5 de abril de 2012

14. Oh, please!

Londres; Primavera, Mayo 1963

La sala se había llenado momentáneamente, los chicos tocaban las canciones e incluso era un poco difícil poder escuchar esos acordes finales, pero la gente gritaba y disfrutaba con cada una de esas melodías.

Merce: Son realmente buenos – Dijo sin dejar de observarlos – Llegarán muy lejos.

Asentí sonriente mientras observaba a través de mi cámara para reflejar estos momentos que quedarían archivados para la historia.

John: ¡Y ahora el Mcnífico de McCartney! – Chilló guiñando el ojo izquierdo y haciendo que cientos de chicas gritaran.

Paul: Muy amable John. – Dijo sonriendo.

John: No pretendía serlo. – Sonrió de medio lado.

Brian negó con la cabeza y sonrió mirando como Paul se reía mientras observaba a John.

Paul: Ahora tocaremos ¡I saw her standing there! – Alzó las manos y su bajo.

Las personas, mayormente chicas, de la primera fila chillaban como locas y ellos las hacían enloquecer más con su voz y sus ágiles movimientos al tocar.

El concierto finalizó con Twist and Shout y los cuatro de Liverpool tras despedirse salieron corriendo hacía el camerino.

Brian: Un concierto excelente, estoy orgulloso chicos. – Les felicitó – Chicos tengo una buena noticia y una mala noticia.

George: ¿Cuál es la buena? – Preguntó con curiosidad.

Brian: Ya sabéis que los dos chicos que se encargaban de la prensa,  Nathan y Susan, se marcharon por problemas de un nuevo empleo que les salió. Pues ya he encontrado a un nuevo feje de prensa – Nos informó – cuando regresemos a Londres le conoceréis.
 
John: ¿Y eso que tiene de buena noticia? – Preguntó sarcástico.

Tu: ¿Qué te tomas tú como buena noticia? – Pregunté con curiosidad.

John: Que me presentaran a dos bellas señoritas de la primera fila. – Dijo sonrientemente – Eso si sería una grata noticia.

Brian: Ves borrando eso de tu mente John. – Le informó.

Paul: ¿Podremos salir esta noche? – Preguntó con curiosidad.

Brian: Chicos tienen que descansar – Dijo con serio – Mañana será un duro día y necesito que descansen, no quiero que se estresen.

George: Nos estresamos más si nos quedamos encerrados en el hotel. – Se quejó – Sin hacer nada durante la noche.

Los cuatro con traje observaron seriamente a Brian esperando una respuesta afirmativa sobre su salida de esta noche.

Brian: Les dejaré salir si estas dos centradas señoritas les acompañan – Dijo mirando hacía Merce y yo – Si no van con ustedes, se quedaran esta noche en el hotel.

John: ¡Oh, por favor! – Dijo de rodillas - ¡Salgan esta noche con nosotros!

Ringo: No será mucho tiempo – Nos miró con ojos suplicantes – Simplemente serán unas horas.

Merce estaba boquiabierta, sin soltar ninguna palabra por sus labios, pero supe que no se negaría a salir esta noche con los chicos, y sin poder evitarlo sabía que yo tampoco me negarían, aún no teniendo muchas ganas de salir.

Asentí levemente y creo que fue la primera vez en varios días que vi sonreír realmente de alegría a James. John saltó haciéndole un saque de mangas a Brian, el cual negó con la cabeza y suspiró dirigiéndose a la salida donde un par de coches no esperaban como siempre después de cada concierto.


Merce: ¿Qué  me voy a poner? – Me preguntó rebuscando en su maleta – No me traje nada para salir. No pensé que saldríamos por la noche.

Tu: No te sulfures. – Dije sacando un vestido – Seguro que encontramos algo.

Estuvimos a lo largo de una hora preparándonos y arreglando nuestro aspecto, hasta que al fin llamaron a la puerta de nuestra habitación.

- Lindas y hermosas señoritas – La voz fue claramente reconocible - ¿Están ustedes ya listas?

Tu: Si John. – Respondí con desgana – Ahora saldremos.

- Eso significa, que aún les queda un tiempo – Rectificó otra persona desde fuera.

Abrimos la puerta y pudimos observar a tres personas vestidas con otro traje negro que esperaban en el pasillo.

John: ¿Ya están? – Preguntó.

Ringo: Están... - Miró a Merce - Realmente preciosas.

