13 de septiembre de 2012

31. The Cavern. First Part.


Liverpool; Invierno, Diciembre. 1963

Nos encontrábamos en un 25 de Diciembre de 1963, las calles de Liverpool estaban casi vacías, la gente estaba en sus casas celebrando este tierno día con la familia, y yo me encontraba en un bus de camino a casa de Paul, el cuál nos había invitado a tomar el té junto a su padre y demás amigos.

El bus me dejó a una sola manzana de Forthlin Road, donde en el número 20 vivía Paul. Caminé por la calle mientras el viento me venía de cara, pero por fin llegué, llamé al timbre y rápidamente se abrió la puerta dejándome a Paul que se acercaba por el jardín.

Paul: Querida. Feliz Navidad. – Sonrió – Pasa para dentro, no me gustaría ser el culpable de que tuvieras un catarro.

Tu: Hola Paul. – Dije sonriendo y depositándole un pequeño beso en la mejilla - ¿Ya ha llegado alguien?

Paul: Conociéndoles ahora mismo estarán en sus casas aún. – Cerró la puerta detrás de mi – Oh, permíteme.

Cogió mi abrigo y lo colgó en una pequeña percha detrás de la puerta y me invitó a pasar al salón. Me di cuenta como había un hombre bien vestido sentado en un sillón leyendo el periódico de hoy.

Paul: Padre. – Intentó llamar su atención – Quería presentarte a…

Jim: Charlotte Millie Sutcliffe ¿No? – Miró a Paul esperando su asentimiento – Encantado. Feliz navidad.

Tu: Igualmente y Feliz navidad, señor McCartney.

Estreché su mano con una sonrisa en la boca y me ofreció sentarme, para mantener una conversación.

Jim: James me ha hablado mucho sobre ti. – Se sinceró quitándose las gafas.

Paul: No tanto, padre. – Dijo avergonzado.

Jim: Comentó que estabas haciendo un gran trabajo junto a ellos, y que has adquirido el aprecio de todos en el grupo. – Explicó – Me comentó que eras una gran mujer y que la belleza era notable el verte.

Mis mejillas obtuvieron un tono rosado, mientras que Paul ya por si mismo se llevó las manos a la cara negando con la cabeza.

Paul: ¿Mike va a regresar para el té? – Preguntó cortando la conversación.

Jim: Creo que no. – Respondió – Dijo que se iría a casa de Wen.

Paul: Es verdad. – Asintió levantándose - ¿Charlotte me acompañas a acabar de preparar las pastas?

Jim: No, deja a la señorita charlar conmigo. – Le respondió, Paul asintió a desgana. – Escuché que comenzaste en la Universidad de arte, como tú hermano ¿No?

Tu: Si, estuve unos dos años, hasta que me ofrecieron el puesto como fotógrafa en el grupo. – Expliqué – Era un gran oportunidad y no la quise rechazar, sabía que si no salían las cosas bien, siempre podría continuar con la Universidad.

Jim: Bien dicho. – Asintió.

El timbre de la puerta interrumpió la estancia y Paul salió de la cocina para ir a ver quien era, y a los segundos ya estaban entrando tres personas por la puerta.

John: Espero que hayas preparado esas pastitas de anís que sabes que tanto me gustan McCartney. – Dijo entrando por la puerta – Hmm, ya las huelo.

Ringo: No te comas todas como el año pasado. – Le recordó – Me dejaste sin pastitas.

George: Detened a John, que va directo a la cocina. – Rio.

Pero antes de ir directos a la cocina pasaron por el salón donde se toparon con Jim dispuesto a saludar y conmigo sonriente.

George: Oh, Charlotte ya estas aquí – Beso mi mejilla – Feliz Navidad, y a usted también señor McCartney.

Jim: Igualmente George. – Estrechó su mano.

John: Oh, señor McCartney que alegría de volver a verlo. – Estrechó su mano sonriente de oreja a oreja.

Jim: Lo mismo digo John. – Asintió.

John: Paul ha tenido un mal comportamiento durante las giras. – Bromeó – Deberá castigarle a su cuarto. ¡Oh! Vaya.

Me observó sorprendido, dado que no había hecho mella en mi presencia.

John: No sabía que estabas aquí. – Sonrió – Demasiado puntual diría yo.

Tu: Demasiado impuntual diría yo. – Dije señalándole.

