17 de abril de 2012

18. Olympic Studios.


FLASHBACK

Slough; Primavera, Mayo 1963

Nos encontrábamos camino hacía el hotel, John se había desvanecido en el coche, le conseguimos bajar de la azotea y salimos sin hacer mella de nuestra presencia de aquel sitio.

George: ¿Qué te dijo allí arriba? – Susurró desde el asiento de delante – Le vi preocupado.

Tu: No le entendí bien. – Miré su cara acostada en mis piernas – Estaba ebrio y decía cosas sin sentido, incomprensibles.

George: Se le ve tan tranquilo – Dijo mirándole – Le prefiero así durmiendo que no importunando.

Ambos nos miramos y nos empezamos a reír, realmente se le veía tranquilo y relajado. El coche de atrás que llevaba a Ringo y a Merce frenó y ambos bajaron, entre George y Richard llevaron a John como pudieron a la habitación, mientras que Merce y yo nos ocupábamos de que Brian no nos encontrara por allí.

George: Ringo saca la llave. – Dijo sujetando él solo a John.

Ringo: ¡Espérate! Que no la encuentro. – Rebuscó por sus bolsillos – Aquí está.

Metieron a John en el dormitorio de ambos, ya que en el suyo Paul no respondía.

Tu: ¿Dónde estará? – Pregunté preocupada – Espero que no tarde mucho en llegar.

Saqué las llaves para entrar en mi habitación, estaba molida del largo día que habíamos tenido, pero Merce aún podía más y se bajó con Ringo a tomar una última copa al bar del hotel, mientras que George se quedó para estar con John.

Abrí la puerta y pasé dentro, con la luz que entraba por la ventana me guié hasta llegar a la cama donde caí rendida.

-¡Aaah! – Un gritó escuché detrás de mi.

Pegué un salto de la cama y me dirigí a encender las luces, con el corazón dentro de un puño.
Al hacerse la luz, pude comprobar como mi cama estaba ocupada por dos personas y al parecer una de ellas se me hizo bastante conocida.

Tu: ¿Paul? – Dije mirando el número que indicaban las llaves - ¿Qué haces aquí? ¿Y con…? ¿Paul?

Paul: Lo siento es que…

Tu: ¡Tápate por favor! – Chillé mirando hacía otro lado - ¿Cómo has entrado aquí? ¿Pero que haces aquí?

Paul: No quería que me pillase Brian, vigila nuestra habitaciones en todas las giras – Me explicó – porque sabe que esto puede ocurrir, por lo que pedí vuestra llave a recepción. Pensé que llegaríais más tarde, lo siento.

Tu: Mira James… - Dije cogiendo las llaves – Da igual, voy a tomar algo y ya subiré.

Paul: Pero Charlotte.

Salí de la habitación cerrando la puerta y bajé sin saber realmente como tomarme esto, fue verdaderamente embarazosa la situación.

FIN FLASHBACK

Londres; Primavera, Junio 1963

El timbre de la puerta sonó, recogí el bolso y apague las luces. Heidi se había ido no hace mucho a mirar un piso que había encontrado, realmente me parecía una chica muy alegre y simpática.

Bajé por el ascensor y allí vi su coche aparcado enfrente de la puerta, respiré hondo y entré dentro donde me encontré con un Paul serio.

Paul: Buenas tardes. – Dijo sonriendo forzosamente.

Tu: Hola James. – Suspiré y me puse el cinturón.

Paul: Antes de nada quería hablar contigo de lo que ocurrió en la gira. – Dijo girándose para mirarme a los ojos.

Tu: Paul, no hay nada de que hablar. – Dije – De verdad. No sé, fue embarazoso, pero ya pasó. Ahora me acuerdo y no puedo evitar reírme. Aunque no me gustaría encontrarme en una situación igual otra vez.

Paul: No, no. – Respondió rápidamente – Me encontraba ebrio y no volverá a ocurrir. No quería que lo que ocurrió cambiase nuestra relación, por eso quería hablar contigo. Aunque fue complicado, debido a que me evitabas constantemente.

