REMINDER: Al parecer el regreso de Charlotte, ha sido un grana ocntecimiento para todos. Tras tener una noche apasionada junto a John, aquella familia de tres personas llegaron al estudio, y el grupo se llevo una gran sorpresa al encontrarse con aquella chica junto a su hijo, que habían regresado a Londres. Cada uno sintió la vuelta de una forma, unos con alegría y emoción y otros con sentimientos que pueden volver a resurgir.
London; Verano, Julio 1967.
Narración Normal.
Finalmente acepté
pasar una temporada en mi anterior casa junto a John, hasta que encontré un
pequeño ático en la ciudad. Habíamos vuelto a contratar a la señora Smith que
nos ayudaba a cuidar al pequeño bebé mientras ambos trabajábamos por la mañana.
Heidi: ¿Algo nuevo e
interesante? – Preguntó acompañándome en mi momento de almuerzo.
Tu: ¿A que te
refieres? – Pregunté con extrañeza.
Heidi: ¿Cómo está la
relación entre tú y John? – Preguntó interesada.
Tu: Aprecio, amistad.– Le expliqué.
Heidi: ¿Después de lo
que ocurrió la noche de tu regreso? – Preguntó asombrada – Que extraño. Supuse
que volveríais a estar juntos.
Tu: Pues no ha sido así.
– Bebí un sorbo de mi café.
Heidi: ¿Te has
instalado finalmente en el ático? – Me preguntó.
Tu: Si. – Asentí – A
parte me viene bien que esté Marylebone, cogiendo el tren no tardo nada en
llegar a los estudios.
Heidi: Parece estar
bien. – Asintió.
Tu: Ayer llamé a
Michelle. – Le expliqué – Se alegró que regresase, esta tarde he quedado con
ella para ir a tomar té, me dijo que te avisase y que vinieses si te apetece.
Heidi: ¿Esta tarde? –
Se quedó pensativa – Había planeado ir con Mick a cenar, así que no creo que me
venga del todo bien.
Tras acabar el
almuerzo nos dirigimos otra vez camino a los estudios, donde se encontraban
acabando de grabar Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, que dentro de poco
saldría en LP.
B. Epstein: Charlotte,
dentro de poco nos pondremos con el diseño de la portada. – Me informó.
Tu: Claro Brian. –
Asentí.
Me acerqué a los
chicos los cuales se encontraban fumando en su periodo de descanso.
Paul: Bella señorita.
– Dijo sonriente - ¿Todo perfecto?
Tu: Si, Brian me acaba
de decir que pronto empezaremos con la portada del nuevo álbum. – Les expliqué.
John: ¿Cómo ha pasado
la noche John? – Preguntó interesado.
Tu: La fiebre se le
bajo antes de ir a dormir. – Le expliqué – Ha dormido toda la noche.
Ringo: ¿Estaba enfermo?
– Preguntó interesado.
Tu: Tuvo fiebre los
últimos dos días. – Le informé – Pero ya se encuentra mucho mejor, está con la
señora Smith.
John: Cuando acabemos
me pasaré a verle. – Explicó.
Tu: Cuando tu quieras
John. – Le dije – Por cierto vamos a celebrar el cumpleaños de John.
John: En Kenwood. –
Intervino – Y tú no estás invitado. – Señaló a Ringo poniendo voz de mujer.
Tu: Si estás invitado
Richard. – Bajé el brazo de John que señalaba a Ringo.
John: ¡Oh! – Exclamó
melodramático – Nunca se valoran mis opiniones. ¿Dónde nos llevará esto?
Tu: A ningún sitio. –
Dije encogiéndome de hombros.
John: Sinceramente no
sé como tomarme eso. – Arqueó las cejas pensativo.
Paul: Iré esta tarde a
comprar su regalo. – Intervino.
John: ¿Qué le vas a
comprar? – Preguntó olvidando la anterior conversación.
Paul: Aún lo tengo que
pensar John. – Le explicó.
Ringo: Yo le compraré…
John: Ni se te ocurra
aparecer con una batería. – Le informó.
Ringo: ¿Cómo voy a
aparecer con una batería? – Preguntó extrañado – Tiene un año, John.
Los chicos tras acabar la discusión,
finalizaron la grabación de Within You Without You, una canción cantada por
George, él cuál tenía una preciosa voz, y tocaba un instrumento llamado sitar,
un estilo hindú, según los chicos, se notaba en ella.
Me di cuenta, de que si recopilaba
todos los momentos vividos junto a ellos y los ordenaba, se podía ver un gran
cambio moral, físico y personal en cada uno de ellos.
George: No es tanto como parece. – Me
explicó – Siéntate aquí.
Me senté a su lado y observé como
tocaba aquel instrumento, que producía una dulce melodía.
George: ¿Ves? – Preguntó – Es
sencillo. Toma. – Me lo pasó a mis manos – Es parecido a una guitarra, se
podría decir que poniendo los dedos en las celdas y aplastando las cuerdas creas
diferentes sonidos. – Hacía lo que me explicaba – Si, así. Y ahora suavemente
tocas las cuerdas. ¡Ves! Tampoco es tan complicado.
Ringo que ahora mismo tenía mi cámara
fotográfica sacó una fotografía de la escena, que aún conservo.
Ringo: Charlotte aprendiendo a tocar
el Sitar. – Rió.
Tras tocar lo que me había dicho
George, se lo pasé a él que sabía como hacerlo realmente.
Narra
John.
Charlotte se encontraba ahora mismo
hablando con George y enseñándole como se utilizaba el Sitar, lo que a mi me
ayudó a escaquearme y por la puerta de atrás para fumar un cigarrillo,
tranquilamente.