John: ¿Recuerda que mañana usted y yo tenemos una cita pendiente? – Preguntó sonriente.

Tu: Usted, yo y tía Mimi. – Le recordé.

John: Usted, yo, el señor y la señora Sutcliffe. – Asintió.
Ambos sonreímos y asentimos, era una época donde cada relación debería ser aceptada por los padres o familiares de ambos, por lo tanto habíamos planificado un almuerzo junto a la tía de John y una cena junto a mis padres.

No sabíamos si iba o no a salir bien, pero historias amorosas de ambos ya se iban propagando y antes de que se supiese la verdad, preferíamos contársela nosotros a ellos.

Paul: ¿Nos sentamos? – Preguntó mientras sacaba la tetera y las pastas.

John: Pastas de anís. – Chocó sus manos con fuerza mientras seguía el rastro de las pastas.

George: Yo aún sigo esperando la invitación de Charlotte, para ir a merendar esa deliciosa tarta de arándanos. – Arqueó las cejas.

Tu: Sabéis que siempre estáis invitados. – Les recordé – Decidme el día que podáis y se prepara la merienda.

Ringo: Yo siempre puedo ir a merendar pastel de arándanos. – Rio.

John: Ya sabemos donde escondes lo que comes Ringo. – Le miró seriamente y señaló su nariz.

Todos comenzaron a reír excepto el señor McCartney, Richard y yo que negué con la cabeza mientras bebía un sorbo de té.

Tu: No seas desagradable John. – Recriminé – A mi me gusta su nariz.

Ringo: Gracias Charlotte. – Sonrió y miró a John. – Le gusta mi nariz.

John: Lo dice por quedar bien. – Explicó.

Tu: No lo digo por quedar bien, me gusta su nariz. – Sonreí.

John: Pues cásate con la nariz de Ringo. – Rio.

George: No se puede casar con una nariz. – Explicó.

John: Eso lo sabemos todos querido. – Puso voz de mujer y pestañeó rápidamente.

Jim, tras acabar su té marchó a su sillón para seguir con su lectura, mientras conversábamos de cosas aparentemente absurdas sobre una nariz, pero graciosas a la vez.

Paul: Propongo esta noche ir a The Cavern. – Comentó al instante – Me llegó una invitación hace un par de días.

George: Si, a mi casa también llego. – Explicó – Y esta noche creo que habrá un buen grupo.

John: Te vendrás. ¿No? – Dijo convencido – A parte podrías presentar algunas amigas tuyas a los chicos. Así tendrán algo de entretenimiento.

George: La verdad es que no estaría nada mal. – Afirmó.

Tu: Mis amigas no son de usar y tirar. – Les expliqué – A parte ya había quedado para ir a The Cavern esta noche con ellas.

Ringo: Uh… -Rio - ¿Las conocemos?

Tu: Tal vez. – Sonreí.

Esta noche había quedado con Lena y Sharon y a parte había conseguido invitar a un par de amigas más, que tal vez a los chicos les hacía ilusión ver.

Paul: Vamos Charlotte. No estaría mal que nos presentaras a algunas amigas. – Se puso detrás de mi silla y me dedicó una sonrisa a la cuál pocas personas se podrían resistir.

Tu: Bueno, ya lo pensaré. – Dije definitivamente.

Paul: Chicos, esta noche chicas. – Chocó sus manos.

Tras tomar el té en casa de Paul me dirigí acompañada por John hacía casa, el cuál iba bajo su abrigo negro y sus gafas de pasta, también negras.

John: La verdad es que no he pasado nada de tiempo junto a ti desde que llegamos a Liverpool. – Explicó – Y la verdad es que lo hecho de menos.

Tu: Sabrías que en Liverpool sería más complicado. – Le recordé – Aquí os conoce mucha gente y a mi también y más por las zonas donde nos movemos.

John: ¿Y si te digo que me da exactamente igual? – Se paró en mitad de la calle – Me da igual si me ven junto a ti, cogiéndote de la mano y besándote. Deben de comprender que soy una persona humana, tengo vida y tengo sentimientos.

Tu: Ya John, pero…

John: ¡Pero nada! – Chilló - ¡Te quiero! ¡Quiero a Charlotte Millie Sutcliffe!

Sonreí y me acerqué a John para tapar su boca con mi mano, pero él se deshizo de ella y me besó instantáneamente.

