 de Mayo. Hoy comenzaba la tercera gira nacional que compartiría con ellos, esta gira estaba prevista que finalizara el 9 del mes próximo.

Estábamos de camino hacía Slough donde tocarían en el Adelphi junto con Roy Orbinson y demás.

Brian: Cuando paremos, abran rápidamente las puertas y entren corriendo. ¿Entendido? – Les informó.

Los cuatro chicos asintieron y se prepararon para salir corriendo nada más parar el coche. Paul nos dedicó una sonrisa y salió disparado seguido de George, Ringo y John que hizo una de sus muecas.

Brian salió detrás de ellos, en cambió yo me quedé dentro junto a Merce. La miré y suspiró con una pequeña y dulce sonrisa de las que ella siempre tenía para cualquier persona.

Merce nos estaba acompañando últimamente en estas giras, era una conocida de Brian en la cuál depositaba mucha confianza. Había finalizado no hace mucho la carrera de periodismo y Brian le ofreció la oportunidad de redactar algunas entrevistas del grupo para poder enviarlas al periódico en el que trabajaba.

El coche había aparcado en el mejor sitio que pudo para que pudiésemos bajar y entrar por la parte de atrás de los cines.

Merce: ¿Siempre será así? – Preguntó intentando adentrarse entre la gran cantidad de personas.

Tu: Será mejor que te vayas acostumbrando – Le respondí sonriendo.

Los jefes de seguridad que protegían la entrada a los camerinos nos dieron paso y al fin encontramos algo de tranquilidad. Aunque el camerino se encontraba realmente lleno.

Brian: Me estaba comenzado a preocupar – Dijo cerrando la puerta a nuestras espaldas - ¿Dónde os encontrabais?

Tu: Nos ha sido imposible llegar antes – Le informé – En cada gira hay más personas.

John: Es de reconocer, que todas desean contemplar mi belleza – Se miró al espejo y sonrió.

Agaché la mirada e intenté disimular un suspiró cambiando de tema de conversación.

Tu: Merce ¿Tenías prevista alguna entrevista? – Le pregunté con curiosidad.

La chica de ojos castaños con tonos verdosos, los centró en los míos y sin quitar la sonrisa asintió, pasando de mirar mis ojos, a mirar los azules del de Liverpool.

Merce: Eh... – Dijo sin saber como comenzar – Bueno, me gustaría hacer una pequeña serie de preguntas al señor Starkey. Bueno, claro esta si a usted no le importa.

Ringo: ¡Oh, no! – Dijo sonriendo – Por supuesto que no me importa.

Paul: Tú siempre tan servicial. – Se levantó del asiento y golpeó la espalda de su compañero - ¿Cuándo es nuestro turno?

Brian: Aún queda, chicos. – Miró su reloj – Tranquilidad.

John: Necesito un cigarrillo. – Susurró pasando por mi lado - ¿Tienes un cigarrillo?

George miró de reojo a John, el cuál le susurraba en la oreja, y este asintió metiendo la mano en el bolsillo de sus pantalones negros.

John: Te lo devolveré – Susurró - ¡Ahora regreso!

Brian: ¡John! – Dijo observando como salía - ¿Dónde vas?

John: ¡Al aseo! – Chilló cerrando la puerta.

Brian negó con la cabeza y comenzó a dar vueltas por el camerino, mientras los demás se entretenían con cualquier cosa. Paul se distraía observando alguna de las revistas y periódicos que se encontraban allí, Ringo respondía sonriente las preguntas que tímidamente le hacía Merce y mientras tanto George tocaba las cuerdas de su guitarra eléctrica.

Merce: Entonces ¿Echas de menos Liverpool? – Preguntó con la grabadora en la mano.

Ringo: Por supuesto – Dijo asintiendo – Siempre se echa en falta el lugar de donde eres y más cuando allí tienes a tus familiares y amigos.

Merce: Señor Starkey…

Ringo: Oh, por favor. – Cortó su pregunta – Llámeme Ringo si usted lo desea.

Las mejillas de Merce obtuvieron unos tonos rosados, de los cuales Richard se percató y no dudó en soltar una limpia carcajada, que hizo ruborizarse aún más a Merce.

