9 de mayo de 2013

69. Frustrations.


London; Otoño, Noviembre.1968.

  
Había pasado una larga temporada, esa temporada donde las cosas habían llegado a un punto de separación entre los chicos.

A principios de año habíamos ido a la India, para pasar una temporada dentro del ambiente de la meditación transcendental, pero cada uno tuvo una experiencia diferente y el regreso a Inglaterra al final llegó.

Por otro lado Merce decidió mudarse definitivamente con Richard a Londres y seguir con su carrera de periodista en The Sun. Ambos adquirieron una nueva casa a las afueras alejados de la multitud y disfrutaban tranquilamente de la vida.

En junio de este mismo año se dio a conocer al mundo el nuevo Filme de dibujos animados que habían protagonizado. Una película vannguardista que tuvo un gran éxito, Yellow Submarine recibió muy buenas críticas y el álbum estaban pensado en sacarlo a principios del nuevo año.

Me encontraba de camino a los estudios, Heidi me había llamado para informarme que necesitaba ayuda para seleccionar unas fotografías que le habían pedido.

Estaba en un momento de mi vida en el que no agradecía que me llamasen para pasarme por los estudios, tanto como antes adoraba pasar allí el tiempo, ahora prefería trabajar desde el estudio fotográfico que Paul me había montado en su casa.

Los chicos no paraban de discutir, en el ambiente se notaba tensión entre ellos. Recuerdo que en las grabaciones del Álbum blanco George y John tuvieron un fuerte enfrentamiento, y que George Martin se marchó de vacaciones una semana por su disgusto.

Pero otra cosa que hacía que hubiese tensión en el ambiente era la presencia de la novia de John, Yoko.

Heidi: Que suerte que ya estés aquí. – Dijo levantándose de su escritorio – Necesitaba elegir ya las fotografías para que fueran mandadas cuanto antes.

Tu: Pues elijámoslas. – Dije chocando las manos.

Estuvimos mirando una serie de fotografías para enviar a la revista, querían una que estuvieran todos juntos y después otra de John por separado.

Tu: Esta refleja más su estilo actual. – Le expliqué – Creo que será la mejor. Y por otra parte de John, elegiría la de la derecha.


Heidi: Yo también había pensado en esa. – Me explicó y fue a coger un sobre vacío - ¿Te has pasado por el estudio?

Tu: No. – Le dije – Me he subido directamente a tu oficina. ¿Por qué? ¿Ha ocurrido algo?

Heidi: Creo que John y Paul han tenido una fuerte discusión esta mañana. – Me explicó guardando las fotografías – Hoy sale The White álbum, y están un tanto nerviosos.

Asentí dándole por completo la razón a Heidi, los chicos se habían distanciado, estaban empezando también a hacer sus propios trabajos musicales en solitario. John pronto iba a publicar un nuevo álbum del que nos había hablado Two Virgins junto con Yoko.

Bajé a los estudios y entré en la cabina de grabación donde se encontraba George Martin junto con los técnicos.
 
G. Martin: Charlotte. – Exclamó al verme - ¿Cómo estás? Hacía unos que no te veíamos por aquí.

Geoff: Mejor, no te hubiera gustado ver todo lo que ha ocurrido. – Dijo el técnico de sonido.

Tu: Sí. – Dije asintiendo – Estoy al tanto de lo que sucede en los estudios.

Y de repente George se levantó frustrado de su asiento y se encaró contra John que también se levantó. Yoko los observaba de pie sin saber muy bien que hacer y Paul se levantó para intentar separarles.

Ringo: ¡Ya basta! – Exclamó con las baquetas en la mano – Si seguís así yo cojo y me marcho. Ya lo hice en las sesiones de The White Album y no tardaré en hacerlo si las cosas marchan así.

Los chicos se tragaron su rabia y continuaron cada uno en su lugar haciendo lo que mejor hacían, tocar.

George Martin se llevó las manos a la cara y les dijo que empezaran desde el principio con la canción.

Decidí marcharme sin entrar en el estudio, se veía que había una gran tensión en el ambiente y pensé que sería mejor irme a recoger a John que estaba en la guardería.

