London;
Verano, Septiembre. 1967
Había cogido un pequeño suéter color
marrón y lo había guardado en el bolso del carrito, por si más tarde hacía algo
de frío. Llevaba feliz a John sentado mientras se entretenía con un pequeño
peluche de oso, aquel que le había regalado John.
Caminaba a través de Regent’s Park,
había salido un precioso día soleado, que para ser 1 de Septiembre hacía un
agradable tiempo.
Los niños corrían persiguiéndose los
unos a los otros, parejas paseaban cogidas de la mano, otros aún se compraban
un cucurucho de helado… Hacía un bonito viernes.
Tras dar un pequeño paseo, salimos
dirección a la zona donde vivía Paul, en St. John’s Wood. Siempre había sido
una zona residencial bastante tranquila, perfecta para vivir allí, sin mucho
alboroto de la ciudad.
Llamé al timbre, mientras el pequeño
miraba atento a todo lo de su alrededor, y al minuto la puerta se abrió
dejándome ver a un Paul sonriente.
Paul: Buenos días. – Saludó feliz –
Buenos días a ti también John.
Rió y sacó al pequeño del carro, que
era lo que estaba deseando nada más verle. James besó mi mejilla y con una mano
condujo el carro por el camino de piedras para dentro.
Paul: Confiaba en que vinieseis a
hacernos una visita. – Sonrió - ¿Dónde está Martha? ¡Oh, mira!
Su preciosa perrita ovejera apareció
por el jardín y se me acercó corriendo, deseando que le acariciase.
Paul: Mira John. – Dijo - ¿La
acariciamos?
John no estaba del todo convencido,
pero al tenerle cogido Paul, no dudo en asentir. Ambos se agacharon y
comenzaron a acariciar a la preciosa perrita.
Tu: Sería una fotografía preciosa. –
Dije observando la escena – Lástima que me dejase la cámara fotográfica en
casa.
Paul comenzó a reír mientras sus
mejillas asombrosamente obtenían un rosado color, tras lo que había dicho.
Paul: Bueno… - Murmuró – Había pensado
en ir a dar un paseo, así saco a pasear a Martha y John puede jugar.
Tu: ¿Salir a pasear? – Dije con una
sonrisa graciosa – Contigo resultaría bastante complicado hacerlo Paul.
Paul: Conozco lugares, donde me es más
sencillo. – Rió.
Tu: ¿Lugares donde no se te echen
encima Señor McCartney? – Pregunté riéndome – Me gustaría verlo.
Paul chocó las manos y cogió a John en
brazos otra vez, mientras cogía la cadena de Martha que estaba en el pomo de la
puerta.
Paul: ¿Vamos? – Preguntó sonriente.
Asentí y salimos a la calle donde pude
ver aparcado su Mini Cooper que tanto quiere, caminábamos por la acera,
mientras Paul estaba junto a Martha y el pequeño John caminaba a mi lado sosteniendo mi mano.
Paul: Hoy ha salido un buen día. –
Sonrió – El sol brilla y apetece salir a pasear.
Tu: Evidentemente. – Asentí sonriendo.
Paul: ¿Sabes? – Comenzó a explicar –
Esta tarde quería proponerle a los demás de continuar con el proyecto de
Magical Mystery Tour. Se me ocurrió la idea de hacer un largometraje.
Tu: ¿Cómo A hard day’s night o Help? –
Pregunté interesada.
Paul: No. – Negó pensativo- Algo
diferente, algo que se centre en la palabra ‘Tour’, se centraría en un viaje en
autobús, pero un viaje con misterio.
Asentí atendiendo a cada una de sus
palabras, era un nueva experiencia donde se adentrarían, por supuesto si los
demás aceptaban la idea.
Llegamos a un pequeño parque, no tan
grande como Hyde Park o Regent’s Park, pero igual de bello y encantador. Se
podían divisar diversas familias sentadas tomando el almuerzo y niños
correteando con la cometa que volaba con el viento.
