London; Otoño, Noviembre.1968.
Había pasado una larga
temporada, esa temporada donde las cosas habían llegado a un punto de separación
entre los chicos.
A principios de año
habíamos ido a la India, para pasar una temporada dentro del ambiente de la
meditación transcendental, pero cada uno tuvo una experiencia diferente y el
regreso a Inglaterra al final llegó.
Por otro lado Merce
decidió mudarse definitivamente con Richard a Londres y seguir con su carrera
de periodista en The Sun. Ambos adquirieron una nueva casa a las afueras
alejados de la multitud y disfrutaban tranquilamente de la vida.
En junio de este mismo
año se dio a conocer al mundo el nuevo Filme de dibujos animados que habían
protagonizado. Una película vannguardista que tuvo un gran éxito, Yellow
Submarine recibió muy buenas críticas y el álbum estaban pensado en sacarlo a
principios del nuevo año.
Me encontraba de camino a
los estudios, Heidi me había llamado para informarme que necesitaba ayuda para
seleccionar unas fotografías que le habían pedido.
Estaba en un momento de
mi vida en el que no agradecía que me llamasen para pasarme por los estudios, tanto
como antes adoraba pasar allí el tiempo, ahora prefería trabajar desde el
estudio fotográfico que Paul me había montado en su casa.
Los chicos no paraban de
discutir, en el ambiente se notaba tensión entre ellos. Recuerdo que en las
grabaciones del Álbum blanco George y John tuvieron un fuerte enfrentamiento, y
que George Martin se marchó de vacaciones una semana por su disgusto.
Pero otra cosa que hacía
que hubiese tensión en el ambiente era la presencia de la novia de John, Yoko.
Heidi: Que suerte que ya
estés aquí. – Dijo levantándose de su escritorio – Necesitaba elegir ya las
fotografías para que fueran mandadas cuanto antes.
Tu: Pues elijámoslas. –
Dije chocando las manos.
Estuvimos mirando una
serie de fotografías para enviar a la revista, querían una que estuvieran todos
juntos y después otra de John por separado.
Tu: Esta refleja más su
estilo actual. – Le expliqué – Creo que será la mejor. Y por otra parte de
John, elegiría la de la derecha.
Heidi: Yo también había
pensado en esa. – Me explicó y fue a coger un sobre vacío - ¿Te has pasado por
el estudio?
Tu: No. – Le dije – Me he
subido directamente a tu oficina. ¿Por qué? ¿Ha ocurrido algo?
Heidi: Creo que John y
Paul han tenido una fuerte discusión esta mañana. – Me explicó guardando las
fotografías – Hoy sale The White álbum, y están un tanto nerviosos.
Asentí dándole por
completo la razón a Heidi, los chicos se habían distanciado, estaban empezando
también a hacer sus propios trabajos musicales en solitario. John pronto iba a
publicar un nuevo álbum del que nos había hablado Two Virgins junto con Yoko.
Bajé a los estudios y
entré en la cabina de grabación donde se encontraba George Martin junto con los
técnicos.
G. Martin: Charlotte. –
Exclamó al verme - ¿Cómo estás? Hacía unos que no te veíamos por aquí.
Geoff: Mejor, no te
hubiera gustado ver todo lo que ha ocurrido. – Dijo el técnico de sonido.
Tu: Sí. – Dije asintiendo
– Estoy al tanto de lo que sucede en los estudios.
Y de repente George se
levantó frustrado de su asiento y se encaró contra John que también se levantó.
Yoko los observaba de pie sin saber muy bien que hacer y Paul se levantó para
intentar separarles.
Ringo: ¡Ya basta! –
Exclamó con las baquetas en la mano – Si seguís así yo cojo y me marcho. Ya lo
hice en las sesiones de The White Album y no tardaré en hacerlo si las cosas
marchan así.
Los chicos se tragaron su
rabia y continuaron cada uno en su lugar haciendo lo que mejor hacían, tocar.
George Martin se llevó
las manos a la cara y les dijo que empezaran desde el principio con la canción.
Decidí marcharme sin
entrar en el estudio, se veía que había una gran tensión en el ambiente y pensé
que sería mejor irme a recoger a John que estaba en la guardería.