El pequeño me esperaba feliz, deseando contarme lo que había hecho hoy y enseñarme el dibujo de Martha que había hecho.

Antes de irnos a casa pasamos por Hyde Park, él disfrutaba viendo como paseaban a los animales y correteando por la hierba.

Yo mientras tenía tiempo para pensar y meditar en como habían cambiado las cosas a lo largo de estos últimos años, tal vez las cosas hubieran sido diferentes si no me hubiera marchado a Hamburgo, al descubrir la aventura que había tenido John con aquella mujer llamada Brigitte.

¿Pero que podría haber hecho? ¿Quedarme aquí en Londres? No lo hubiese superado a su lado.

Nos dimos un largo paseo hacía casa, la señora Smith se había convertido en nuestra querida ama de llaves y le habíamos reducido las horas de trabajo, debido a que John estaba asistiendo a la guardería.
Al llegar a casa observé el correo encima de la mesa del salón, había una carta desde Hamburgo de Astrid, la semana pasada le envié una explicándole como estaban yendo las cosas por aquí.

El teléfono sonó de repente y lo cogí, era Merce.

Merce: ¿Charlie? – Preguntó – ¿Qué tal va todo? He estado llamando un par de veces y nadie me ha respondido.
Tu: Lo siento Merce, he tenido que ir a los estudios y me he pasado a recoger a John. – Le expliqué - ¿Qué sucede?
Merce: ¡Oh, nada! – Dijo acompañada de una pequeña risa – Verás es que me gustaría hablar contigo, y había pensado en hacer una cena, pero debido a la tensión entre los chicos será mejor que os reúna a ti y a Heidi.
Tu: Si, lamentablemente yo también pienso que será lo más prudente. – Dije apena - ¿Cuándo te vendría bien?

Estuvimos durante un rato charlando, mientras veía como John jugaba con Martha, al final decidimos ir esta tarde a tomar un té a la tetería de siempre.

J. Stuart: ¿Paul? – Preguntó buscando por las habitaciones.

Tu: No tardará en llegar cielo. – Le dije cogiéndole en brazos y en aquel momento escuchamos una llave dentro de la cerradura – Mira, ahí está.

Observé como entraba Paul por la puerta y John se tiraba a su brazos, se le veía cansado y derrotado.

Paul: Hola cielo. – Me dio un pequeño beso - ¿Cómo has pasado el día?

Tu: He ido a los estudios. – Le expliqué.

Me miró con cara de sorpresa.

Paul: No tenía ni idea. – Dijo dejando a John en el suelo que quería coger su dibujo – No te has pasado a saludar.


Tu: He visto la pelea de George y John. – Le dije de brazos cruzados – Y pensé que lo más prudente sería no entrar.

Paul: Vaya… - Dijo asintiendo.

J. Stuart: ¡Paul! – Exclamó con el dibujo en la mano.

Paul lo cogió y le prestó atención, de repente una sonrisa se le iluminó en la cara.

Paul: ¡Vaya! ¿Es Martha? – Le preguntó - ¡Que bonito! Vamos a ponerlo.

Ambos marcharon hacía el rincón que habían creado en la sala de juegos de John, y lo pusieron en el mural.

Adoraba como a Paul le cambiaba la cara cuando llegaba a casa, era adorable tanto con John como conmigo.

Tu: ¿Volverás esta tarde a los estudios? – Le pregunté sentándome a su lado en el sofá.

Paul: Sí. – Asintió – Hoy es el lanzamiento de The Withe Album y tenemos que ver como marchan las cosas.

Tu: Cierto. – Asentí.

Paul: Pero antes de que te des cuenta estaré de nuevo aquí. – Dijo besando mis labios – Te quiero. ¿Vamos a preparar la comida?

Se levantó con una sonrisa del sofá y de camino a la cocina cogió al pequeño en brazos que reía.

De pronto mientras les observaba el timbre de la puerta sonó, miré extrañada a Paul al igual que me miraba él.
Tras encogerme de hombros me aproximé hacía la puerta y al abrir me topé con John, junto con Yoko.

Tu: John. – Dije al verle - Que sorpresa.

John: Hola Charlie. – Dijo secamente - ¿Está Paul?