Mientras tanto en casa de los McCartney.

Los chicos ya se habían ido junto a Charlotte, estaba recogiendo las tazas cuando mi padre decidió entablar una intimidante conversación.

Jim: Hijo. – Me reclamó – Ven un momento por favor.

Accedí y me senté justo en el sillón de enfrente suyo.

Yo: ¿Qué ocurre? – Pregunté.

Jim: Realmente quería hablar sobre tu futuro. – Explicó - ¿Cómo te ves dentro de diez o quince años?

Me quedé pensativo y pensé la respuesta a aquella pregunta que me acababa de formular.
¿Cómo me veía yo dentro de diez o quince años?

Yo: Pues no sé padre. – Me encogí de hombros – Me veo subido a los escenarios aún, trabajando en esto, que es lo que me gusta.

Jim: No, James. – Negó con la cabeza – Me refiero, si te ves formando una familia. Con mujer, hijos…

Yo: ¡Ah! – Me lo planteé – Yo espero que si, padre.

Jim: ¿Y con quién te ves? – Indagó - ¿Hay alguien en tu vida? ¿Alguien con la que quieras llegar a eso?

Tiré del nudo de mi corbata, estaba empezando a sudar y me sentía cohibido con tantas preguntas sobre mi futuro.

Yo: No sé. – Susurré – Ahora mismo no.

Jim: ¿Qué me dices de Charlotte? – Disparó la pregunta que quería descubrir desde el principio – Es una buena chica.

Yo: ¿Por qué lo dices? – Pregunté interesado – Si, es una buena chica.

Jim: Me he fijado. – Se quitó sus lentes – En como la mirabas, más bien en como la tratabas.

Yo: Trato igual de bien a todas las mujeres padre. – Le expliqué.

Jim: No lo creas hijo. – Negó con la cabeza – Te voy a decir una cosa, si realmente te gusta esa chica, no deberías estar tan ilusionado en que te presente a amigas suyas.

Yo: Padre no me gusta Charlotte. – Repetí – A parte ella no esta interesada en mi, esta interesada en otra persona. Y no hay nada más de que hablar.

Me levanté y tras recoger la mesa subí a mi cuarto junto con mi guitarra para evadirme del mundo por un rato.

Mientras tanto Charlotte

Miré a Merce, que me estaba pidiendo consejo sobre el vestido mientras Heidi se encargaba de retocarle el peinado.

Padre: ¡Se os está haciendo tarde! – Nos avisó desde el salón.

Tu: ¡Ya bajamos! – Le respondí.

Me retoqué el maquillaje y bajé junto a las dos al salón, habían llegado hace unas tres horas, las había invitado a pasar unos cuantos días y mis padres no se opusieron a mi idea. Por lo que se quedarían a dormir en casa.

Padre: ¿Vais a salir así? – Preguntó por encima de sus gafas y nosotras asentimos. - ¿A que hora volveréis? ¿Queréis que os acerqué en coche?

Tu: La hora exacta no la sé. – Me encogí de hombros – Pero no estaría mal que nos acercaras en coche.

Dicho esto se levantó de su sillón y cogió las llaves, mientras me despedía de mi madre. Salimos al jardín y nos montamos en el coche donde ya estaba Charles subido.

Fue un viaje corto, con poca conversación y algún estornudo que otro. Paró cerca de la puerta de entrada a The Cavern y se despidió de nosotras con un ‘Tened cuidado’.

Andábamos deprisa, la cola cada vez se iba haciendo más extensa porque nuevas personas iban apareciendo, pero pude diferenciar a dos bastante avanzadas.

Sharon: Pensábamos que no llegabas. – Dijo dándome un pequeño abrazo.

Tu: Lo siento me he retrasado un poco. – Me disculpé – Por cierto, ellas son Heidi y Merce.

Lena: Encantada. – Sonrió saludándolas – Yo soy Lena.

Sharon: Y yo soy Sharon. – Les dio un pequeño beso – Tengo ganas de entrar.

Merce: Vaya. – Miró hacía atrás – Se crean unas grandes colas.

Lena: Esto no es nada. – Rio – El día que tocaron The Beatles, la cola daba la vuelta a la manzana.

Heidi: Por cierto. – Preguntó extrañada – Pensaba que les veríamos.