Sonreí mientras las mejillas de Merce obtuvieron un tono rosado acompañado de una tímida sonrisa, que hizo sonreír a Ringo.

Merce: Muchas gracias. - Respondió la chica Londinense - Tú también...

John: ¡Oh gracias! - Sonrió.

Ringo entrecerró los ojos mirando a John y comenzó a caminar hacía el ascensor.

George: El coche nos espera en la entrada. – Dijo pulsando en botón del ascensor.

Tu: ¿Dónde está James? – Pregunté al no verle aquí.

Ringo: Se fue hace tiempo. – Explicó  dejando pasar amablemente a Merce delante de él – Dijo que se cansó de esperar y se marchó en taxi.

Merce: ¿En taxi? – Preguntó atónita - ¿Cómo se pudo marchar Paul McCartney en taxi?

Tu: ¿Dejasteis que se marchará él en taxi? – Alcé las manos.

George: Richard te has convertido en un soplón. Paul es un cabezota. – Afirmó – Dije que podría sucederle alguna cosa, pero no hizo caso.

El ascensor llegó al vestíbulo donde vimos a Brian allí esperando.

Brian: Les quiero como muy tarde aquí a la una. – Nos informó. 

John: Claro, claro. – Asintió entrando al coche – A las tres estaremos aquí.

Brian: Winston, no me haga enfadar. – Dijo alzando el dedo.

John: Siempre está enfadado. No me eche a mi la culpa de su enfado Samuel. – Alzó su dedo desafiante.

Caminamos hacía fuera los cinco donde vimos un coche aparcado esperando.

Brian: Un día me dará un ataque. – Suspiró y se llevó las manos a la cabeza - ¿Y donde está Paul?

John: ¡Arranque, arranque! – Chilló al conductor.

Brian: ¿Dónde se encuentra Paul? John. – Volvió a preguntar desde fuera.

Pero el pobre Brian se quedó sin respuesta, dado a que el conductor hizo caso a John y el coche arrancó antes de que pudiesen darle una respuesta coherente.

Tu: No sé como puede aguantar Brian. – Dije sonriendo mientras negaba con la cabeza.

George: Al final se acostumbró. – Asintió – Todos se acostumbran.

Fue un recorrido extrañamente silencioso por parte de los demás, excepto de John que seguía en su mundo.

John: ¡Chicas, chicas, chicas! – Alzó la voz – Lindas, hermosas y bellas señoritas. – Dijo sonriendo mientras chocaba sus manos – Paul si que es listo.

Arqueé las cejas intentando encontrar el significado de esa última frase, sin llegar a comprenderlo del todo.

George: Paul, acabará metiendo en un lío algún día. – Susurró.

Ringo: La vez anterior casi le descubrieron. – Contó.

Merce me miró sin llegar a comprender la conversación, y yo encogiéndome de hombros le hice saber que tampoco entendía de lo que hablaban.

John: ¿Y que le dirán si lo descubren? – Preguntó – No le pueden decir nada.

Ringo: Llevarse señoritas a su habitación de hotel…

Miré por la ventana con la boca cerrada ya que no quería entrar en esta conversación, ni tampoco quería escuchar mucho más.

Ringo: Si se enterase Brian o los de seguridad podría meterse en un gran lío. – Asintió.

John: Los hombre tenemos nuestras necesidades – Dijo mientras paraba el coche.

John salió el primero mientras que Richard y George se esperaron para ayudarnos a salir, entramos rápidamente antes de que alguien se percatará de quienes eran y comenzara la carrera por entrar dentro.

- Buenas noches señores y señoritas. – Nos dio un hombre trajeado la bienvenida – Por favor pasen dentro y diviértanse.

John: ¡Oh! – Miró hacía todos los lados – El paraíso de bellas señoritas.

Suspiré y pensé si así sería todas las noches en las que saldría con ellos, realmente si eran así no me agradaba ver de esa forma a John.
Aún recuerdo el último día que fui a casa de mi hermano, y lo que sucedió.

3 comentarios:

  1. menudo capítulo, John ya está listo para ligar jajajajaja :) un saludo y sube pronto :D

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    1. Si, John ya se ha puesto las pilas :) Ya veremos lo que ocurre, más adelante. Muchas garcias por leer, ¡Mañana espero subir! UN BESO.

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  2. Aww mee encanto que esta haciendo paul? hahah =D

    John no se queda atrás en el liguee =)

    Sube otro en cuanto puedas.. ...♥

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