Liverpool; Invierno,
Diciembre. 1967
Al fin llegaron
Lena y Sharon, que se habían retrasado según ellas porque Sharon tenía que
esperar a Pete para decirle una cosa.
Sí, al parecer
la relación entre ellos había cuajado y llevaban cuatro años saliendo y
comprometidos dos meses.
Lena: Bueno
Charlotte, y cuéntanos ya sabemos que la relación con John no llego a buen
puerto. – Comenzó a decirme – Pero ¿hay algún otro hombre en tu vida?
Sharon: ¿Un
guapo y encantador músico? ¿Empresario de Londres? ¿Artista? – Me preguntaba.
Tu: No, por
ahora no hay ningún otro hombre. – Reí.
Sharon: Lástima.
– Se lamentó.
Continuámos
caminando hacía The Cavern, se podía ver como grupos de chicas y chicos
mayoremente veinteañeros y adolescentes entraban y salían del lugar.
Entramos sin
ningún problema, desde allí ya se escuchaba la música de Rock’n’roll, supuse
que no sabían nada de la llegada del grupo a Liverpool, si no estaba claro que
allí no se podría ni entrar, y limitarían la entrada de personas.
Bajamos y nos
sentamos en una mesa cerca del escenario, cautelosamente divisé a los chicos en
el centro de un corro de personas, femeninas, ¿Cómo no?.
Sharon: ¿Queréis
que vaya a pedir algo? – Preguntó levantándose de la mesa.
Lena: Pues… - Se
quedó pensativa observándome.
Sharon:
Entendido, confiad en mi. – Sonrió – Ahora vengo con algo que nos alegrará la
tarde y la noche.
Miré a Lena
atemorizada por lo que podría traer y comenzamos a reír. En este tiempo en el
que Sharon traía las bebidas, me comentó que había entablado una fuerte amistad
con un amigo suyo de la infancia y hermano de Paul, Mike, era un año menor que
nosotras tres, pero siempre se había juntado en personas más mayores que él.
Lena: Aunque
simplemente somos amigos. – Me puntualizó - ¿Fumas?
Tu: No debería.
– Le dije – No lo hago habitualmente, y mucho menos desde que tuve a John.
Lena: No pasará
nada por uno. – Rió y me entregó un cigarrillo.
Sharon: ¡Ya
estoy aquí! – Exclamó trayendo tres copas – Bebed con calma y cautela, no
quiero llevar a ninguna arrastras esta noche.
Probé aquella
bebida que trajo para las tres, la garganta me ardió con un pequeño sorbo. ¿De
que se trataba aquello? El alcohol se introdujo dentro de mi quemando a su
paso.
Lena: ¡Ah! –
Exclamó dejando el vaso encima de la mesa - ¿Qué es esto que has traído?
Sharon: Os dije
que os lo toméis con calma. – Rió.
Pasamos el
tiempo charlando de estos años atrás, los chicos no se aproximaron en ningún
instante a interrumpir, pero nos dimos cuenta de que no apartaban la mirada de
nuestra mesa, observando cada cosa que hacíamos.
Se notó como
aquella bebida alcohólica comenzaba a afectar, Lena reía constantemente de
cosas sin sentido que Sharon pronunciaba.
Sharon: Y al
pasar por Penny Lane, la falda se le subió por el maldito aire. – Soltó una
carcajada.
Tu: Chicas, creo
que será mejor que regresemos a casa. – Miré el reloj – Ya es tarde y no estáis
en condiciones de continuar.
Lena: ¿Y lo dice
quien no se puede mantener en pie? – Comenzó a reírse.
Lamentablemente
Lena tenía razón, me intenté levantar de la silla y ponerme en pie, pero un
gran mareo me inundó la cabeza en esos momentos. Evité estallar en carcajadas
en aquel lugar, suerte que la música alta nos hacía pasar desapercibido para
las personas.
¿Para todas? No,
para todas no.