Tu: Creo que les veremos. – Les expliqué – Ellos recibieron unas invitaciones con las cuales pasarían directamente. Y no tendrían para nada que hacer cola.

Merce: Ya decía yo. – Asintió.

Tanto Sharon como Lena, conocían a Merce y Heidi por lo que les había contado sobre ellas, sabían que tenían relación con el grupo dado a su empleo como periodista y como jefa de prensa.

Lena: Hay veces que se me hace realmente eterna la espera. – Suspiró.

Sharon: Espero que no os importe, pero le dije a Pete que le vería dentro. – Nos explicó.

Heidi: ¿Pete Best? – Preguntó interesada – El ex baterista de The Beatles.

Sharon: Si. – Sonrió mientras asentía.

Merce: ¿Estáis juntos? – Preguntó - ¡Oh! No me dedico a entrevistas de cotilleos ni relaciones amorosas, para nada. Simplemente música y algo de política si es que me lo mandan.

Sharon rio y asintió encogiéndose de hombros.

Sharon: No es nada serio por ahora. – Susurró.

El largo tiempo en la hilera nos dejo para conocernos mejor unas a otras, aunque yo las conocía bastante bien a las cuatro.

-          Pasen. – Nos informó uno de los hombres que custodiaba la puerta.

Pasamos ya bajamos las escaleras de aquel local, que tanto nos gustaba. Suponíamos que los cuatro de Liverpool, bueno en este caso The Beatles, dado que había muchos de Liverpool en aquel lugar, se encontrarían en una sala o zona reservada para ellos, más tranquila.

Nada más bajar nos dirigimos a pedirnos algo para beber en la barra y nos sentamos en una pequeña zona apartada. Donde no tardó ni diez minutos en acercarse Pete.

Pete: Chicas. – Saludó sonriente.

Sharon se levantó educadamente a saludarle con un pequeño beso en mejilla y pudimos comprobar como Best llevaba detrás suyo una pequeña hilera de mujeres riéndose y sonrojadas.

Heidi arqueó las cejas y asintió mirando al chico de arriba abajo, dando su aprobación de que realmente era atractivo.

Pete: ¿Me permitís que os invite a una copa? – Preguntó junto a un par de amigos suyos.

Las cuatro asentimos a la vez y marcharon a traernos algo para tomar.

Heidi: Ese chico es realmente atractivo. – Susurró a Sharon – No le dejes escapar.

Pete no tardó en regresar junto sus amigos y cuatro copas, a las cuales nos invitaron. Se sentaron a charlar con nosotras y se le vio realmente contento junto a Sharon.

Pete: ¿Te quedarás mucho por aquí Charlotte? – Preguntó.

Tu: No más de una semana. – Le expliqué – A principios de Enero regresaré a Londres.

Pete: Por lo que he oído todo va bastante bien. – Sonrió tristemente.

Tu: Si, la verdad es que las cosas van bien. – Le dediqué una pequeña sonrisa.

Ahora mismo había comenzado a tocar un grupo, la música se pegaba a tus pies y Lena, Sharon y Heidi salieron a bailar junto a Pete y sus dos amigos.
Me quedé con Merce dado que no nos apetecía ahora mismo salir y no acabamos las copas.

Esta noche iban a tocar Herman’s Hermits, un grupo de Manchester al que Heidi conocía y nos había hablado bastante bien de él y al que conoceríamos antes de tiempo.

-          ¿Cómo pueden dos señoritas estar solas mientras suena esa canción para bailar? – Preguntó alguien detrás de mí.

Me giré y me topé con un chico alto y rubio dedicándonos una bonita sonrisa.

-          Me llamo Derek. – Extendió su mano – Y él es Karl.

Pidieron permiso para sentarse junto a nosotras y accedimos con educación a dárselo. Antes de que nos confirmaran que eran integrantes de la banda Herman’s Hermits, ya lo supusimos nosotras mismas.

Karl: A parte es bastante especial este concierto. – Explicó – Dicen que han venido algunos miembros de The Beatles.

Merce: Eso dicen. – Asintió.

Nos propusieron ir a bailar con ellos pero ambas nos negamos, pero finalmente Merce decidió bailar con Derek.
Me levanté para ir a pedir otra copa y vi a lo lejos a Sharon junto a Pete, ambos riendo y pasándolo bien y también a Heidi que hablaba con George.

¿Con George?

