29 de marzo de 2013

60. It's been a hard day's night.

 Liverpool; Invierno, Diciembre. 1967

Al fin llegaron Lena y Sharon, que se habían retrasado según ellas porque Sharon tenía que esperar a Pete para decirle una cosa.
Sí, al parecer la relación entre ellos había cuajado y llevaban cuatro años saliendo y comprometidos dos meses.

Lena: Bueno Charlotte, y cuéntanos ya sabemos que la relación con John no llego a buen puerto. – Comenzó a decirme – Pero ¿hay algún otro hombre en tu vida?

Sharon: ¿Un guapo y encantador músico? ¿Empresario de Londres? ¿Artista? – Me preguntaba.

Tu: No, por ahora no hay ningún otro hombre. – Reí.

Sharon: Lástima. – Se lamentó.

Continuámos caminando hacía The Cavern, se podía ver como grupos de chicas y chicos mayoremente veinteañeros y adolescentes entraban y salían del lugar.

Entramos sin ningún problema, desde allí ya se escuchaba la música de Rock’n’roll, supuse que no sabían nada de la llegada del grupo a Liverpool, si no estaba claro que allí no se podría ni entrar, y limitarían la entrada de personas.

Bajamos y nos sentamos en una mesa cerca del escenario, cautelosamente divisé a los chicos en el centro de un corro de personas, femeninas, ¿Cómo no?.

Sharon: ¿Queréis que vaya a pedir algo? – Preguntó levantándose de la mesa.

Lena: Pues… - Se quedó pensativa observándome.

Sharon: Entendido, confiad en mi. – Sonrió – Ahora vengo con algo que nos alegrará la tarde y la noche.

Miré a Lena atemorizada por lo que podría traer y comenzamos a reír. En este tiempo en el que Sharon traía las bebidas, me comentó que había entablado una fuerte amistad con un amigo suyo de la infancia y hermano de Paul, Mike, era un año menor que nosotras tres, pero siempre se había juntado en personas más mayores que él.

Lena: Aunque simplemente somos amigos. – Me puntualizó - ¿Fumas?

Tu: No debería. – Le dije – No lo hago habitualmente, y mucho menos desde que tuve a John.

Lena: No pasará nada por uno. – Rió y me entregó un cigarrillo.

Sharon: ¡Ya estoy aquí! – Exclamó trayendo tres copas – Bebed con calma y cautela, no quiero llevar a ninguna arrastras esta noche.

Probé aquella bebida que trajo para las tres, la garganta me ardió con un pequeño sorbo. ¿De que se trataba aquello? El alcohol se introdujo dentro de mi quemando a su paso.

Lena: ¡Ah! – Exclamó dejando el vaso encima de la mesa - ¿Qué es esto que has traído?

Sharon: Os dije que os lo toméis con calma. – Rió.

Pasamos el tiempo charlando de estos años atrás, los chicos no se aproximaron en ningún instante a interrumpir, pero nos dimos cuenta de que no apartaban la mirada de nuestra mesa, observando cada cosa que hacíamos.

Se notó como aquella bebida alcohólica comenzaba a afectar, Lena reía constantemente de cosas sin sentido que Sharon pronunciaba.

Sharon: Y al pasar por Penny Lane, la falda se le subió por el maldito aire. – Soltó una carcajada.

Tu: Chicas, creo que será mejor que regresemos a casa. – Miré el reloj – Ya es tarde y no estáis en condiciones de continuar.

Lena: ¿Y lo dice quien no se puede mantener en pie? – Comenzó a reírse.

Lamentablemente Lena tenía razón, me intenté levantar de la silla y ponerme en pie, pero un gran mareo me inundó la cabeza en esos momentos. Evité estallar en carcajadas en aquel lugar, suerte que la música alta nos hacía pasar desapercibido para las personas.

¿Para todas? No, para todas no.

John: ¿Pero que ocurre? – Susurró enfurecido sentándose en nuestra mesa -  ¿Qué habéis tomado?

John se llevó mi vaso a su nariz y pudo comprobar como olía a alcohol puro, con un gesto desaprobador me observó.

John: Charlotte, ¿Tú crees que puedes aparecer así por casa? – Dijo enfurecido y eso me provocó la risa – ¿Eso te provoca risa? Me sacas de quicio cuando estás ebria.


Tu: Pocas veces me has visto ebria John. – Dije aguantándome la risa.

John: Por suerte. – Asintió de brazos cruzados.

Paul y George escuchaban la regañina que John nos estaba echando, sobretodo a mi, y entre los tres decidieron que seria mejor salir fuera a tomar el  aire.

Sharon: No sé por qué habéis salido fuera. – Dijo caminando mientras era sostenida por Paul – No pasaréis desapercibido y una manada de fans os arrollaran y nosotras seremos arrolladas con vosotros.

Comencé a reír junto a Lena por la imagen que me había venido a la cabeza y John chistó malhumorado.

John: ¿Paul tienes el coche por aquí? – Preguntó serio.

Paul: En la calle de al lado. – Dijo molesto, por la situación.