Encontramos un buen y agradable sitio
cerca de un río, tranquilo y alejado, saqué del carro una pequeña manta a
cuadros que la coloqué encima del verde césped.
Paul: Ya es hora de que te suelte
Martha. – Le quitó la correa – ¡Corre!
John observaba justo al lado de Paul
como Martha corría libremente por la ladera separada por el río.
J. Stuart: ¿Martha? – Preguntó con el
ceño fruncido mirando a Paul.
Paul: Tranquilo. – Dijo sentándose a
mi lado – No tardará en venir.
Y así fue, la perrita ovejera se
aproximó con un pequeño palo de madera en la boca, Paul se lo quitó y lo lanzó
para que después viniese otra vez.
Paul: ¿Quieres hacerlo tú John? – Le
preguntó.
El pequeño asintió y esperó a escuchar
la explicación de James.
Paul: Toma. – Le tendió el palo –
Ahora lánzaselo lo más lejos posible.
Su lanzamiento no fue muy lejano y
cayó al césped debido a la fuerza que le proporcionó.
Paul: ¡Hey! – Rió levantándole – Muy
bien hecho John. Ahora volverá y te lo dejará para que se lo vuelvas a lanzar.
Estuve contemplándoles por un periodo
de tiempo en el cuál mi mente se evadió y los problemas se marcharon de ella.
Cosa que no pasaba desde hace un largo tiempo, quizás desde antes de finalizar
la relación con John.
Paul: Se lo está pasando en grande. –
Se acomodó junto a mi - ¿Te encuentras bien?
Tu: ¿Dime? – Pregunté sin haber
prestado atención a lo que acababa de decir.
Paul: ¿En que estás pensando? –
Preguntó.
Tu: En nada. – Le dediqué una sonrisa
– Simplemente observaba a John.
Paul: Te dije que este lugar era muy
tranquilo. – Cerró los ojos y tomó aire observando al sol – Me gusta venir a
pensar, cuando he tenido un largo día en los estudios.
De repente mi mente recordó que Merce
no tardaría en marcharse de regreso a los Estados Unidos y pensé que sería el
momento perfecto en saber si Paul sabía algo de la actitud de Ringo con ella.
Tu: Acabo de recordar que Merce marcha
la semana que viene a América. – Comencé a decir.
Paul: ¿Tan pronto? – Preguntó
extrañado – Pensé que se quedaría más tiempo.
Tu: No. – Murmuré – La verdad es que
fue una agradable sorpresa que viniese.
Paul: Si. – Asintió – Aunque no fue
para todos tan agradable.
Tu: ¿A que te refieres? – Pregunté
interesada.
Paul: Ya sabes. – Se encogió de
hombros – La actitud de Ringo de evitarla en todo momento, para él no fue
agradable que regresase.
Tu: Oh. – Me sorprendí – Pensé que
todo el pasado estaba olvidado, y que se alegraría de volver a verla.
Paul: Algunas personas se forman
corazas frente al pasado Charlotte. – Me explicó – Es difícil de superar
algunos momentos y es preferible huir de ellos sin más. Es lo que está haciendo Ringo se crea
una coraza y la intenta evitar. No quiere volver a pasar por lo mismo otra vez
más.
Tu: Comprendo. – Asiento – Creo que yo
también debería hacerme una coraza en algunas situaciones.
Aquello lo dije susurrando, pero al
parecer Paul lo escuchó porque no tardó en observarme silenciosamente, mientras
yo miraba a mi hijo jugar.
Tu: Que tarde se ha hecho. – Observé
el reloj – Creo que sería mejor ir regresando, John tiene que comer y tú
también deberías. Y a nosotros nos queda un camino para llegar a casa.
Paul: ¡Oh! – Exclamó levantándose –
Sinceramente estaría encantado de que os quedaseis a comer. – Sonrió y mostró
su preciosa sonrisa.
Tu: Muchas gracias Paul, pero la
verdad es que ya dejé la comida preparada para cuando regresásemos. – Le
expliqué recogiendo la manta de cuadros.