El pequeño me esperaba
feliz, deseando contarme lo que había hecho hoy y enseñarme el dibujo de Martha
que había hecho.
Antes de irnos a casa
pasamos por Hyde Park, él disfrutaba viendo como paseaban a los animales y
correteando por la hierba.
Yo mientras tenía tiempo
para pensar y meditar en como habían cambiado las cosas a lo largo de estos
últimos años, tal vez las cosas hubieran sido diferentes si no me hubiera marchado
a Hamburgo, al descubrir la aventura que había tenido John con aquella mujer
llamada Brigitte.
¿Pero que podría haber
hecho? ¿Quedarme aquí en Londres? No lo hubiese superado a su lado.
Nos dimos un largo paseo
hacía casa, la señora Smith se había convertido en nuestra querida ama de
llaves y le habíamos reducido las horas de trabajo, debido a que John estaba
asistiendo a la guardería.
Al llegar a casa observé
el correo encima de la mesa del salón, había una carta desde Hamburgo de Astrid,
la semana pasada le envié una explicándole como estaban yendo las cosas por
aquí.
El teléfono sonó de
repente y lo cogí, era Merce.
Merce: ¿Charlie? –
Preguntó – ¿Qué tal va todo? He estado llamando un par de veces y nadie me ha
respondido.
Tu: Lo siento Merce, he
tenido que ir a los estudios y me he pasado a recoger a John. – Le expliqué - ¿Qué
sucede?
Merce: ¡Oh, nada! – Dijo acompañada
de una pequeña risa – Verás es que me gustaría hablar contigo, y había pensado
en hacer una cena, pero debido a la tensión entre los chicos será mejor que os reúna
a ti y a Heidi.
Tu: Si, lamentablemente
yo también pienso que será lo más prudente. – Dije apena - ¿Cuándo te vendría
bien?
Estuvimos durante un rato
charlando, mientras veía como John jugaba con Martha, al final decidimos ir
esta tarde a tomar un té a la tetería de siempre.
J. Stuart: ¿Paul? –
Preguntó buscando por las habitaciones.
Tu: No tardará en llegar
cielo. – Le dije cogiéndole en brazos y en aquel momento escuchamos una llave
dentro de la cerradura – Mira, ahí está.
Observé como entraba Paul
por la puerta y John se tiraba a su brazos, se le veía cansado y derrotado.
Paul: Hola cielo. – Me dio
un pequeño beso - ¿Cómo has pasado el día?
Tu: He ido a los
estudios. – Le expliqué.
Me miró con cara de
sorpresa.
Paul: No tenía ni idea. –
Dijo dejando a John en el suelo que quería coger su dibujo – No te has pasado a
saludar.
Tu: He visto la pelea de
George y John. – Le dije de brazos cruzados – Y pensé que lo más prudente sería
no entrar.
Paul: Vaya… - Dijo
asintiendo.
J. Stuart: ¡Paul! –
Exclamó con el dibujo en la mano.
Paul lo cogió y le prestó
atención, de repente una sonrisa se le iluminó en la cara.
Paul: ¡Vaya! ¿Es Martha? –
Le preguntó - ¡Que bonito! Vamos a ponerlo.
Ambos marcharon hacía el
rincón que habían creado en la sala de juegos de John, y lo pusieron en el
mural.
Adoraba como a Paul le
cambiaba la cara cuando llegaba a casa, era adorable tanto con John como
conmigo.
Paul: Sí. – Asintió – Hoy
es el lanzamiento de The Withe Album y tenemos que ver como marchan las cosas.
Tu: Cierto. – Asentí.
Paul: Pero antes de que
te des cuenta estaré de nuevo aquí. – Dijo besando mis labios – Te quiero.
¿Vamos a preparar la comida?
Se levantó con una
sonrisa del sofá y de camino a la cocina cogió al pequeño en brazos que reía.
De pronto mientras les
observaba el timbre de la puerta sonó, miré extrañada a Paul al igual que me
miraba él.
Tras encogerme de hombros
me aproximé hacía la puerta y al abrir me topé con John, junto con Yoko.
Tu: John. – Dije al verle - Que sorpresa.
John: Hola Charlie. –
Dijo secamente - ¿Está Paul?
