REMINDER: El regreso de Merce había sido finalmente conocido por todos los integrantes del grupo y demás personas cercanas. Un gran interés por la reacción de Ringo Starr teníamos todos, pero fue bastante decepcionante al no darle importancia a su antigua gran 'amiga'. Por otra parte John, antiguo novio de Charlotte y padre del hijo que tienen en común, descubrió el interés que uno de sus mejores amigos, Paul, tuvo y tiene en su antigua novia. Ahora el grupo junto a conocidos se dirigirán hacía una nueva experiencia.
Bangor; Verano, Agosto 1967.
Habíamos asistido a aquella
conferencia dada por el Maharishi Mahesh Yogi, en el Hilton, en Londres. Fue
una extraña experiencia, donde aquel hombre explicaba bellas cosas sobre su cultura, finalizada nos acercamos todos a hablar con él y nos propuso ir a
Gales, donde continuaba dirigiendo una conferencia de diez días, sobre el
movimiento de Regeneración Espiritual.
Por lo que aceptamos y continuamos
nuestro viaje a Bangor, durante el fin de semana. Mick junto a Heidi aceptaron
venir con nosotros y tras coger el tren y lamentablemente dejando por primera
vez solo a mi hijo durante dos noches con la señora Smith, marchamos hacía
Bangor.
La primera noche dormimos en estancias
con literas dentro de la universidad de Bangor, cosa que a la que no estaban
acostumbrados los chicos, a la mañana siguiente asistimos a la conferencia dada
por Yogi, donde asistieron nada menos que unas 300 personas.
Era todo un mundo completamente
diferente al que habíamos vivido, te encontrabas en un santuario lleno de
flores, que se ofrecían como ofrenda y observabas todo lo que hacía Maharishi.
Estábamos viviendo en una nube, donde
no notabas el tiempo pasar, hasta que el Domingo, después de comer, me encontraba
en mi habitación que compartía con Merce, Paul y George. El teléfono público
comenzó a sonar y sin prisa lo descolgué.
Tu: ¿Dígame? – Pregunté interesada.
- ¿Charlotte? – Preguntó la voz
– Soy Peter Brown, necesito hablar urgentemente con Paul.
Tu: Eh... claro Peter.
Asentí extrañada, al ver como el
asistente de Brian Epstein llamaba, y a parte tenía aquella voz entrecortada.
Miré a Paul y le pasé el teléfono, el cuál me miró extrañado.
Tu: Es Peter. – Le expliqué – Quiere
que te pongas urgentemente.
Paul: Dime Pete. – Dijo mordiéndose
las uñas.
Nuestras tres miradas se dirigieron
hacía Paul, el cuál de repente abrió los ojos de par en par y centró su vista
en George, que se acercó con preocupación y cogió el brazo de Paul que en esos
instantes comenzaba a temblar.
Paul: Avisad... a los demás. – Balbuceó
nervioso y continuó hablando por teléfono.
Con preocupación me dirigí a la
habitación que compartían John, Ringo, Heidi y Mick. Llamé a la puerta y tras
ser abierta por John le expliqué lo que estaba pasando.
John: ¿Peter Brown? – Preguntó - ¿Y
que ha ocurrido?
Tu: No lo sabemos, es Paul quién está
hablando con él. – Le expliqué.
John abrió de repente la puerta y al
parecer Paul ya había colgado el teléfono y se encontraba hablando con George,
ambos sentados en una cama.
John: ¿Qué es lo que ha ocurrido? –
Preguntó nada más entrar.
Paul hizo un gesto para que cerrásemos
la puerta detrás de nosotros, y tras hacerlo se levantó y se acercó a John.
Paul: Peter, me acaba de decir que… -
Murmuró lentamente – Que han encontrado a Brian…
Ringo: ¿Qué han encontrado a Brian
que? – Preguntó nervioso.
George: Que lo han encontrado muerto.
– Murmuró.
Un asombro y más tarde un silencio se
apoderó de la habitación, los ojos completamente abiertos de John, las manos en
el rostro de Ringo, los suspiros de Paul y los brazos cruzados de George,
mostraban símbolos de tristeza e incomprensión.
John: No puede ser. – Murmuró - ¿Qué
significa eso? ¿Cómo que lo han encontrado?
Paul: No lo sé John, no lo sé. – Negó
medio gritando - ¡No se que hacer!
Tras aquella noticia había entrado en
un estado de Shock instantáneo, donde un alboroto prominente desde fuera me
sacó de él. Asomé mi cabeza por la ventana y pude comprobar a un grupo de
periodistas y fotógrafos agolpándose en la entrada.
En cuanto los vi, supe a lo que
venían, me acerqué a Ringo que era el que estaba a mi lado, y el que sabía que
tenía el carácter más calmado.