Brian: Charlotte. – Llamó acercándose a mi - ¿Te importaría ir a avisar a John? Solamente quedan diez minutos para el ensayo y debería de estar aquí.

Asentí sin responder una simple palabra, y bajo la mirada interesada de una persona del camerino salí de él.
Suspiré, este largo pasillo que me conducía hacía donde se encontraba Lennon, me hizo recordar aquella noche…

FLASHBACK

Me encontraba en la azotea de los EMI Studios, frente a un John Lennon ebrio que estaba a punto de descubrirme el nombre de aquella persona en la que pensaba al componer. El corazón me había desvelado un nuevo sentimiento que nunca hubiera supuesto que lo sentiría hacía él.

John: La verdad es que pienso en… - Comenzó a decir seriamente.

Tu: ¿En? – Susurré con ansias.

John: En… - Comenzó a entornar lentamente los ojos, dejando caer los párpados.

Tu: ¿En quién, John? – Murmuré - ¡John!

Me acerqué corriendo antes de que el cuerpo de John cayese estrepitosamente contra el suelo y lo sostuve como pude entre mis brazos, para dejarlo lentamente en el suelo.

Tu: John… - Susurré negando con la cabeza.

Me senté a su lado apoyando la cabeza en una de las paredes de la azotea para después contemplar ese rostro tranquilo y dormido que se encontraba al lado mío.

Tu: ¿Quién es, John? – Murmuré sabiendo que no obtendría una respuesta.

FIN FLASHBACK

Llegué enfrente de los baños, donde supuestamente se encontraba John fumándose un cigarrillo.

Tu: ¡John! – Chillé golpeando la puerta.

John: ¿Si? – Preguntó desde la otra parte.

Tu: Tenéis el ensayo dentro de diez minutos – Le informé – Y Brian desea que vayas al camerino.

John: Ese pesado de Manchester – Murmuró, aunque se pudo escuchar a través de la puerta.

El picaporte giró dejándome ver a John con un traje negro, con camisa blanca y una corbata bien puesta negra al igual que el traje.

John: ¿Vamos? Bella damisela – Preguntó sonriendo ampliamente.

Asentí y nos dirigimos hacía el camerino, donde ya estaban listos para dirigirse hacía el escenario para hacer el ensaño.

Paul: ¿Dónde te habías metido? – Preguntó con curiosidad.

John: Intentaba huir de este infierno – Miró fijamente a Brian.

Brian: Deja de decir groserías John, y prepárate que nos vamos hacía el escenario – Observó que todo estuviese en orden - ¡Chicos!

Ringo: Espere.

Brian: ¡Vamos chicos! – Volvió a avisarles.

George acabó de peinar a Ringo, que se levantó de la silla y recogió sus baquetas del suelo.
Salieron seguidos de los demás y caminamos hacía el escenario donde ya estaban colocados los instrumentos.

- ¿Preparados? – Preguntó uno de los técnicos de sonido.

Paul: ¡Listos!

Se miraron entre los cuatro y comenzaron a hacer sonar las guitarras, el bajo y la batería al ritmo de Love me do.

Brian: Charlotte – Me susurró - ¿Podrías sacar un par de fotografías?

Asentí y me puse enfrente del escenario, ya que estaba aún vacía y la gente no había entrado.
No pude evitar quedarme observando a aquellos cuatro chicos de la ciudad de Liverpool y darme cuenta de lo que poco a poco estaban llegando a adquirir por ellos mismos. 
Centré mis ojos en aquel dulce y encantador rostro que a cientos de chicas traía locas y me di cuenta de que a mi ya me había abierto nuevos sentimientos.

20 de marzo de 2012

12. Second Part: Hidden Feelings.

Londres; Primavera, Abril 1963


Todos disfrutábamos de esta nueva experiencia para nosotros, una fiesta que había dado George Martin en los estudios. ¿Todos? Excepto Paul que se le veía serio y cordial.

Tu: Paul. – Me puse a su lado.