Paul: Vaya… - Murmuró - ¡John! –
Exclamó acercándose a él - ¿Te apetecería comer hoy en casa de tío Paul?
Miré con un tono asombrado y gracioso
a Paul, que estaba ganándose a mi hijo para que así nos quedásemos a comer en
su casa.
J. Stuart: ¡Si! – Exclamó sin
pensárselo dos veces.
Paul: Creo que a John le hace mucha
ilusión. – Rió sabiendo que había conseguido lo que se proponía – Puedo
preparar pescado con patatas o carne con verduras y de postre tengo pastel de
manzana. Y a John le podemos preparar alguna cosa que le guste. ¿Qué te parece?
Reí aceptando mi derrota, y sabiendo
que finalmente comeríamos hoy en casa de Paul.
Tu: No queremos molestar Paul, la
verdad es…
Paul: No vuelvas a repetir nunca más
esa frase señorita. – Dijo arqueando las cejas – Estoy encantado de que os
quedéis a comer y lo repetiré las veces que sea necesario Charlotte.
Durante el camino a casa de Paul nos
cambiamos los papeles, en este momento yo llevaba a Martha y John iba cogido en brazos de Paul.
Paul: ¡Escalón! – Exclamó dando un
pequeño salto.
John rió y le imitó, llegamos a su
casa, había sido un paseo tranquilo sin ningún incidente. ¿Quién lo iba a
decir?
Solté la correa de Martha que corrió
por el jardín de su casa feliz.
Paul: ¿Entramos? – Preguntó cogiendo a
John en brazos.
Me dejó pasar caballerosamente delante
de él y observé aquella casa por dentro, la cuál hacía años que no la veía y
casi ni recordaba.
J. Stuart: ¿Comer? – Preguntó.
Tu: ¿Tienes hambre? – Le dije
agachándome a su lado.
El pequeño asintió y cogiéndole de la
mano seguí a Paul hacía la cocina.
Tu: ¿Quieres que te ayude a preparar
la comida? – Le pregunté.
Paul: Oh, no hace falta. – Me
respondió con una sonrisa en sus labios – Yo me encargo de todo.
Tu: No creerás que tras haber aceptado
tu invitación a regañadientes, no haga nada para ayudarte. – Le expliqué.
Paul: ¿Así que a regañadientes
señorita Sutcliffe? – Preguntó interesado – Me esperaba que se alegrase de mi
invitación.
Tu: Me alegro de su invitación. –
Asentí – Pero sabe que no me gusta molestar y mucho menos no ayudar cuando me
invitan a algo.
Paul: Usted misma lo ha dicho. –
Asintió – Invita, lo que viene siendo usted es una invitada, lo invitados no
hacen el trabajo.
Finalmente tras aquella lucha por
ayudar acabé ganando en parte, puse la mesa y ayudé a hacer la salsa para la
carne y la sopa para John, que se encontraba observando a su padre y sus
llamados tíos en diversas portadas de LPs, que Paul tenía a la vista.
Paul: Ya esta. – Dijo sonriente
poniendo la carne encima de la mesa – Vamos John, hay que comer. ¡Vaya! Veo que
has encontrado los discos.
Tu: Tranquilo lo tengo vigilado, para
que no rompa nada. – Me acerqué a Paul.
Paul: Tranquila, no importa. – Dijo –
Aún no me creo que hayan pasado cinco años desde que salió el primero. Han
pasado muchas cosas.
Asentí sintiendo la melancólica voz
que estaba poniendo Paul en estos momentos.
Los tres nos sentamos, al pequeño John
le pusimos unas silla alta con diversos cojines y le aseguramos de que nos cayese
al moverse.
Tu: Vamos John tienes que comer. – Le
dije intentado que abriera la boca – Como no comas después no jugarás con
Martha.
El pequeño abrió la boca obligado, y
Paul contemplaba la escena con una sonrisa en la boca.