John: Habrá que llevarlas a casa. – Dijo pensativo en mitad de la calle. Por suerte ya era de noche y poca gente, por no decir nadie, paseaba por las calles – Tú no puedes llegar así a casa.

Tu: Lennon estoy bien. – Sonreí.

Paul: Si su madre la ve entrar así, mañana Charlotte se va a lamentar de lo que hizo y de como llegó a casa. – Le murmuró a John.

Mientras tanto reía al ver que Lena molestaba a George todo el tiempo, y este se estaba cansando y murmurando cosas por lo bajo.

George: Podéis decidir pronto lo que vamos a hacer. – Dijo suspirando.

John: ¿Y que propones McCartney? – Preguntó interesado.

Paul: Esta noche podría quedarse a dormir… - Comenzó a susurrar intentando que mi fino oído no escuchase lo que hablaban.
 
John: Oh, no. – Negó instantáneamente – Sé lo que te propones Paul, y no voy a dejar que vaya a dormir esta noche a tú casa. ¿Has visto como esta?

Paul: John, no me refería a eso. – Dijo molesto - ¿Cómo se te pueden pasar esas cosas por tú mente?

John: Paul, que no te haya partido la cara por aquello que me dijiste en la azotea aquella noche, no significa que acepte tus propósitos. – Dijo con enfado y sin comprender nada seguí observando a George.

Paul: John, déjame finalizar lo que iba a decir. – Puntualizó con calma.

John: Está bien. – Asintió – Finaliza.

Paul: Iba a proponer que durmiese en tú casa. – Finalizó con un suspiro.

John: Me parece buena idea. – Me observó y asintió.

Tu: ¿Yo? – Me señalé - ¿Dormir en tu casa Lennon? ¿Qué diría tú querida amiga? Sinceramente no quiero tener problemas, ni meterme en vuestra relación.

No supe como aquellas palabras salieron de mi boca, ni como me atreví a pronunciarlas. Y al parecer eso también sorprendió a los chicos, que observaban con ojos impactantes.

John: Deja de decir estupideces Charlie. – Murmuró echo una furia – Esta noche duermes en mi casa, y no seas pedante si no quieres dormir en la misma cama que Mimi. Esperemos que no se dé cuenta de lo ebria que estás cuando lleguemos. Mejor dicho esperemos que no se dé cuenta de que llegamos.

Caminamos calle abajo en busca de los coches, George, Lena, Sharon y Paul irían en el coche de este. Mientras que en mi caso me tocaba ir con John hacía su casa.

John: Paul. – Dijo cogiéndole del brazo – Disculpa, no pretendía enfurecerme como lo he hecho.

Paul: No importa John. – Le puso la mano en el hombro.

George: Chicos, ¿Podemos dejar el momento romántico para otro día? – Preguntó con cansacio.

John: Cierra la boca Harrison. – Grito – Si no quieres acabar andando a casa.

George rodó los ojos y camino sujetando a Lena hacía el coche de Paul. Este último me dedicó una triste sonrisa y siguió a George junto a Sharon.

John: Si quitas los pies del salpicadero mejor. – Se me quedó observando pero no me hizo caso - ¿Quién es ahora mismo la engreída?

Tu: Aprende a utilizar la palabra en su contexto, Lennon. – Me encogí de hombros.

John: Que insoportable. – Murmuró.

Continuamos el camino en silencio mientras iba tarareando una canción, sinceramente me salió del subconsciente.

John: ¿Qué tarareas? – Me preguntó sin quitar la vista de la carretera.

Tu: No sé. – Me encogí de hombros – Canta una canción John.

John: No, Charlie. – Negó con la cabeza – No te lo mereces.

Tu: ¿Por qué? – Pregunté entristecida.

Mi nivel de ebriedad pasó a otro nivel, dejó de parecerme todo gracioso y la tristeza me llenaba por dentro.

John: Porque me has arruinado la noche. – Dijo serio.

Tu: No era mi intención John. – Una tristeza profunda me inundó.

John me observó que observaba por la ventana, y sabía perfectamente lo que me ocurría, a él le había sucedido decenas de veces en su vida.

John: Hey, Charlie. – Dijo tocándome el brazo - ¿Qué canción quieres que cante? ¿A hard day’s night?

Asentí con una sonrisa, sinceramente me daba igual la canción que cantase, lo único que quería es que me cantase como antes lo hacía.

John: It's been a hard day's night, and I'd been working like a dog –Comenzó a cantar - It's been a hard day's night, I should be sleeping like a log…

Pasamos el último tramo del camino acompañado de su voz cantando canciones, pero finalmente tuvimos que bajar para entrar silenciosamente en casa.

John: Sh. – Me avisó – Ahora no se te ocurra reírte, no quiero que Mimi se dé cuenta de tu estado.

Mimi: ¡John! – Exclamó encendiendo la luz - ¡¿Qué horas son estás de venir?!

De repente tras bajar por las escaleras se dio cuenta de que no venía solo, y se llevó la mano al pecho el observarme.

Mimi: Charlotte, querida. – Sonrió amablemente – No tenía ni idea de que… bueno venias acompañando a John.