Sonrió y arrancó el coche, nos dirigíamos de camino hacía los Olympic, cuando le conté lo ocurrido en el coche con John.

Paul: ¿Realmente se pensó que tenías algo con George? – Preguntó extrañado – Puede ser a que pasas mucho tiempo con él.

Tu: No más del que paso con vosotros. – Le aclaré.

Paul: También es verdad. – Sonrió - ¿Te han dicho alguna vez que tienes unos ojos preciosos?

Sonreí y miré hacía el suelo, para después girarme y ver la sonrisa del galán de McCartney deslumbrar dentro del coche.

Paul: Son idénticos a los de Stuart. – Aclaró – John lo ha repetido miles de veces.

Tu: ¿John? – Pregunté con curiosidad.

Paul: Si. – Asintió - ¿Por qué?

Tu: Por nada. – Murmuré.

El poco camino que nos faltaba por llegar a los Olympic Studios lo pasamos felizmente con alguna que otra proposición indebida de Paul y alguna que otra broma del de Liverpool.

Paul: Llegamos. – Dijo abriendo la puerta para que saliese.

Tu: Gracias. – Sonreí.

Entramos subiendo las pocas escaleras que nos separaban de la puerta de entrada, y Paul me guió hacía una pequeña gran sala donde se encontraba un grupo de personas.

Paul: ¡Mick! – Dijo acercándose a él y estrechándole la mano.

Mick: ¡Paul! – Sonrió – Te estábamos esperando. ¿Dónde estabas? – Me miró – Ah, bueno. Si estabas con esta preciosa señorita se te perdona. ¿Quién es?

Paul: Una buena amiga. – Sonrió e hizo un gesto para que me acercara – Ella es Charlotte Sutcliffe.

Mick: ¿Así que tú eres Charlotte? – Dijo sonriendo – Encantado, yo soy Mick. Y esa panda de ahí forma The Rolling Stones. ¡Hey chicos! Venid a saludar.

Con todos los nervios de mi cuerpo a mil, pude ver como cuatro personas más, se giraban y centraban la vista hacía nosotros, fáciles de reconocer.
Tras presentarme a Keith Richards y Bill Wyman, Charlie Watts se acercó a mi, dejándome más de piedra de lo que ya estaba, me encontraba en un momento que recordaría durante toda mi vida.

Charlie: ¡Hey Charlie! – Dijo sonriendo - ¿Que tal?

Tu: Bastante bien. – Dije sonriendo - ¿Y tú?

Me salió hablarle de tú, en vez de usted gracias al ambiente que habían creado entre todos.

Charlie: También muy bien. – Sonrió y saludó a Paul.

Se abrió la puerta y dejaron entrar a tres personas de Liverpool por ella, se acercaron tranquilamente y se saludaron entre ellos.

John: ¿Ya has conseguido tú cita? – Preguntó interesado.

Tu: Guarda silencio Lennon. – Dije mirando hacía otro lado.

John: Negativo Charlotte Millie Sutcliffe. – Sonrió y se acercó a saludar a los demás – Bill. ¿Qué tal?

Miré cada paso que daba, cada cosa que hacía era particular suya, aunque una voz me distrajo.

George: ¿Qué tal Charlotte? – Preguntó - ¿Solucionado con Paul?

Tu: Creo que si. – Sonreí.

George: Me alegro. – Miró a su alrededor - ¿Te los han presentado?
 
- A mi aún no. – Me giré y esa persona estrechó la mano de George - ¿Qué tal George?

George: Muy bien Brian. – Respondió – Por cierto, te presento a Charlotte. – Me miró – Charlotte Sutcliffe, él es Brian Jones.

Asentí mientras me perdía en esos ojos verdes grisáceos que me dedicaban junto a su boca una bella sonrisa.

Jones: Encantado. – Dijo sonriendo – Eres realmente más bella de lo que me habían descrito.

George nos miraba y tras arquear las cejas y dedicarnos una sonrisa marchó junto con los demás.

Tu: Gracias. – Dije ruborizada.

Jones: No las des. – Sonriendo – Es la realidad, no las tienes que dar por algo cierto que te digo.

John: ¿Que tal Brian? – Dijo apartándome hacía atrás.

