Hola a todos. Hoy os voy a dejar un capítulo corto, pero intenso, que marcará la historia que estoy redactando. Muchas gracias a todas las personas que como siempre comentan, leen y se pasan por mis blogs. Este capítulo quiero dedicárselo a mis queridas Ary y Gaby, espero que os guste a todos.
Liverpool; Invierno, Diciembre. 1967
Aquel último día del año, había salido
tormentoso.
Acababa de vestir a John con su
pequeño traje negro, aún no me había dado tiempo a vestirme y ya se estaba
haciendo la hora para marchar a casa de la tía Mimi.
Tu: Mamá. – La llamé - ¿Quieres hacer
el favor de traer los zapatos para John y ponérselos?
Madre: Ahora mismo voy. – Asintió.
Me estaba haciendo un recogido en el
pelo, el vestido lo había usado simplemente un par de veces, y ambas fueron
para actos públicos con el grupo.
Madre: Cielo, ¿Ya estás lista? – Me
preguntó asomándose por la puerta del aseo.
Tu: Cinco minutos. – Le dije acabando de
ponerme el carmín cuando empezó a sonar el teléfono - ¡Oh por Dios!
Me acerqué corriendo a por el
teléfono, era Heidi, comencé a hablar con ella, bueno mejor dicho intentar,
porque al parecer habían interferencias.
J. Stuart: ¡Mamá! – Exclamó de brazos
cruzados.
Madre: Cielo, el taxi ya está aquí. –
Me dijo observándome preocupada.
Me aparté el auricular de la oreja.
Tu: Marchaos en el taxi. – Les dije –
Ahora iré yo en coche.
Madre: ¿Estás segura? – Me preguntó –
Hace un gran vendaval y tormenta.
Asentí nerviosa, por no poder escuchar
a Heidi al otro lado, me intentaba decir algo que le había sucedido, pero no
escuchaba nada.
Tu: Hei, no te entiendo. – Le expliqué
esperando que me escuchase – Te oigo entrecortada y no comprendo nada. ¿Heidi?
Al parecer se había cortado, y no
había llegado a entender nada. Volví a marcar su número suyo de Manchester,
pero ahora mismo me estaba comunicando.
De pronto el sonido del teléfono me
asustó, haciendo que pegase un salto del sillón. Lo cogí corriendo esperando
que fuese Heidi, pero por mi sorpresa no fue ella.
John: ¿Charlie? – Dijo en la otra
parte del auricular - ¿Esta Paul contigo?
Tu: ¿James? ¿Conmigo? – Pregunté extrañada – Pues claro que no. ¿Por qué?
Tu: ¿James? ¿Conmigo? – Pregunté extrañada – Pues claro que no. ¿Por qué?
John: Acaba de llegar su padre,
pensando que estaba aquí. – Me explicó – Y aquí aún no ha llegado, y en su casa
tampoco estaba.
Tu: Pues no tengo ni idea John. – Le
dije – Pero conmigo no está aquí.
John: Estúpido. – Murmuró - ¿Dónde se
habrá metido? Anoche no durmió en su casa.
Tu: ¿Cómo? – Pregunté extrañada – Ayer
me topé con él en Blackpool.
John: ¿En Blackpool? – Exclamó
extrañado – Cuando le encuentre…
Tu: John, mi madre y John van para
allá. – Le dije – Me he retrasado por una llamada de Heidi. ¿Tienes idea de
donde puede estar ese estúpido?
John: No lo sé Charlie. – Dijo.
Tu: Yo no tardaré en llegar. – Le
expliqué – Ahora nos vemos.
John: Esta bien. – Murmuró.
Colgué el auricular, y subí al piso de
arriba para acabar de arreglarme. Ya había cogido el bolso y el abrigo cuando
el teléfono volvió a sonar.
Tu: ¡Por Dios! – Exclamé - ¿Dígame? –
Pregunté pero nadie respondió - ¿Hola? ¿Heidi?
Tras hacer varias preguntas sin
respuesta, colgué de los nervios y me dirigí hacía la puerta principal con un
paraguas en la mano.
Abrí el pomo mientras rebuscaba las
llaves para cerrar después, dentro del bolso. Per al abrir la puerta y echar a
caminar hacía delante me topé con una figura masculina delante de mi.
Tu: ¿Pa-Paul? – Pregunté observando su
rostro completamente empapado- ¿Qué haces aquí?