Tu: Eh… - Observé a Paul que venía hacía donde estábamos con John en los brazos.

J. Stuart: ¡Papá! – Exclamó y alzó los brazos.

John se quedó seriamente observando a Paul y después cogió a su hijo en brazos, sin dejar de mirar a Paul.

Paul: Entra. – Dijo secamente - ¿Qué sucede?

John: Quería hablar contigo sobre lo que hemos hablado esta mañana en los estudios. – Dijo entrando al salón.

Paul: Pues habla John. – Se cruzó de brazos.

John: ¿Por qué no vamos a tú estudio a hablar más tranquilamente? – Preguntó dejando a su hijo en el suelo.

Paul asintió observándome y ambos marcharon escaleras arriba, el pequeño prestó atención a Martha que iba dando vueltas por la casa, y yo me quedé sentada enfrente de Yoko.

Tu: ¿Quieres tomar algo? – Le pregunté rompiendo el silencio.

Yoko: No, gracias. – Dijo con una pequeña sonrisa – Esta mañana han tenido una grave discusión.

Tu: Si. – Asentí – He visto la discusión entre George y John, estaba en la cabina.

Yoko: No, me refería a John y Paul. – Me explicó.

Tu: ¿John y Paul? – Pregunté extrañada - ¿Qué ha ocurrido?

Yoko: Han discutido por los acordes de una canción. – Asintió.

Tu: Vaya… - Dije observando al suelo.

Esa fue nuestra conversación en todo el tiempo, de repente empezamos a escuchar gritos desde el piso de arriba y no dudé en subir las escaleras y ver lo que sucedía. Pero al abrir la puerta ambos se estaban cogiendo del cuello de la camisa y gritándose.

Tu: ¡Paul! ¡John! – Exclamé entrando y poniéndome a su lado.

John: ¡No sé que es lo que tienes en la cabeza McCartney! – Le gritó – ¡Pero yo soy con quien tienes que tomar las decisiones importantes respecto al grupo!

Paul: ¡¿Acaso no te lo he dicho?! – Le exclamó.

John: ¡No vuelvas a creerte el líder de este proyecto! – Chilló señalándole con el dedo - ¡Vamos!

Soltó a Paul y se dirigió hacía la puerta donde estaba Yoko observando todo lo ocurrido, bajaron las escaleras y recogieron sus abrigos. El pequeño John se acercó a su padre con una sonrisa pero este no se la devolvió y lo único que hizo fue acariciarle la cara para después salir dando un portazo.

Me llevé las manos a la cara y subí los escalones con John en brazos, para buscar a Paul que continuaba allí, sentado en un taburete junto a su bajo.

Tu: ¿Quieres contarme que ha sucedido? – Le pregunté con calma.

Paul: No. – Negó con la cabeza que la tenía entre sus manos – Ahora no me apetece hablar con nadie, Charlotte.

Asentí y tras besar su cabello tristemente bajé las escaleras para preparar la comida.

2 comentarios:

  1. Oish... Ya tenía que llegar... Sabía que era inevitable pero, en fin, siempre me entristece oír hablar de las peleas de esta época.
    La verdad es que no me cabe en la cabeza como estaban tan bien entre ellos en el 67 y, de repente, en el 68, todo cambia y el ambiente se vuelve tan... Tenso. Horrible.
    Por cierto, capítulo genial y Paul adorable con el pequeño John y Charlie (L) ¡Si es que este hombre me encanta!
    Quiero saber qué es lo que realmente ha pasado entre John y Paul. Unos buenos amigos como ellos no pueden terminar así. ¡No pueden!
    Espero con ansias el siguiente capítulo. ¡Un beso! :)

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  2. Pobre John...pobre Paul...pobre Stuart u__u es una de las épocas que más odio de los Beatles, es tan triste y oscura, pero supongo que es una parte como cualquier otra y no queda más remedio que vivir con ello, pero ¡tú lo haces mucho más fácil de leer Lara! Sigue escribiendo así, me encanta :) y ¡RINGO Y YO NOS HEMOS MUDADO JUNTOS! awww *wwww*
    Muchos besos :3

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