John: ¿Pero que
ocurre? – Susurró enfurecido sentándose en nuestra mesa - ¿Qué habéis tomado?
John se llevó mi
vaso a su nariz y pudo comprobar como olía a alcohol puro, con un gesto
desaprobador me observó.
John: Charlotte,
¿Tú crees que puedes aparecer así por casa? – Dijo enfurecido y eso me provocó
la risa – ¿Eso te provoca risa? Me sacas de quicio cuando estás ebria.
Tu: Pocas veces
me has visto ebria John. – Dije aguantándome la risa.
John: Por
suerte. – Asintió de brazos cruzados.
Paul y George
escuchaban la regañina que John nos estaba echando, sobretodo a mi, y entre los
tres decidieron que seria mejor salir fuera a tomar el aire.
Sharon: No sé
por qué habéis salido fuera. – Dijo caminando mientras era sostenida por Paul –
No pasaréis desapercibido y una manada de fans os arrollaran y nosotras seremos
arrolladas con vosotros.
Comencé a reír
junto a Lena por la imagen que me había venido a la cabeza y John chistó
malhumorado.
John: ¿Paul
tienes el coche por aquí? – Preguntó serio.
Paul: En la
calle de al lado. – Dijo molesto, por la situación.
John: Habrá que
llevarlas a casa. – Dijo pensativo en mitad de la calle. Por suerte ya era de
noche y poca gente, por no decir nadie, paseaba por las calles – Tú no puedes
llegar así a casa.
Tu: Lennon estoy
bien. – Sonreí.
Paul: Si su
madre la ve entrar así, mañana Charlotte se va a lamentar de lo que hizo y de
como llegó a casa. – Le murmuró a John.
Mientras tanto
reía al ver que Lena molestaba a George todo el tiempo, y este se estaba
cansando y murmurando cosas por lo bajo.
George: Podéis
decidir pronto lo que vamos a hacer. – Dijo suspirando.
John: ¿Y que
propones McCartney? – Preguntó interesado.
Paul: Esta noche
podría quedarse a dormir… - Comenzó a susurrar intentando que mi fino oído no
escuchase lo que hablaban.
John: Oh, no. –
Negó instantáneamente – Sé lo que te propones Paul, y no voy a dejar que vaya a
dormir esta noche a tú casa. ¿Has visto como esta?
Paul: John, no
me refería a eso. – Dijo molesto - ¿Cómo se te pueden pasar esas cosas por tú
mente?
John: Paul, que
no te haya partido la cara por aquello que me dijiste en la azotea aquella
noche, no significa que acepte tus propósitos. – Dijo con enfado y sin
comprender nada seguí observando a George.
Paul: John,
déjame finalizar lo que iba a decir. – Puntualizó con calma.
John: Está bien.
– Asintió – Finaliza.
Paul: Iba a
proponer que durmiese en tú casa. – Finalizó con un suspiro.
John: Me parece
buena idea. – Me observó y asintió.
Tu: ¿Yo? – Me
señalé - ¿Dormir en tu casa Lennon? ¿Qué diría tú querida amiga? Sinceramente
no quiero tener problemas, ni meterme en vuestra relación.
No supe como
aquellas palabras salieron de mi boca, ni como me atreví a pronunciarlas. Y al
parecer eso también sorprendió a los chicos, que observaban con ojos
impactantes.
John: Deja de
decir estupideces Charlie. – Murmuró echo una furia – Esta noche duermes en mi
casa, y no seas pedante si no quieres dormir en la misma cama que Mimi.
Esperemos que no se dé cuenta de lo ebria que estás cuando lleguemos. Mejor
dicho esperemos que no se dé cuenta de que llegamos.
Caminamos calle
abajo en busca de los coches, George, Lena, Sharon y Paul irían en el coche de
este. Mientras que en mi caso me tocaba ir con John hacía su casa.