Le miré de arriba abajo, sus ropas
estaban mojadas y tenía rasguños en la mano, más bien en los nudillos, que se
debía de curar inmediatamente.
Paul: Perdóname. – Dijo y carraspeó –
Disculpa por presentarme así, pero…
Tu: Entra inmediatamente Paul. – Le
dije cerrando la puerta a sus espaldas - ¿Sabes que tienes a los chicos y a tu
familia preocupados? ¿Se puede saber donde te habías metido? ¿Dónde dormiste
anoche? Será mejor que vaya a por unas toallas y también te curaré esa herida. –
Estaba enfadada – Eres de lo que no hay.
Tu: ¿Dónde pasaste la noche? – Exclamé
enfurecida - ¿Te crees que es normal que desaparezcas, así porqué si?
Paul: Tenía que aclarar unas ideas.
Tu: ¡¿Unas ideas?! – Alcé los brazos -
¿Y no podías haberlas aclarado durmiendo en casa?
Paul: ¡No! – Exclamó negando – No podía
aclararlas en casa.
Tu: Eres estúpido James. – Bufé y me
dí media vuelta para subir al piso de arriba.
Paul: Espera Charlotte. – Exclamó
sujetándome del brazo.
Tu: ¿Ahora que diablos sucede James? –
Me giré molesta.
Y de pronto, sin ni siquiera poder
acabar de girarme, Paul acortó nuestra distancia, fundiendo nuestros labios. Aquella
acción me pilló de improvisto, tanto que aún tenía los ojos abiertos, y veía
aquellos ojos hazel cerrados a escasos centímetros de los míos.
Poco a poco fui cerrando mis ojos, y
sin apenas darme cuenta estaba disfrutando tanto como él de aquel momento.
¿Cómo podían ser esos labios tan
suaves? ¿Cómo un simple beso lento, podía tener tanta intensidad?
Acariciaba mi cabello con la mano,
mientras que con la otra me sostenía firmemente por la cintura, porque sabía
que si no lo hacía caería ahora mismo al suelo.
No quería que aquel momento finalizase
nunca, pero eso ocurrió. Aquel beso, realmente perfecto, se rompió apartándose
lentamente de mí, abrí despacio mis ojos y me topé con Paul justo enfrente mío,
con unas mejillas completamente enrojecidas, esperando que pronunciase algo de
mis labios.
Tu: ¿Cómo…? – Musité.
Paul: Lo lamento Charlotte. – Susurró –
No sé lo que me pasó por la cabeza.
Tu: Paul… - Dije con un hilo de voz.
James en aquel momento negó con la
cabeza y alzó las manos para que no dijese nada, expresaba en su rostro el
terror de lo que podría decir en aquellos instantes, y prefirió que no hablase.
Paul: Será mejor que me marche. – Se dio
media vuelta y cogió aquel abrigo empapado que había traído.
Tu: ¡Paul! – Exclamé – Acabarás cogiendo
un resfriado, no puedes marcharte así.
Paul: No importa Charlotte. – Dijo abriendo
la puerta – No debería de haber venido.
Y tal y como había venido se volvió a
marchar, dejándome allí sola, sin saber que hacer ni que decir, con miles de
dudas en mi mente.
Fue... Tan... ¡PERFECTO! Me encanto. ¡Gracias, gracias, gracias! Enloquecí al ver mi nombre. Fue corto pero quede satisfecha y me alegro el día. ¡Paul fue tan adorable! (: Gracias por el capitulo espero que sigas pronto.
ResponderEliminarTe quiero mucho.
Muchos besos y abrazos.
iouhuevgh ¡POR QUE LA BESÓ! *corre en círculos* ¡PORQUE NO SIGUIERON BESÁNDOSE! *corre más* ¡TENÍAN QUE HACER EL AMOOOOOOR! kjiasnfvsdivn ¡FUE PERFECTO!
ResponderEliminarSube pronto, ¡quiero saber que pasa entre Ringo y yo! *w* (egoísta hasta el final xD)
Besoooos <3
Lo hubieras violado Charlotte!!! XD la verdad si!! Para mí? De verdad? *__* Disculpa si no comente o leí pero es que en mi pueblo no había Internet :( por cierto, no no vivo en un pueblo, pero yo le digo así XD
ResponderEliminarGracias, por cierto, el capítulo . ..
Perfecto!!!
Paul!!!
Charlotte!!
Todo!!
Sube pronto
estoy super emocionada!!
Por cierto, si lo lees con la canción de Magic Works de The weird sisters es Ufffff