Paul: ¿Eh? – Dijo girándose hacía mi – Ah, dime Charlotte.

Tu: ¿Qué te ocurre Paul? – Pregunté con preocupación.

Me di cuenta como los demás marchaban por ahí a divertirse un rato.

Paul: ¿A mi? – Preguntó señalándose – No me sucede nada.

Intentó poner una típica de sus sonrisas pero realmente no le salió del todo bien, por lo que noté que no era una de sus mejores noches.

Tu: James, te conozco lo suficiente para saber que no es una de tus mejores noches – Le expliqué – Y hoy tampoco ha sido uno de tus mejores días.

Paul se llevó la mano al pelo, que se lo colocó, asintió dejándome segura de que estaba en lo cierto.

Paul: Realmente tienes razón. – Dijo asintiendo – Hoy no ha sido uno de mis mejores días.

Miré a mi alrededor y me encontré a decenas de personas intentando entrevistar a algún Beatle que pasaba por la zona.

Tu: ¿Te apetecería contármelo? – Le pregunté.

Paul resopló y se llevó las manos a la cara, me estaba preocupando demasiado.

Paul: Me apetecería contártelo. – Dijo asintiendo – Pero por favor aquí no. Ven conmigo.

Cogió mi mano y subimos rápidamente los escalones de la escalera de madera, subimos  un piso y otro, hasta llegar a la azotea de los estudios.
El aire chocaba contra mis brazos desnudos y mis piernas y hacía que empezara a tener frío, nada más salir.

Paul: Ten. – Se quitó la chaqueta y me la puso por los hombros – No quiero que te enfríes.

Tu: Gracias – Susurré.

Le dediqué una sonrisa, con la cuál pude sacarle una a él,  que me hizo sentir feliz. Le seguí hacía donde él caminaba, pero se paró en mitad de la azotea.

Tu: ¿Qué te sucede Paul? – Le pregunté al ver que se había parado.

Paul se encontraba en mitad sin decir nada, sin gesticular palabra ni mover ninguna parte de su cuerpo, simplemente alzó el brazo para dar una calada al cigarro.

Paul: Realmente no sé lo que me sucede. – Se giró lentamente hacía mi – Simplemente sé que… - Pero se paró en mitad de la frase - ¿Te ha sucedido alguna vez el querer expresar tus sentimientos y no poder?

Me quedé pensativa, pensando la respuesta a esa pregunta que me acababa de hacer.

Tu: Si. – Asentí.

Paul: Pues eso realmente es lo que me sucede – Dijo acortando distancia hacía mi – No puedo expresar lo que siento, no puedo dejar que eso salga fuera de mi.

Tu: ¿Por qué? – Pregunté casi en un susurro.

Paul: Por… - Hizo una pausa - ¡John!

Me giré y pude ver como la puerta se estaba abriendo y dejaba salir a John afuera con nosotros en la azotea.

John: ¡Hey! – Chilló con una cerveza en la mano - ¿Qué ocurre chicos? ¿Qué hacíais?

Me giré y miré como Paul se llevaba las manos a la cara suspirando a la vez.

Paul: Nada John. – Dijo cogiéndole una cerveza que le ofrecía – Alejarnos de los periodistas.

John: Asquerosos cerdos. – Murmuró.

Tu: Te recuerdo que yo lo soy – Dije lentamente – En parte.

John: ¡Ah! – Chilló – Te cambiaste de bando, primero me tiras de tu casa, ahora te marchas de bando.

Paul: ¡Ay John! Como exageras. – Dijo dándole un pequeño golpe – Chicos me bajo, Brian me estará buscando como loco.

John: Ciao mi dulce flor. – Dijo guiñándole un ojo.

Paul: Ciao Johnny. – Le devolvió el guiño.

Paul abrió la puerta y salió medio corriendo escaleras abajo, mientras tanto John se apoyo en una barandilla mientras miraba al horizonte.

Tu: ¿Qué te traes con Paulie? – Pregunté riéndome.

John: Tenemos una relación abierta. – Dijo asintiendo - ¡Ah! Me duele la cabeza.