John: Paul. –
Dijo cogiéndole del brazo – Disculpa, no pretendía enfurecerme como lo he
hecho.
Paul: No importa
John. – Le puso la mano en el hombro.
George: Chicos,
¿Podemos dejar el momento romántico para otro día? – Preguntó con cansacio.
John: Cierra la
boca Harrison. – Grito – Si no quieres acabar andando a casa.
George rodó los
ojos y camino sujetando a Lena hacía el coche de Paul. Este último me dedicó
una triste sonrisa y siguió a George junto a Sharon.
John: Si quitas
los pies del salpicadero mejor. – Se me quedó observando pero no me hizo caso -
¿Quién es ahora mismo la engreída?
Tu: Aprende a
utilizar la palabra en su contexto, Lennon. – Me encogí de hombros.
John: Que insoportable. – Murmuró.
Continuamos el camino en silencio
mientras iba tarareando una canción, sinceramente me salió del subconsciente.
John: ¿Qué tarareas? – Me preguntó sin
quitar la vista de la carretera.
Tu: No sé. – Me encogí de hombros – Canta
una canción John.
John: No, Charlie. – Negó con la cabeza –
No te lo mereces.
Tu: ¿Por qué? – Pregunté entristecida.
Mi nivel de ebriedad pasó a otro nivel,
dejó de parecerme todo gracioso y la tristeza me llenaba por dentro.
John: Porque me has arruinado la noche. –
Dijo serio.
Tu: No era mi intención John. – Una
tristeza profunda me inundó.
John me observó que observaba por la
ventana, y sabía perfectamente lo que me ocurría, a él le había sucedido
decenas de veces en su vida.
John: Hey, Charlie. – Dijo tocándome el
brazo - ¿Qué canción quieres que cante? ¿A hard day’s night?
Asentí con una sonrisa, sinceramente me
daba igual la canción que cantase, lo único que quería es que me cantase como
antes lo hacía.
John: It's
been a hard day's night, and I'd been
working like a dog –Comenzó a cantar - It's been a hard day's night, I should be sleeping like a log…
Pasamos el
último tramo del camino acompañado de su voz cantando canciones, pero
finalmente tuvimos que bajar para entrar silenciosamente en casa.
John: Sh. –
Me avisó – Ahora no se te ocurra reírte, no quiero que Mimi se dé cuenta de tu
estado.
Mimi: ¡John!
– Exclamó encendiendo la luz - ¡¿Qué horas son estás de venir?!
De repente
tras bajar por las escaleras se dio cuenta de que no venía solo, y se llevó la
mano al pecho el observarme.
Mimi:
Charlotte, querida. – Sonrió amablemente – No tenía ni idea de que… bueno
venias acompañando a John.
Tu: Buenas
noches Mimi. – Dije sonriendo – No queríamos molestar, ni que se despertara.
Mimi: Oh, no
pasa nada querida. – Negó con la cabeza – Siempre espero a John despierta, me
quedo más tranquila cuando sé que ha llegado bien.
John: Bueno
Mimi, nosotros nos vamos a acostar. – Me cogió la mano y subimos las escaleras.
Mimi:
¿Juntos? – Preguntó asombrada.
Mimi sabía,
como todo el mundo, que nuestra relación había finalizado y quedó horrorizada
al conocer los sucesos y con quien mantenía relación en estos instantes John.
John:
Nosotros nos apañamos Mimi. – Dijo entrando en su habitación – Hasta mañana,
buenas noches.
Me despedí
con la mano de Mimi, porque no me dio tiempo a hacer otra cosa, debido al empujón
que me dio John, para dentro de su dormitorio.
Tu: Creo que
se ha quedado asombrada al vernos aparecer juntos. – Dije con dolor de cabeza –
Es insoportable el dolor de cabeza.
John: Eso es
bueno. – Asintió – Te está bajando la borrachera.
Me tumbé en
la cama de John, y observé como sacaba mantas y las extendía por el suelo de su
dormitorio.