Los acontecimientos ocurridos esta
semana habían llevado a mi cabeza a un extremo terrible de pensamiento. No
podía concentrarme completamente en las cosas, sin aparecer otros pensamientos
por medio.
La puerta se abrió detrás de mi y me
giré rápidamente para encontrar a Paul encendiéndose otro cigarrillo.
Yo: ¿Buscando un momento de tranquilidad?
– Le pregunté.
Paul: Eso parece. – Respondió – Oye
John. ¿Cómo están las cosas entre Charlotte y tú?
Yo: ¿A que viene esa pregunta? –
Pregunté interesado.
Paul: Mera curiosidad. – Respondió
encogiéndose de hombros, mientras daba una calada.
Yo: Yo la quiero Paul. – Le expliqué –
Pero sinceramente las cosas ya no son como antes.
Hubo un silencio amargo entre los dos,
el cuál me ayudó a reflexionar la situación en la que me encontraba
sentimentalmente.
Paul: ¿Y aquella japonesa? – Me
preguntó.
Yo: Yoko. – Le corregí – Fue una
simple noche.
Paul: ¿Charlotte lo sabe? – Preguntó.
Yo simplemente me dediqué a negar con
la cabeza. No lo sabía y tampoco creo que fuese lo más apropiado contárselo por
ahora.
Yo: La conocí en una exposición en
Londres. – Le expliqué a Paul – Fue una noche, no creo que la vuelva a ver.
Paul: ¿Pero tú quieres volver a
retomar tu relación con Charlotte? – Insistió.
Yo: ¡Paul! – Exclamé frustrado – Ya
basta. Me estás fusilando a preguntas. No sé lo que quiero ahora mismo. – Le expliqué - ¿A que vienen tantas
preguntas?
Tiré el cigarrillo al suelo y entré
con enfado a dentro de los estudios, dejando a tras a Paul, que estaba
desconcertado por mi comportamiento.
George: ¿Qué ocurre? – Preguntó al ver
lo alterado que había entrado.
Yo: ¡No para de hacer preguntas! –
Exclamé mirando a Paul – No hay un maldito lugar de tranquilidad para pensar.
Narración Normal.
Aquella noche John se quedó a cenar en
el ático, junto con el pequeño Stuart y conmigo.
Tu: ¿Qué pasaba antes en los estudios?
– Pregunté interesada – Escuché tus gritos.
John: Paul me puso de los nervios. –
Explicó.
Tu: ¿Por qué? – Me interesé.
John: Nada. – Se encogió de hombros –
No dejaba de hacer preguntas estúpidas.
Asentí y seguí comiendo el pollo que
la señora Smtih había preparado con sutileza, para nosotros.
Tu: ¿Las cosas van bien con los
chicos? – Le pregunté.
John: Si, todo marcha bien. –
Respondió para volver a hacerse el silencio – Había pensado en comprarle a John
un caballo de madera. ¿Qué te parece?
Tu: Me parece perfecto John. – Asentí
– Lo que tú quieras.
Ambos sabíamos que ya era hora de
aclarar las cosas entre nosotros, de saber en que momento estábamos ahora mismo
de la relación, tras mi marcha y con nuestro hijo por medio.
John: Tengo que decirte algo. – Dejó
los cubiertos a un lado – Cuando tú te marchaste a Hamburgo, conocí a una
mujer.
Escuchaba atentamente sus palabras,
aunque creía dentro de mí que ya sabía lo que me iba a decir.
John: Ella tenía una exposición en una
galería de arte de Londres. – Me explicó – Aquella noche me la lleve a casa, y
bueno, ocurrió lo que tenía que ocurrir.
Asentí lentamente tras haber escuchado
aquellas palabras y finalmente suspiré dejando yo también lo cubiertos a un
lado.
Tu: Esta bien. – Asimilé - ¿Y con eso
que quieres decirme John?
John: Que no creo que vuelva a ir todo
como antes Charlie. – Dijo mirando su comida.
Creo que en ese momento el corazón se
me partió en dos trozos, mi mitad y la mitad de John había adquirido en él.
John: Yo te quiero Charlie. – Dijo
mirándome a los ojos – Pero no creo que todo pueda volver a ir como antes. Te
quiero a ti y quiero a John, es mi hijo. – Explicó – Pero no creo que todo
vuelva a ser como antes.
Asentí, sabiendo que en el fondo todo
lo que decía era real y tenía toda la razón del mundo. Las cosas habían
cambiado y no volverían a ser como antes. Tal vez yo tuviese la culpa de ello,
por haberme marchado en su momento y no haberme quedado allí junto a él.
Tu: Lo entiendo John. – Asentí – Será
mejor que cada uno sigamos por nuestro camino.
John: Charlie. – Susurró – El amor que
tengo hacía ti quiero nunca se irá y el que tengo por John tampoco.
Tu: Lo sé. – Murmuré mirando mis
piernas.
Fue una noche realmente agridulce,
sabiendo que había perdido a John como un amor, pero que lo había ganado como
una gran amistad.
Han roto!!!! ¡¿Por que?! Si hacían muy buena pareja! NO seas cruel Lara! Por que!!!!! jajajajajajaja que dramática soy!!! jajajajaja
ResponderEliminarTIenes que subir pronto! Por favor!! Tienes que subir pronto que adoro tu fic Lara! Ya tengo ganas de volver a salir!!
Muchisisisisisisisimos besos y abrazos <3
No no no :( enserio ¿porque yoko arruina todo?
ResponderEliminaresto me mato .__.
ok no xDD oye cada vez me encanta mas e.e
Saludos ;D