Tu: Estas ebrio Winston. – Dije medio riéndome – Y todavía no te han entrevistado…

El silencio inundó la azotea, dejando simplemente como fondo los motores de los coches arrancando, los pitidos creando una insufrible melodía y las conversaciones y risas de los pisos de abajo.
 
John le dio otro trago a la cerveza que tenía en la mano y dejó el bote vació apoyado en la barandilla tambaleándose de un lado a otro, mientras se cambiaba de lugar y se apoyaba en una pequeña columna.

John: ¿Recuerdas esta tarde? ¿Cuando me preguntaste en quién pensaba cuando componía? – Me preguntó.

Tu: Si, lo recuerdo. – Asentí tras su pregunta.

John: Yo te respondí con otra pregunta. – Afirmó – Lo cuál lo hice para evadir tu pregunta, y no responderte.

Asentía mientras escuchaba con atención cada una de las palabras que salían por su boca.

John: Pues pienso que tras estos, estos meses que hemos pasado juntos – Empezó a decir mientras miraba al horizonte – Pienso que ya es hora que te diga en quien pienso cada vez que compongo una de las canciones.

Las pulsaciones del corazón aumentaron su velocidad, el estómago me estaba matando en mi interior y mi respiración se iba entrecortando poco a poco sin dejarme respirar cómodamente, mientras que la chaqueta que me había dejado Paul ya no me servía, dado a que un sudor me inundaba todo el cuerpo.

John: La verdad es que pienso en… - Comenzó a decir seriamente.

Tu: ¿En? – Susurré con ansias.

Dentro de mi, mi corazón me pedía un nombre. Este echo me había abierto los ojos de par en par, había visto cosas que procuraba tener escondidas durante estos largos meses, sentimientos, temores, sensaciones que ocultaba y que todas tenían que ver con una persona. Con John Winston Lennon.

11 de marzo de 2012

12. Hidden feelings.

Londres; Primavera, Abril 1963

Salí a la calle, el taxi me esperaba justamente enfrente de la puerta de mi casa. Los chicos me avisaron si quería ir con ellos en el coche pero preferí no hacerles esperar y así pedir un taxi que me llevaría a la fiesta.

- ¿A dónde señorita? – Me preguntó el hombre.

Tu: A los EMI Studios. – Le avisé - Por favor.

El hombre asintió y se dirigió de camino hacía allá, esta noche el tráfico de Londres estaba bastante intenso, había coches de un lado hacía otro moviéndose con prisa incluso alguno de ellos.

Llegamos a la entrada donde un señor con traje me abrió la puerta después de haber pagado al amable taxista.

- Bienvenida señorita – Me saludó - ¿Tiene su ivitación?

Sonreí amablemente entregándole la invitación que me había dado George esta mañana para que pudiese asistir a la fiesta. El hombre me la devolvió amablemente y abrió la puerta para que entrase a los estudios.

Al segundo de entrar me di cuenta de cómo la gente estaba distribuida en pequeños grupos de personas, pero amablemente George Martin se acercó a darme la bienvenida.

Martin: Señorita Sutcliffe se encuentra usted preciosa. – Dijo sonriendo – Venga conmigo le acompañaré junto a los chicos, si quiere.

Tu: Estaría encantada. – Dije dejándome guiar por George.

Miraba a mi alrededor donde pude contemplar periodistas de muchos periódicos y revistas conocidas que aguardaban su momento para interrogar con preguntas a esta banda que estaba elevando su éxito.
Pasé junto a George Martin a una sala un poco más acogedora  donde vi a los chicos a lo lejos, bastante entretenidos manteniendo conversaciones con preciosas señoritas.

Martin: Creo que tendré que ir a buscar una correa pronto para John. – Me susurró al oído.

A lo que yo no pude evitar reírme tras ese apropiado comentario.

Martin: ¡Chicos! – Intentó llamar su atención.

John alzó la vista y no tardó en aproximarse hacía donde me encontraba con una sonrisa de satisfacción en la cara, que no sabía realmente lo que significaba en estos momentos.

John: Creo que acerté con mis conclusiones anteriores. – Dijo sonriendo – Vestido corto, con escote y tirantes.