Paul: ¿Quieres que el tío Paul te dé
de comer? – Preguntó dejando los cubiertos.
John asintió con una sonrisa y
se carcajeó.
Tu: De verdad no hace falta. No te
molestes. – Le dije dejando la servilleta y cambiándole el sitio a James.
Paul: Sabes que no es molestia Lotte. –
Sonrió dulcemente.
¿Lotte? Me pregunté en mi interior con
arqueando las cejas.
Paul: ¿No te gusta? – Me preguntó
horrorizado al ver mi mueca – Disculpa, no sé porque lo he dicho sinceramente.
Soy un estúpido.
Tu: No. – Negué sonriente – Para nada
Paul. Me gusta como ha sonado. Recuerdo que ya llamaste así una vez.
Supe por un instante que este momento
se me iba a quedar clavado en mi memoria, y años después reconocí la cara que
estaba poniendo en esos instantes, tal vez una cara de ¿enamorada?
Y aquí os dejo este nuevo capítulo interesante. Siento no responder los anteriores comentarios pero no tengo nada de tiempo ahora mismo, los responderé en el capítulo anterior. Muchas gracias por leer la historia y por los comentarios.
Lara!!! :D hace tiempo que no te . . . amm ¿Leo? bueno , la cosa es que el capítulo estuvo muy tierno , y me encanto la parte en donde Paul le dice Lotte , (no se si lo escribí bien) me encanto y por cierto aprovecho para preguntarte ¿por qué ya no te pasas por mi blog? de verdad me encantaría que pasaras y comentaras de vez en cuando.
ResponderEliminarEso es todo Lara.
Besos y saludos :)
Hey, hey, hey, *-* muy lindo el capítulo Paul, John pequeño, ''Lotte'' y Martha. Uffff :3 Hace mucho que no escribías me imagine que ya no la ibas a seguir.
ResponderEliminarEn fin, ME ENCANTO. ¡Tienes que seguirla! :)
P.D Soy ''Gaby Lennon'' Cambie de cuenta, Eso no importa. ¡SALUDOS! :D<3
¡PERDÓN POR NO HABER COMENTADO ANTES! ¡LO SIENTO ES QUE ESTUVE MUY OCUPADA ESTOS DÍAS!
ResponderEliminar¡Me encantó el capítulo! ¡Fue genial! Paul es tan tierno con Julian :3
¿A Ringo no le gustó que volviese? U___U Joooo, ¡YO TE AMO RICHIE! JAJAJAJA Ya me he vuelto loca otra vez >.< son tus capítulos, que son tan geniales, creo que me he enamorado de ellos jajaja.
Sube pronto por favor, ¡muchos besoooooos :3!
Oooooh! Lo amo! perdón por no comentar antes u____u
ResponderEliminarPaul es taaan *-*
y la protagonista es genial, me encanta, me encanta todo *-*
Sube pronto y muchos saludoos :3
¡Buenaash!
ResponderEliminarEn fin, llevo bastante tiempo leyendo todas las entradas de ste blog para ponerme al día con la historia y, por fin (¡POR FIN!), lo he conseguido. ¿Qué decirte? ¡Me encanta, me tienes enganchada!
Hace poco que me he empezado a interesar por los fanfics de The Beatles y, la verdad, encontrar uno bueno es realmente complicado. ¡Pero el tuyo lo es, sin duda alguna! Escribes bien, sabes hacerlo, y consigues que los personajes parezcan reales. Probablemente los diálogos es lo que más me gusta de la historia: las palabras que pones en boca de los chicos me suenan exactamente igual a como me los imagino diciendo a ellos. Has captado bastante bien sus personalidades, que es lo que más cuesta (por lo menos a mí) al escribir fics.
En resumen, que me encanta tu fic y que difícilmente te vas a librar ahora de mí (muajajaja). Así que, a partir de ahora, me tendrás pululando por aquí, fangirleando y elogiándote como todas xD
¡Un beso! :)