Jones: Bastante bien John. – Dijo estrechándole la mano – Comentando lo bella que es la señorita Sutcliffe.

Una bonita sonrisa se me ilustró en el rostro y me acerqué el espacio que John me había alejado de ellos.

John: ¡Oh si! – Dijo mirándome – Es muy bella. Lástima que tenga un compromiso con un caballero muy pronto ¿No?

Brian me miró arqueando las cejas tal vez esperando una respuesta por mi parte, que yo le iba a conceder.

Tu: No. – Negué con la cabeza – Aún no está aclarada esa cita, por lo que por ahora no tengo ninguna prevista.

Jones: Ah. ¿No? – Preguntó.

Tu: No. – Sonreí.

John: Que extraño. – Dijo tocándose el pelo – Pensé que si que tenías.

Tu: Pensaste mal John. – Le miré con los ojos entrecerrados.

Jones: Bueno, pues entonces podríamos vernos algún día. – Propuso sonriendo – Podríamos ir a comer o a cenar alguna vez.

Tu: Me encantaría. – Asentí sonriendo.

John: ¿Te encantaría? – Preguntó atónito.

Tu: Si, John. – Asentí con enfado – Me encantaría.

John: ¡¿Y que diría tú madre?! – Se llevó las manos a la cabeza - ¡¿Y tú padre?! Ellos piensan que estás comprometida con Mike. Se llevarán una gran decepción como se enteren.

Jones: ¿Estás comprometida? – Preguntó extrañado.

Tu: ¿Con Mike? – Pregunté estupefacta - ¿Quién es Mike?

Jones: De verdad. – Dijo negando con la cabeza – Si va a ser mucho lío, no quiero meterte en compromisos con nadie.

Tu: No, pero… - Sonrió y caminó hacía los demás.

Miré con toda la rabia del mundo a John, no sabía lo que se proponía en estos momentos, pero ahora mismo quería salir de ahí debido al ridículo que me había hecho pasar.

John quitó la sonrisa y ocultó la risa que se estaba aguantando en estos momentos debido a la forma en la que le miraba. Eché a andar hacía la salida y encontré un escalón que me proporcionó asiento en estos momentos.

Lo único que quería era pasar una bonita velada algún día, si era posible con ese chico que me había parecido realmente adorable, pero John ha quitado esa esperanza que tenía.

John: Charlie. – Murmuró esa voz detrás de mí.

Me giré y vi a un John Lennon serio y con la mirada caída que tenía propuesto sentarse aquí a mi lado, y que lo cumplió.

Tu: ¿Qué quieres John? – Pregunté – No tengo realmente ganas en hablar contigo en estos momentos, así que por favor márchate, solo te pido eso.

John: Guarda silencio y escúchame porque no creo que vuelva a repetirlo más veces. – Dijo mirándome con el ceño fruncido de pie -  Ven esta noche a los estudios, a los EMI Studios.

Le miré extrañada, no sabía para que quisiera que fuese esta noche a los estudios.

Tu: ¿Para qué quieres que vaya esta noche a los estudios? – Pregunté esperando una respuesta.

John: Tú solo ves. – Respondió seriamente.

Dicho eso último se dio media vuelta y sin quitar ese gesto de seriedad que sabía poner John, entró dentro de los Olympic. Estuve durante unos minutos viendo como el sol se iba escondiendo poco a poco, hasta que una persona me hizo saber que aún me encontraba allí.

- Me ha contado John la verdad. – Me giré y pude ver esos ojos verdosos con tonos grises detrás de mí – Ese chico sabe como gastar una buena broma.

Sonreí y asentí con la cabeza mientras Brian se sentaba a mi lado en el escalón.

Jones: ¿Quieres? – Preguntó ofreciéndome un cigarrillo.

Tu: No, gracias. – Respondí negando con la cabeza.

Jones: Así que trabajas como fotógrafa para The Beatles. – Afirmó, mientras yo asentí – Debe ser interesante, son buenos tipos, no te aburrirás jamás.

Tu: En eso estoy de acuerdo. – Reí – Parece imposible aburrirse con personas así. Aunque vosotros tampoco para que os aburráis.