George: ¿Qué conclusiones de antes? – Preguntó con curiosidad.

Paul: Veo que pasasteis una amena tarde. – Dijo arqueando las cejas - ¿No es cierto?

Tu: Con Lennon sería raro no pasar una amena tarde. – Dije riéndome.

George: ¡Uh! – Miró a Paul arqueando las cejas.

Estaban todos haciendo unos gestos incómodos que no sabía como interpretar en estos momentos y de los cuales por miedo tampoco quería saber.

George: Charlotte. – Dijo poniéndose a mi lado - ¿Podrías acompañarme un momento?

Observé la cara de George y asentí siguiendo al de Liverpool donde quiera que me llevase.

Subimos las escaleras que nos llevaron al piso de arriba dejando atrás a todos aquellos periodistas hambrientos de respuestas que querían de estos chicos.

Tu: ¿Qué sucede George? – Le pregunté con curiosidad entrando en uno de los estudios abiertos.

George: Eh, quería enseñarte una cosa. – Dijo encendiendo las luces de aquel estudio – Al no vivir con nosotros, ya no puedo seguir enseñándote lo que intento componer.

Se sentó en una de las sillas, en las cuales normalmente tocaban cuando grababan y yo me apoyé en la pared esperando escuchar la composición de Harrison.

George: No es del todo buena. – Me informó – Pero necesitaba que alguien la escuchara.

Tu: No digas que no es buena – Dije con enfado.

George asintió con una pequeña sonrisa, y comenzó a tocar acordes con una de las guitarras electroacústicas que se encontraban en la sala.
Fruncí el ceño para centrarme más en la melodía que estaba escuchando y en como George afinaba esas dulces palabras que salían al mismo compás que la melodía que tocaba.

George: Te lo advertí. – Dijo al ver que no decía nada – No es buena.

Tu: Mi silencio no es debido a eso George – Le informé – Si no, del hecho de que no se las toques a los demás.

George: No puedo tocársela a ellos – Comenzó a explicarme – Si, ni siquiera a mi me parece buena.

Asentí, pero aún no comprendía como esa preciosa y delicada canción no le podía parecer buena.
George dejó la guitarra en su sitio y se acercó  hacía donde estaba mientras se colocaba bien la chaqueta.

George: ¿Pasaste la tarde con John? – Me preguntó mientras salíamos del estudio.

Tu: Así es. – Le dije – Me acompañó a revelar las fotografías tomadas estas sesiones y le invité a comer a casa.

George: ¡Ah! Tengo que ver las fotografías. – Dijo sonriendo – No me gustará ninguna.

Tu: ¡Oh George! Son muy buenas. – Dije riéndome – Los cuatro salís muy bien, exceptuando algunas de John y Paul.

George se comenzó a reír pero paró lentamente para adentrarme en un pequeño compromiso con la siguiente pregunta.

George: ¿Sientes algo por John? – Preguntó directamente sin rodeos.

Mis ojos se abrieron como platos tras dicha pregunta, y mis mejillas fueron tomando un color rosado sin saber por qué.

Tu: ¡George! – Dije con asombro.

George: Lo siento. – Dijo avergonzado – Pero no es nada personal, simplemente que tenía curiosidad, tras ver la buena relación que teníais.

Tu: Contigo también tengo una buena relación – Quise hacérselo ver – Y no por eso estoy enamorada de ti.

George: Si eso lo comprendo. – Dijo riéndose – Pero tenía una curiosidad, que aún no me has silenciado – Dijo entrecerrando los ojos – Simplemente has afirmado que no estás enamorada de mi, pero no me has dicho que no sientes nada por John.

Aún me costaba captar los cambios de estado que tenía George de un instante a otro, podría ser la persona más agradable y feliz del mundo, pero pasados unos instantes podría ser el chico más serio e irritado.

Tu: Pues verñas George...

John: ¡Hey! – Chilló detrás de mi - ¿Dónde os habíais marchado? – Movió rápidamente las cejas.

George: A hablar de ti Johnny. – Dijo serio.

John: ¡Oh! ¿De mi? – Preguntó sonriente - ¿Hablabais de mi belleza?