Tu: Hay un gran número de periodistas
y fotógrafos esperando cientos de respuestas por vuestra parte. – Le susurré.
Ringo: Si ya teníamos suficiente con
esto… - Murmuró.
John: ¿Qué ocurre ahora? – Preguntó
con frustración.
Ringo: Al parecer tenemos unos
periodistas esperando con decenas de preguntas. – Miró por la ventana.
Tu: No se van a marchar sin tener un
comunicado vuestro. – Les expliqué.
John: Yo lo haré. – Afirmó – Yo seré
quien baje y les daré ese comunicado que quieren.
Hubo un silencio, que volvió a ser
roto por John.
John: Alguien tiene que marchar hacía
Londres. – Explicó – Y se tiene que ocupar de todo lo que está sucediendo allí.
Otro momento de silencio, donde todos
se comenzaron a mirar entre ellos, para saber quien regresaría cuanto antes a
Londres.
John: Paul deberías ir tú. – Explicó –
Coge el primer tren que vaya a Londres, regresa y observa todo lo que ha
ocurrido. Por cierto, márchate con Charlotte.
Tu: ¿Conmigo? – Pregunté.
John: Si. – Asintió – John estará
deseando que regresemos, nosotros cogeremos el próximo tren cuanto antes.
Mientras John bajaba junto a los demás
para enfrentarse a la prensa, Heidi y Merce me ayudaban con el equipaje.
Merce: Aún no me lo puedo llegar a
creer. – Murmuró recogiendo la ropa.
Heidi: No lo comprendo. – Murmuró – Ha
tenido que ser un accidente.
Tu: Eso no lo dudamos. – Susurré.
Cerré la maleta y salí al pasillo
donde se encontraba Paul con su equipaje y junto a Mick, que le apretó
amigablemente el hombro.
Mick: Todo se solucionará. – Dijo
estrechándole la mano.
Paul: Ahora mismo no veo la solución.
– Murmuró dedicándole un gesto amable.
Me despedí de mis queridas amigas y
del joven Mick, y junto a Paul salimos por una puerta trasera donde se
encontraba un coche que nos llevaría a la estación.
Fue un corto trayecto, pero
silencioso. Seguí a Paul entre aquellas personas, donde la mayoría no se
percataban de quien era, pero siempre llevábamos dos policías junto a nosotros,
hasta que subimos al tren.
Paul: No me esperaba que me dijese
aquello Peter. – Murmuró dándole una calada al cigarrillo – Cualquier cosa
menos eso.
Asentí sin saber que responder a lo
que acababa de decir, y repetí su gesto de mirar por la ventana.
Paul: No quiero pensar lo que debe
estar ocurriendo allí en Londres. – Murmuró – Ni lo que ocurrirá, tampoco.
El silencio fue nuestro aliado en el
camino.
Paul: ¡Por dios! – Exclamó – Charlotte
dime algo.
Tu: El caso es que no se que decirte
James. – Le expliqué – No sé, ni que decir antes, ahora ni lo que diré. Brian
era como un padre para mi, siempre atento a lo que hacía y fue la persona que
me sacó de Liverpool y me dio un trabajo y una vida. – Me sinceré – Y ahora no
está.
Las lágrimas se comenzaron a acumular
en mis ojos, y eso hizo que cambiase de sitio Paul, y se sentase a mi lado.
Paul: Lo sé. – Besó mi mejilla e hizo
que apoyase mi cabeza en su hombro – Él no era nuestro mánager, era mucho más
que eso, era nuestro amigo, era otro de nosotros.
Cerré los ojos, y casi sin darme
cuenta me quedé dormida apoyada en el hombro de Paul.
Al notar unos suaves roces por mi
mejilla, fui abriendo lentamente los ojos y me topé con aquellos ojos color hazel,
que me dedicaban una dulce sonrisa.
Paul: Acabamos de llegar. – Susurró –
Debemos bajar del tren si no queremos que nos lleve de vuelta a Gales.
Tu: Lo siento. – Me disculpé – Me he
dormido.
Paul: No te disculpes. – Sonrió
tristemente – No me ha molestado, al menos se te veía tranquila y calmada.
Le devolví una triste sonrisa, y tras
recoger Paul ambas maletas bajamos del tren, donde como en la anterior estación
había un coche esperándonos, preparado para llevarnos.
- ¿Dónde les gustaría que les
dejaran? – Preguntó amablemente.
Tu: Marylebone St. – Le dije.
Paul: Cuando deje a la señorita,
lléveme a mí, a Cavendish Avenue. – Le dió la dirección de la nueva casa que se compró
hace un año – En St. John’s Wood.