John: Toma
esta manta, no quiero que pases frío por la noche. – Dijo mientras me la ponía
por encima - ¿Necesitarás algo de ropa para dormir?
Tu: No hace
falta. – Me descalcé y me introduje dentro de la cama.
John: Ponte
esta camiseta y esos pantalones. – Finalmente le hice caso y bajo las sábanas
me cambié – No hace falta que te escondas tanto, no veré nada que no haya visto
antes.
Tu: Eres muy
chistoso cuando quieres John. – Le dije, frunciendo el ceño.
John: Buenas
noches Charlie. – Susurró acostándose encima de las mantas y tapándose.
Tu: Buenas
noches John. – Murmuré.
Tarde tiempo
en coger el sueño, y era mucho más complicado si aquel chico no paraba de moverse
constantemente, hacía un lado y hacía el otro.
Chocaba la
lengua con el paladar, parecía incómodo, y era normal estando acostado sobre la
madera de suelo con unas mantas.
Tu: ¿John? –
Pregunté.
John: ¿Qué? –
Dijo malhumorado.
Tu: Si
quieres te puedo hacer un hueco. – Susurré tímidamente.
Al instante
se levantó del suelo y recogió las sábanas.
John: Estaba
deseando que me lo dijeses. – Dijo decididamente – Bueno, me refiero a que me
estaba rompiendo la espalda contra el suelo.
Asentí,
aparentando que lo había comprendido desde el primer momento y me moví hacía la
pared, para dejarle un hueco en su cama.
Tu: John. –
Susurré.
John: Dime. –
Respondió con los ojos cerrados.
Tu: ¿Cómo es?
– Le pregunté curiosamente.
John: ¿Cómo
es qué? – Dijo sin comprender.
Tu: ¿Cómo es
ella? – Le volví a preguntar.
John: ¿Cómo
es ella? – Repitió - ¿Cómo es Yoko?
Tu: Si. –
Asentí - ¿Tenéis una relación seria? Bueno, la verdad no sé porque te estoy
haciendo estas preguntas.
John: Por
ahora no es nada serio Charlie. – Me respondió directamente – Quería haberte
pedido antes perdón, por estar tan aislado estas últimas semanas. Sé que los
chicos te dijeron que ella había venido a Londres, te lo tenía que haber dicho
yo antes.
Tu: Lo único
que quiero es que no pierdas relación con John. – Le dije – Él te quiere más
que a nada.
John: Lo sé.
– Asintió – Será mejor que nos durmamos. Buenas noches Charlie.
Tras besa mi
frente, cerró los ojos y acarició mi mejilla, para darse la vuelta y descansar
durante todo el resto de noche.
No se porque pero creo que me duele más a mi la ruptura entre Charlie y John que a la mismisima Charlotte :C pero todo sea por el bien de la novlea XD
ResponderEliminarsaludos y besos Lara C:
¡Vaya! Dejo de pasarme unos días por aquí y veo que has subido unos cuantos capítulos. Y, por supuesto, ¿qué decir? Pues que me han encantado, como siempre. La calidad de tu fic no disminuye ni un ápice conforme avanzan los capítulos. Y eso es de agradecer, que haya continuidad en la historia y que todo esté bien descrito y desarrollado.
ResponderEliminarPero bueno, que me pongo en modo crítica literaria y no hay quien me pare xD En relación al desarrollo de la historia, me encanta la relación medio-extraña de la familia formada por Charlotte, John y mini-John. No porque sea perfecta, sino por lo realista que parece y lo bien que está planteada. También me da mucha penita Paul, tanto tiempo detrás de Charlie y ella como que "pasa", por así decirlo, un poquito de él (en terreno amoroso, me refiero).
Juro que un día moriré de amor leyendo tu fic. Es súper tierno, en la justa medida. Y te lo dice alguien que no soporta las pasteladas ;)
¡Muchos besos! ^^