George: De tu insufrible olor de pies. – Dijo medio riéndose.

Ringo le acompañó as risas y yo realmente no pude aguantármelas tampoco, al contrario que Paul que seguía con una apariencia seria y cordial esta noche.

PD: Mis Blue Meanies, os tengo que decir a las nuevas protagonistas que no tardaréis en salir, poco a poco cada una irá apareciendo de diferentes maneras en la historia. ¡DISFRUTAR DE LA VIDA!

10 de marzo de 2012

Protagonistas de la historia.

¡Hola Blue Meanies!

Bueno ya se sabe quien va a salir como protagonistas en la historia que estoy escribiendo de los cuatro chicos de Liverpool.

Como protagonistas saldrán:

- Car Guerrero que aparecerá como: Michelle.
-Agus que en la historia se llamará: Heidi.
-Mercedes, llamada en el Fic: Merce

También la señorita Sharon tendrá apariciones estelares por la historia junto con las demás. Ahora solamente queda saber lo que sucederá con estas chicas dentro de ese mundo creado e imaginado por mi.

Disfrutar de la vida.

PD: Pronto habrá un nuevo capítulo de esta pequeña historia. Muchas gracia a todas las personas que pasan por el Blog y que leen lo que escribo. 
También quería deciros que cualquier persona que quiera aparecer en algún capítulo lo puede decir, que seguro que se le puede buscar un pequeño sitio en algún capítulo.

6 de marzo de 2012

PROTAGONISTAS PARA LA HISTORIA. HELP!

Hola a todo el mundo. 


Bueno, tal y como dice el nombre de la entrada me gustaría añadir a tres personajes nuevos en la historia y se me ha ocurrido que, que mejor añadir a tres personas que quieran salir. Por eso si alguien estuviese interesado en aparecer en la historia formando parte de ella que deje su comentario en la entrada. 


Un saludo pequeños Blue Meanies.

4 de marzo de 2012

11. Other John Lennon

Antes que nada voy a hacer una pequeña introducción, ya que nunca he hecho una para agradeceros a las que leéis la historia de The Beatles. Como todas vosotras soy una gran admiradora de estos chicos, tanto como George, Ringo, John y Paul, como de Stuart o Pete que también formaron parte de todo esto. Por supuesto quería agradecer a Sharon que me ha incluido en una de sus maravillosas historias que ya ha comenzado a escribir sobre estos chicos de Liverpool en Hamburgo. http://movinngroovinfanfic.blogspot.com/
Y ahora si que ya os dejo leer el capítulo con tranquilidad. 

Londres; Primavera, Abril 1963

 
Caminábamos John y yo de camino a mi casa, ya que habíamos decidido que se quedará a comer.

John: Tampoco salgo tan horrendo – Dijo sonriendo mientras observaba las fotografías.

Sin darnos cuenta un pequeño corro de chicas se había realizado a  nuestro alrededor.

-¡John! ¡John! Por favor – Chillaba una adolescente no mucho más mayor que yo - ¿Podrías firmarme el Lp?

John: ¡Por supuesto! – Dijo feliz cogiendo un bolígrafo que le ofrecía una de ellas.

Cogí la cámara que se encontraba guardada en mi bolso y no dudé en tomar una fotografía de John firmando a las chicas los nuevos LPs.

John: ¿Me has tomado guapo? – Dijo sonriendo de oreja a oreja.

Tu: Si Johnny. – Reí al mirar la cara que estaba poniendo.

Abrí la puerta del apartamento y ambos subimos a casa para disfrutar de una deliciosa comida, que aún no había preparado.

John: ¿Te comentó George Martin algo de la fiesta de esta noche en los estudios? – Preguntó sentándose en el sofá.

Tu: Si. – Asentí – Dijo que podía asistir con Susan y Nathan, para ir adentrándome en el nuevo mundo que me esperaba con este trabajo.

John: Es un cerdo. – Dijo poniendo su cabeza entre las manos.

Tu: John, no digas eso. – Dije mirándole desde la cocina – Tiene razón, estáis tomando mucha popularidad en Inglaterra, quien sabe hasta donde se extenderá.