Jones: No, eso tenlo por seguro. – Rió y dio una calada a su cigarrillo - ¿Entonces te apetecería salir a cenar algún día conmigo?

Miré hacía otro lado sonrojada, y una sonrisa de nerviosismo me debilitó y asentí mirando esos preciosos ojos.

Jones: Perfecto. – Dio la última calada y apagó el cigarrillo en el suelo para después arrojarlo - ¿Entramos preciosa?

Me levanté con su ayuda y ambos entramos dentro de los estudios donde se encontraban los demás hablando entretenidamente.

Mick: ¿Dónde te habías metido? – Preguntó mirando hacía nosotros.

Keith: Que raro. – Dijo sonriente – Si no viene solo, si no bien acompañado, ya decía yo.

Mick: No sabéis chicos. – Miró a los cuatro de Liverpool – Si no queríais que cayese en el juego de Brian, no se la presentéis.

Brian Jones se rió y negó con la cabeza pasando el brazo por encima del hombro de Mick que rió con él.
La puerta del estudio se abrió y dejó entrar a un chico no muy alto y trajeado, se llamaba Andrew Oldham, conocido por ser el nuevo manager de The Rolling Stones.

Andrew: Buenas tardes. – Dijo saludando a los cuatro de Liverpool y acercándose al grupo que representaba – Mañana tenéis que estar aquí a las diez, quiero que le enseñéis lo que tenéis a un productor.
Los cinco Stones asintieron en silencio y se pusieron manos a la obra, Oldham se acercó a Paul y John y se los llevó a un pequeño cuarto que sus ventanas daban dentro del estudio de grabación.

Ringo: ¿Qué ocurre? – Nos preguntó a George y a mi.

George: Realmente no lo sé. – Se encogió de hombros - ¿Qué ha sucedido con Brian fuera?

Ambos me miraron con curiosidad y se cruzaron de brazos para esperar una respuesta por mi parte.

Tu: No ha ocurrido nada. – Les respondí encogiéndome de hombros – Simplemente me dijo de quedar.

Ringo: ¿Quedarás con él? – Pregunto atónito.

Tu: Me parece un chico atractivo y agradable. – Respondí - ¿Por qué no quedar con él?

Ringo: No sé. – Dijo mirando a George.

Tu: ¿Ocurre algo? – Pregunté.

Ambos negaron con la cabeza rápidamente y vimos bajar por las escaleras a Paul y John acompañados del señor Oldham.

Andrew: ¿Entonces así quedamos muchachos? – Preguntó.

Paul: Haremos lo que podamos. – Respondió cogiendo su bajo que estaba apoyado en la pared.

John le acompañó con su guitarra y ambos salieron del estudio, Oldham nos explicó que les había pedido si podían componer una canción para los Stones y agradablemente ellos dos aceptaron.

No pasaron ni diez minutos cuando ambos entraron riéndose y con un papel en la mano que le entregaron a Andrew.
 
John: ¡Ahí la tiene! – Dijo sonriendo.

Andrew con cara de asombro y rodeado por los cinco Stones leyó la canción, y pidió por favor que los cuatro de Liverpool la tocaran para que se hiciera una idea mejor.

Paul sacó su bajo de Hofner  mientras que John fue a por su Gibson, ambos tocaron esa canción finalizándola con aplausos y agradecimientos de los cinco Stones y de se representante.

Mick: Es buena. – Dijo recogiendo el papel que le entregó Paul – Muy buena.

Bill: Y no habéis tardado nada en componerla. – Dijo mirándoles extrañado - ¿Cómo lo hacéis?

John: Con un lápiz y un papel. – Respondió sonriente.

Comenzaron a reírse y tocaron un par de veces la canción bajo la mirada de los cuatro de Liverpool que les aconsejaron.
Estaba disfrutando y conseguían entre todos evadirme del mundo real para adentrarme en el suyo por varios instantes, hasta que se dieron cuenta que el tiempo iba pasando.

Ringo: ¿Ya es esta hora? – Miró su reloj – Que tarde es.

George: ¿Tienes prisa? – Preguntó - ¿Has quedado con alguien?