Tu: Eh… - Observé a Paul
que venía hacía donde estábamos con John en los brazos.
J. Stuart: ¡Papá! –
Exclamó y alzó los brazos.
John se quedó seriamente
observando a Paul y después cogió a su hijo en brazos, sin dejar de mirar a
Paul.
Paul: Entra. – Dijo secamente
- ¿Qué sucede?
John: Quería hablar
contigo sobre lo que hemos hablado esta mañana en los estudios. – Dijo entrando
al salón.
Paul: Pues habla John. –
Se cruzó de brazos.
John: ¿Por qué no vamos a
tú estudio a hablar más tranquilamente? – Preguntó dejando a su hijo en el
suelo.
Paul asintió observándome
y ambos marcharon escaleras arriba, el pequeño prestó atención a Martha que iba
dando vueltas por la casa, y yo me quedé sentada enfrente de Yoko.
Tu: ¿Quieres tomar algo? –
Le pregunté rompiendo el silencio.
Yoko: No, gracias. – Dijo
con una pequeña sonrisa – Esta mañana han tenido una grave discusión.
Tu: Si. – Asentí – He visto
la discusión entre George y John, estaba en la cabina.
Yoko: No, me refería a
John y Paul. – Me explicó.
Tu: ¿John y Paul? –
Pregunté extrañada - ¿Qué ha ocurrido?
Yoko: Han discutido por
los acordes de una canción. – Asintió.
Tu: Vaya… - Dije
observando al suelo.
Esa fue nuestra
conversación en todo el tiempo, de repente empezamos a escuchar gritos desde el
piso de arriba y no dudé en subir las escaleras y ver lo que sucedía. Pero al
abrir la puerta ambos se estaban cogiendo del cuello de la camisa y gritándose.
Tu: ¡Paul! ¡John! –
Exclamé entrando y poniéndome a su lado.
John: ¡No sé que es lo
que tienes en la cabeza McCartney! – Le gritó – ¡Pero yo soy con quien tienes
que tomar las decisiones importantes respecto al grupo!
Paul: ¡¿Acaso no te lo he
dicho?! – Le exclamó.
John: ¡No vuelvas a
creerte el líder de este proyecto! – Chilló señalándole con el dedo - ¡Vamos!
Soltó a Paul y se dirigió
hacía la puerta donde estaba Yoko observando todo lo ocurrido, bajaron las
escaleras y recogieron sus abrigos. El pequeño John se acercó a su padre con
una sonrisa pero este no se la devolvió y lo único que hizo fue acariciarle la
cara para después salir dando un portazo.
Me llevé las manos a la
cara y subí los escalones con John en brazos, para buscar a Paul que continuaba
allí, sentado en un taburete junto a su bajo.
Tu: ¿Quieres contarme que
ha sucedido? – Le pregunté con calma.
Paul: No. – Negó con la
cabeza que la tenía entre sus manos – Ahora no me apetece hablar con nadie, Charlotte.
Asentí y tras besar su
cabello tristemente bajé las escaleras para preparar la comida.
Oish... Ya tenía que llegar... Sabía que era inevitable pero, en fin, siempre me entristece oír hablar de las peleas de esta época.
ResponderEliminarLa verdad es que no me cabe en la cabeza como estaban tan bien entre ellos en el 67 y, de repente, en el 68, todo cambia y el ambiente se vuelve tan... Tenso. Horrible.
Por cierto, capítulo genial y Paul adorable con el pequeño John y Charlie (L) ¡Si es que este hombre me encanta!
Quiero saber qué es lo que realmente ha pasado entre John y Paul. Unos buenos amigos como ellos no pueden terminar así. ¡No pueden!
Espero con ansias el siguiente capítulo. ¡Un beso! :)
Pobre John...pobre Paul...pobre Stuart u__u es una de las épocas que más odio de los Beatles, es tan triste y oscura, pero supongo que es una parte como cualquier otra y no queda más remedio que vivir con ello, pero ¡tú lo haces mucho más fácil de leer Lara! Sigue escribiendo así, me encanta :) y ¡RINGO Y YO NOS HEMOS MUDADO JUNTOS! awww *wwww*
ResponderEliminarMuchos besos :3