John: Veremos lo que ocurrirá en la gira de Mayo – Dijo poniéndose una taza de té – Pero queremos llegar a lo más alto.

Tu: Confío en que lo haréis. – Sonreí al John Lennon que tenía enfrente de mi.

John: Confiabas en que Stuart llegara a lo más alto – Explicó lentamente – Y yo también lo hacía, cosa que ambos estábamos en lo cierto. Espero que estés en lo cierto con nosotros.

Esas palabras que acababa de murmurar John en estos momentos, supe que no salían del John Winston Lennon que daba a conocer a todo el mundo, si no del John Winston Lennon que a pocas personas daba a conocer.

Pasamos una risueña comida, en la que me explicaba experiencias que había tenido en Hamburgo, algunas duras, otras graciosas, otras increíbles y muchas pero muchas añoradas por mi.

John: Paul era el rompe corazones de allí – Me explicó gesticulando la cara y haciéndole burla.

Tu: Apuesto a que John Lennon también rompió muchos corazones. – Dije arqueando las cejas.

John: ¿Acaso es una declaración señorita? – Me guiñó un ojo.

Tu: ¿Todo se lo toma usted como declaraciones a su persona señor Lennon? – Le pregunté entrecerrando los ojos.

John: Si proceden de señoritas tan bellas como usted diría que si madame. – Cogió mi mano y la beso.

Me comencé a reír tras el giro que acababa de dar la conversación y comencé a retirar los platos sucios de la mesa, mientras tanto John salió al balcón para fumar el cigarrillo de después de comer.

John: Es un extraño día – Murmuró dándole una calada al cigarro – Ahora mismo podría componer una canción de cómo me siento.

Tu: John. – Susurré para captar su atención.

John: Dime. – Murmuró mirándome a los ojos.

Tu: Siempre tuve la curiosidad. – Le confesé – Tu y Paul, la mayoría de canciones que componéis son de amor.

John: Si quieres saber en quien pensamos – Me cortó – Antes dime en quién piensas tú cuando las oyes.

Me quedé pensativa mirando a lo más lejano que mi balcón me mostraba de Londres, pero no sabía realmente en quien pensaba cuando las escuchaba, o tal vez tuviese miedo de saber en quien pensaba.

John: ¿Y bien? – Me preguntó.

Tu: Realmente no sabría decírtelo. – Le expliqué.

John me miró unos segundos y dio una simple calada el cigarrillo para después apagarlo y entrar dentro de casa, mientras yo me quedaba pensando en lo que acabábamos de hablar.

Lennon no tardó en marcharse ya que tenía que prepararse para la fiesta de esta noche.

John: ¿Vestido corto? – Me preguntó sonriendo y abriendo los ojos de par en par - ¿Con escote?

Tu: ¡Ay! No seas molesto John. – Dije empujándole hacía la puerta de salida.

John: ¿Tirantes? ¿Sin mangas? – Preguntó repetitivamente.

Tu: No te lo voy a decir. – Dije riéndome – Adiós John.

John: ¿Me tiras de tú casa? – Preguntó con tono ofendido – ¿Después de haberte alimentado, protegido, cuidado y acogido durante un largo mes en nuestra casa? Has ofendido mi dulce corazón.

Tu: ¡Oh, John! – Dije evitándome reír – No comiences otra vez.

John: Vale… - Suspiró - ¿Entonces hemos quedado de vestido corto con escote?

Cerré la puerta con cansancio, pero aún escuchaba como John chillaba en el portal, tras haberse cansando se marchó a su casa para prepararse al igual que yo hacía, para la fiesta de esta noche.

Era bastante importante, los chicos conocerían a periodistas al mundo de la música, los cuales a veces les criticarían pero en cambio otras les alabarían. También conocerían a representantes de discográficas ajenas que querrán un contrato con ellos.

Ya vestida y maquillada para una de mis primeras fiestas recogí el bolso e hice un hueco a la cámara, que aunque no este en el trabajo siempre es un buen momento para sacar una fotografía que hiciese historia.