- De acuerdo. – Asintió.
Tal y como le había dicho en menos de
diez minutos me encontraba enfrente de mi puerta de casa.
Paul: Ya estas en casa. – Asintió – Yo
iré, dejaré el equipaje y hablaré con Peter.
Tu: De acuerdo Paul. – Asentí –
Avísame en cuanto sepas algo nuevo.
Paul: Descuida. – Asintió – Te llamaré
en cuanto sepa cualquier cosa.
Me despedí de él con un cálido abrazo,
y un beso en la mejilla, pero antes de que pudiese cerrar la puerta del coche.
Paul: Por cierto. – Recordó – Dale un
beso a John de mi parte, y dile que estoy deseando verle. Que en cuanto pueda
me pasaré y le levaré un regalo que tengo para él.
Tu: Tranquilo. – Sonreí – Se lo diré.
Adiós y gracias Paul.
Paul: Buenas noches Charlotte, descansa.
El coche arrancó y junto con mi maleta
abrí la puerta de casa. Me acordé de lo tarde que era y evité hacer mucho ruido
por si John estaba durmiendo y la señora Smith también. Pero una pequeña
lucecita alumbraba en el salón.
Sr. Smith: ¿Charlotte? – Preguntó -
¡Oh! Querida, que alegría de verte. Supongo que habrás regresado antes por la
terrible noticia. Están todos los medios de comunicación conmovidos con ella.
Tu: Eso parece señora Smith. – Asentí
lamentada y me caí en el sillón.
Sr. Smith: Que terribles noticias. –
Murmuró – Acosté a John hace unas horas. ¿Necesita alguna cosa? ¿Preparo té o
algo?
Tu: No te preocupes. – Negué con la
cabeza – Si lo deseas puedes ir a dormir, yo iré a ver a John y también me
acostaré.
Sr. Smith: Si necesita alguna cosa
querida, ya sabe donde estoy. – Sonrió.
Tu: Muchas gracias. – Le devolví la
sonrisa y me encaminé hacía la habitación de mi hijo.
Abrí lentamente la puerta y vi como
estaba recostado en aquella cuna de madera blanca que fui a elegir con John.
Una manta de color azul tapaba su cuerpo y en aquellos momentos una imagen de
John durmiendo en la cama junto a mi vino a mi mente.
Creo que aquella fue de las noches más
duras para mi, y en la cuál no dormí, aquellos acontecimientos y sentimientos
que tenía que guardar para siempre, hacía John regresaron para no dejarme
dormir.
RESPUESTAS.
Mer Starkey: A mi también em hacen sacar una sonrisa los tweets que me envias y si ya se ha acabado este año y por cierto FELIZ 2013. Pues la reacción de Ringo fue extraña, pero es una duda que aún no se ha conocido y veremos si se descubrirá más adelante. Un besito enorme.
Gaby Lennon: Ya veremos si Paul aprovechará para decirle algo a Charlotte o no será así. No sé si llegarán a estar en algún momento John y Charlotte juntos, pero nunca se sabe lo que puede ocurrir, tal vez el amor vuelva a resurgir o no. Espero que estés pasando unas felices Navidades y Feliz año nuevo. Un beso.
Beatriz: Muchas gracias a ti Beatriz por leerla, no importa que no hayas podido comentar antes yo me alegro que la leáis. La verdad es que las cosas se me ocurren por si solas, pensar en ellos y como me gustaría que fuese la historia y me vienen de repente, un Feliz año nuevo y un besito muy grande.
¡BRIAAAAAN! ¡NOOO! Esta es una de las partes más tristes de la historia de los Beatles u_u
ResponderEliminarMe enantó el capítulo, parece todo tan real. ¿Qué pasará conmigo y Ringo? ¡Quiero saber!
Sube pronto por favor Lara, escribes como una Diosa *___*
Muchos besos y feliz año 2013 :3
¡¡¡No lo puedo creer!!! Brian Murió :c
ResponderEliminarMe encanto el capitulo.
¿Tienes twitter? :D ¿Me lo podrías pasar? Claro si quieres. x3
Espero que la sigas te mando muchos saludos.
AAaaaaaaah noooooooooo! Brian D`: Cada vez que nombran su muerte me pongo a llorar, soy muy sensible u____u xDD
ResponderEliminarMe ha encantado y espero que Paul aproveche para ligar ;)
¿cuál es tu twitter?? y soy @The_Mcb4 (Beatrice Queentero)
Muchos besoooooooos, me encanta tu realismo (? al escribir, es tan esagaeg*_* te quedas pensando tantas cosas... cómo lo pasaron los pobres, y sobre todo me quedo pensando en John, el fue quien más sufrió :(