Me quedé esperando a ver lo que ocurría y como Richard observaba desde lejos a Merce bailando con ese chico. 
Se quedó parado y decidió ir a hablar con ellos, cuando Paul propuso que eso sería un error y le sujetó.

Me levanté con la copa en la mano y me acerqué entre el grupo de personas que estaban bailando.

Ringo: ¿Pero quién es ese? – Preguntó señalándome mientras fruncía el ceño.

De repente alguien apareció a mi lado.

Karl: ¿Te refieres a Derek? – Preguntó entrando en la conversación.

John: ¿Y tú quién eres? – Examinó detrás de mi.

Karl: Tú eres John Lennon. – Certificó.

John: Te he preguntado qué quién eres tú. – Le repitió – No quien soy yo.

Heidi fue ha avisar a Merce, la cuál dejó de bailar y no tardó en acercarse junto a Derek.

Merce: ¿Qué ocurre? – Preguntó extrañada.

Paul: Parece que ha habido un mal entendido. – Intentó poner calma.

Derek: ¿Pasa algo Merce? – Dijo frunciendo el ceño. - Yo simplemente estaba bailando con ella.

Ringo: Pues deberías de elegir mejor a las chicas con las que bailas. – Se acercó lentamente a Derek.

Pero Merce se interpuso entre los dos.

Merce: ¿Qué pasa contigo Richard? – Preguntó con enfado – Yo bailaré con quién quiera.

John: ¿Y tú quien eres? – Volvió a preguntar mientras miraba a Karl.

Karl: Soy Karl. – Dijo dándole la mano para estrecharla.
 
John: Yo John. – Le aceptó la mano a desgana - ¿La conoces de algo? –Me señaló mientras yo hablaba con Heidi, intentando calmar este mal entendido.

Karl: Es preciosa. – Sonrió – Se llama Charlotte, las acabamos de conocer a ella y a sus amigas.

John: Tiene novio. – Dijo secamente, bebiendo un trago de cerveza.

Karl: Me lo imaginaba. – Suspiró bebiendo de su copa – Pocas chicas bellas no tienen novio o están sin compromiso por aquí. ¿Y como es el novio?

John: Grande. – Exageró – Enorme, alto y con unos puños gigantes que como se entere que has intentado flirtear con ella te revienta la cara.

Karl: Vale, vale. – Musitó – Vaya genio.

Al girarme Karl marchaba hacía otro lado y John se acercó y pasó su brazo por mis hombros.

Paul: ¡Ringo! – Dijo pasando un brazo por sus hombros. – Vamos a tomar algo, que es hora de tomar algo.

Paul se llevó a Ringo se allí, pero no dudo en echar una sucia mirada hacía Derek, John acompañó a los demás mientras Merce se disculpaba ante Derek y le decía que el baile ya había acabado.

Merce: De verdad, no hay momento que no estropeé este chico. – Dijo furiosa refiriéndose a Richard.

Heidi: Merce, no te das cuenta. – Musitó.

Merce: ¿No me doy cuenta de que? – Dijo bebiendo un gran sorbo de la copa.

Tu: De lo que siente por ti. – Dije medio chillando – Le paraste los pies una vez, simplemente cuando él quería decirte lo que sentía. Le llevas parando los pies desde aquel momento que él empezó a sentir lo mismo por ti, que tú por él.

Heidi: Piensa. Recapacita. – Le dijo – Y escucha tu corazón que te dice que sientes algo por Ringo.

2 comentarios:

  1. Tengo que escuchar a mi corazón y saber que siento algo por Ringo y Ringo siente algo por mi! *-* se puso celosooo!! jijijijijijijii entonces eso es que le gusto, y mucho. Lara tienes que hacer que nos reconciliemos! Poooorfiiiiiis
    Y a Paul le gusta Charlie *cantando* jajajajajajaaja y hasta su padre lo nota!! :P
    Sube pronto, adoro como escribeees, muchsisisisisisisisiisisisisisimos besos y abrazos Lara :3

    ResponderEliminar
  2. Uhh Ringo se puso celoso!! O.O A ver si Merce se aclara de una vez porque quiero verlos juntos lo que viene a ser ya (;
    Me encanto el capítulo, siento no poder poner un comentario más largo pero es que con la vuelta a clases me he quedado sin imaginación :(
    Bueno, hasta pronto. Un besaaaazo

    ResponderEliminar