Tu: Buenas noches Mimi. – Dije sonriendo – No queríamos molestar, ni que se despertara.

Mimi: Oh, no pasa nada querida. – Negó con la cabeza – Siempre espero a John despierta, me quedo más tranquila cuando sé que ha llegado bien.

John: Bueno Mimi, nosotros nos vamos a acostar. – Me cogió la mano y subimos las escaleras.

Mimi: ¿Juntos? – Preguntó asombrada.

Mimi sabía, como todo el mundo, que nuestra relación había finalizado y quedó horrorizada al conocer los sucesos y con quien mantenía relación en estos instantes John.

John: Nosotros nos apañamos Mimi. – Dijo entrando en su habitación – Hasta mañana, buenas noches.

Me despedí con la mano de Mimi, porque no me dio tiempo a hacer otra cosa, debido al empujón que me dio John, para dentro de su dormitorio.

Tu: Creo que se ha quedado asombrada al vernos aparecer juntos. – Dije con dolor de cabeza – Es insoportable el dolor de cabeza.

John: Eso es bueno. – Asintió – Te está bajando la borrachera.

Me tumbé en la cama de John, y observé como sacaba mantas y las extendía por el suelo de su dormitorio.

John: Toma esta manta, no quiero que pases frío por la noche. – Dijo mientras me la ponía por encima - ¿Necesitarás algo de ropa para dormir?

Tu: No hace falta. – Me descalcé y me introduje dentro de la cama.

John: Ponte esta camiseta y esos pantalones. – Finalmente le hice caso y bajo las sábanas me cambié – No hace falta que te escondas tanto, no veré nada que no haya visto antes.

Tu: Eres muy chistoso cuando quieres John. – Le dije, frunciendo el ceño.

John: Buenas noches Charlie. – Susurró acostándose encima de las mantas y tapándose.

Tu: Buenas noches John. – Murmuré.

Tarde tiempo en coger el sueño, y era mucho más complicado si aquel chico no paraba de moverse constantemente, hacía un lado y hacía el otro.
Chocaba la lengua con el paladar, parecía incómodo, y era normal estando acostado sobre la madera de suelo con unas mantas.

Tu: ¿John? – Pregunté.

John: ¿Qué? – Dijo malhumorado.

Tu: Si quieres te puedo hacer un hueco. – Susurré tímidamente.

Al instante se levantó del suelo y recogió las sábanas.

John: Estaba deseando que me lo dijeses. – Dijo decididamente – Bueno, me refiero a que me estaba rompiendo la espalda contra el suelo.

Asentí, aparentando que lo había comprendido desde el primer momento y me moví hacía la pared, para dejarle un hueco en su cama.

Tu: John. – Susurré.

John: Dime. – Respondió con los ojos cerrados.

Tu: ¿Cómo es? – Le pregunté curiosamente.

John: ¿Cómo es qué? – Dijo sin comprender.

Tu: ¿Cómo es ella? – Le volví a preguntar.

John: ¿Cómo es ella? – Repitió - ¿Cómo es Yoko?

Tu: Si. – Asentí - ¿Tenéis una relación seria? Bueno, la verdad no sé porque te estoy haciendo estas preguntas.

John: Por ahora no es nada serio Charlie. – Me respondió directamente – Quería haberte pedido antes perdón, por estar tan aislado estas últimas semanas. Sé que los chicos te dijeron que ella había venido a Londres, te lo tenía que haber dicho yo antes.

Tu: Lo único que quiero es que no pierdas relación con John. – Le dije – Él te quiere más que a nada.

John: Lo sé. – Asintió – Será mejor que nos durmamos. Buenas noches Charlie.

Tras besa mi frente, cerró los ojos y acarició mi mejilla, para darse la vuelta y descansar durante todo el resto de noche.

2 comentarios:

  1. No se porque pero creo que me duele más a mi la ruptura entre Charlie y John que a la mismisima Charlotte :C pero todo sea por el bien de la novlea XD

    saludos y besos Lara C:

    ResponderEliminar
  2. ¡Vaya! Dejo de pasarme unos días por aquí y veo que has subido unos cuantos capítulos. Y, por supuesto, ¿qué decir? Pues que me han encantado, como siempre. La calidad de tu fic no disminuye ni un ápice conforme avanzan los capítulos. Y eso es de agradecer, que haya continuidad en la historia y que todo esté bien descrito y desarrollado.
    Pero bueno, que me pongo en modo crítica literaria y no hay quien me pare xD En relación al desarrollo de la historia, me encanta la relación medio-extraña de la familia formada por Charlotte, John y mini-John. No porque sea perfecta, sino por lo realista que parece y lo bien que está planteada. También me da mucha penita Paul, tanto tiempo detrás de Charlie y ella como que "pasa", por así decirlo, un poquito de él (en terreno amoroso, me refiero).
    Juro que un día moriré de amor leyendo tu fic. Es súper tierno, en la justa medida. Y te lo dice alguien que no soporta las pasteladas ;)
    ¡Muchos besos! ^^

    ResponderEliminar