Ringo: ¿Qué? – Evadió la pregunta – Bueno yo…

Paul: ¿Con la chica nueva? – Sonrió - ¿Cómo se llamaba? Era realmente bella.

George: ¿Heidi? – Preguntó.

Paul: Si Heidi. – Afirmó – Heidi Sanderns.

Jones: ¿Nueva presa McCartney? – Preguntó riéndose- ¿Cuántas con ya?

John: Seguramente menos que las que llevas tú Brian – Dijo sonriendo mientras pestañeaba velozmente – No, no es Heidi. Quedó con Merce.

Los Stones sonrieron interesados por saber más sobre esa extraña chica para ellos, excepto Brian Jones que arqueó las cejas tras haber escuchado esa contestación de Lennon.

Mick: ¿Quién la chica que lleva ese bonito nombre? – Preguntó sonriente.

Ringo: Bueno es…

Paul: Trabaja como periodista. – Respondió cortando a Richard – Vino en algunas giras con nosotros.

Charlie: ¿Y surgió el amor en esas giras? – Le guiñó un ojo.

Ringo: No, solo que…

John: Ya nos temimos algo desde el primer momento. – Suspiró asintiendo – Ringo no ponía ninguna pega en responder ninguna de sus preguntas.

George: Al contrario. – Añadió – Estaba completamente encantado de responder y que le preguntaran.

Ringo: ¡Ya vale muchachos! – Exclamó con enfado – No me gusta, quedé con ella por trabajo. Necesitaba alguien a quien hacer una entrevista para un artículo, y yo me propuse.

Paul: ¡Ahá! – Se acercó a él – Y tú con la excusa de verla te propusiste.

Richard alzando la cabeza bufó y se despidió de todos con la mano para dirigirse hacía la salida.

Ringo: Hasta pronto Charlotte. – Alzó la mano pasando por mi lado.

Los demás no tardamos en irnos, dejamos a los Stones que siguieran progresando en su composición de canciones y tras despedirnos salimos fuera.

Paul: ¿Quieres que te lleve Lotte? – Preguntó extrañándome que se refiriese a mi.

George: ¿Lotte? – Dijo extrañado.

Paul: De Charlotte – Explicó – Lotte.

John : Buen argumento. – Respondió asintiendo – De George, Orge.

George: No vayas de gracioso Winston. – Dijo con mirada áspera – O yo te sacaré un mejor nombre.

Al escuchar Winston en la boca de George se acercó desafiantemente hacía su amigo, él cual tras ver como le miraba no habló más.

Paul: ¿Entonces te llevo? – Preguntó soltando una carcajada.

Tu: No hace falta James. – Respondí – Ahora ya se me el camino y algo de caminar no me vendría mal.

Paul no se veía convencido con mi idea de caminar y menos a estas horas de la noche, por lo que finalmente consiguió convencerme y fue a por el coche que estaba aparcado a un par de calles.

John: ¿Te lleva Paul? – Preguntó.

Tu: Si. – Asentí – Oye John. – Se giró y me miró – Sobre lo de esta noche en los estudios…

John: ¿Irás? – Me cortó.

Tu: Bueno, si. – Dije no muy convencida - ¿Pero que…?

John: No preguntes. – Negó con la cabeza – Simplemente ves.

Paul llegó con el coche en estos momentos e hizo sonar el claxon para que montase dentro de él.

John: ¡Ves! – Gritó mientras me alejaba.

George: ¿A dónde? – Preguntó.

John: Necesito hablar contigo. – Susurró.

Caminé y abrí la puerta con la ayuda de Paul desde su interior, ahí comenzó uno de los momentos más primordiales de mi vida.

2 comentarios:

  1. hermoso!!! Tiene una cita con Brian o.o! y que querra decirle John?? .-. ya quiero saber! Espero el otro! Saludos y cuidate mucho!

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    1. ¡Si, por ahora parece que tiene ya una cita con Brian! Ya se verá en el próximo capítulo que es lo que quiere decirle. Mucas gracias por leer el blog. BESOS, Y EL OTRO YA ESTA SUBIDO :)

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