Weybridge; Marzo 1964
John abrió la puerta y
por el jardín ahora mismo se encontraban cinco personas dirigiéndose hacía
nosotros. Perfectamente pudimos contemplar a Brian Epstein que nos saludó
educadamente y entregó a John un vino francés para que lo degustáramos esta
misma noche.
John: ¡Oh! Gracias
querida. – Puso voz de mujer – Pero no deberías haberte molestado.
Brian: Buenas noches a ti
también John. – Dijo estrechándole la mano con una sonrisa en la boca.
Brian entró dentro y tras
pasar nos dejó observar más atentamente a las dos parejas que venían detrás de
él.
Paul: Buenas noches. –
Estrechó la mano de John y depositó un beso en mi mejilla – Espero que os
acordéis de Michelle.
Se apartó mientras fumaba un cigarrillo y nos dejó
contemplar a la bella señorita que estaba a su lado, tal y como la recordaba un
pelo castaño y levemente rizado que caía más bajo que sus hombros.
Michelle: Buenas noches. –
Dijo tímidamente sonriendo – Le dije a Paul que no quería molestar, pero
insistió en que viniera.
Tu: Tranquila, estaremos
encantados de tenerte aquí. – Respondí sonriente – Es una sorpresa verte otra
vez.
Paul: Ahora adentro os
contamos todos los detalles. – Rió.
John: Estaremos
encantados de escucharlos querida. – Parpadeó rápidamente.
Paul: Por cierto, no
trajimos nada. – Se encogió de hombros entrando entre ambos.
John: Solo con tenerte aquí
me basta. – Le guiño un ojo.
Paul comenzó a reírse y
entró adentro acompañado de su señorita, me giré y observe a la pareja que
estaba llegando hacía nosotros, miré a John de reojo él cuál tenía arqueadas
las cejas.
Ringo: Hola chicos. –
Saludó y miró a su acompañante – Bueno, pensé que sería el mejor momento para
presentaros a Debbie en la cena de esta noche.
John: ¿Tú crees? –
Susurró.
Richard frunció el ceño
sin llegar a comprender su pregunta.
Tu: Bueno pasad. – Dije sonriente.
Entraron dentro y John me
miró encogiéndose de hombros. La verdad es que era hermosa la mujer, su pelo
rubio no llegaba más debajo de sus hombros y era liso junto a sus ojos
castaños.
John: Yo no sabía nada. –
Alzó las manos – Si no te lo hubiese comentado, en cambio lo de Michelle si que
me comentó algo Paul, pero lo de esta chica para nada.
Tu: No sabes el disgusto
que se llevará ahora Merce. – Murmuré.
Cerramos la puerta y
ambos entramos al salón, donde todos se encontraban dándose la bienvenida. Alcé
la vista intentando encontrar a Merce, pero ahora mismo estaba charlando
entretenidamente con Brian.
John: ¡Queridos y no tan
queridos invitados! – Proclamó a lo que todos rieron - ¡Siéntense! ¡Y espero
que la cena os siente realmente mal!
Le di un pequeño toque en
el hombro, a lo que él me pegó un mordisco en la mejilla mientras todos
riéndose buscaban el mejor sitio alrededor de la mesa.
Entré en la cocina junto
a Heidi que me ayudó a sacar los platos que faltaban y al parecer estaba tan
sorprendida con la nueva acompañante de Richard.
Heidi: ¿Quién es esa tal
Debbie? – Susurró en mi oído.
Tu: Lo sé igual que tú. –
Me encogí de hombros. - ¿Se la han presentado a Merce?
Heidi: Y tanto. –
Asintió.
Tu: ¿Cómo reaccionó? –
Dije instantáneamente.
Heidi: ¿Cómo va
reaccionar? – Preguntó encogiéndose de hombros – Sonrió y la saludó, no pudo
hacer otra cosa.
En ese momento John entró
con la botella de vino en la cocina.
John: ¿Ya están
chismorreando señoritas? – Preguntó abriendo la botella – Hmm… un buen vino
trajo Brian.
Tu: Deberías ponerte las
gafas. – Le recordé.
John: Oh… me recuerdas a
mi tía Mimi. – Murmuró - ¡John, las gafas! – Con voz de Mimi.
Tu: ¿Te las traigo? – Pregunté
arqueando las cejas.
John: No, ahora las cojo
yo. – Dijo molesto.
Supe que me había hecho
burla por detrás, debido a que Heidi se había reído.
Sacamos los platos que
faltaban y vimos que todos charlaban entretenidamente sentados en la mesa.
Paul: Espera que te
ayuda. – Se levantó y cogió lo que llevaba.
Tu: Gracias Paul. –
Agradecí.
El mismo acto había hecho
George a Heidi, me senté en el sitio vacío junto a George y John que presidía
la mesa como buen anfitrión y que me había hecho caso y ya llevaba sus gafas de
pasta negra.
John: Bueno, ya pueden
comenzar a comer. – Dijo alzando los brazos – Tener cuidado con la salsa –
Todos le observamos – La hice yo.
George que la tenía en
sus manos en estos momentos la dejó de repente encima de la mesa y comenzamos a
reír.
Tu: Es mentira. – Dije sonriente
– La he hecho yo hace un par de horas.
George: Que gracioso eres
Johnny. – La volvió a coger.
John: Lo sé viejo amigo. –
Asintió – Bueno, Ringo cuéntanos. ¿A que debemos el placer de tener una nueva
belleza en la mesa?
Tras exponer esa pregunta
todas las miradas se dirigieron hacía Richard y su acompañante Debbie, que en
estos momentos sus mejilas habían tomado un color rosado.
Ringo: Pues veréis –
Comenzó a decir.
Observé a Merce que
estaba tan atenta como nosotros a la historia que nos iba a contar, no se le
veía preocupada ni nada por el estilo, simplemente observaba atenta.
Ringo: La conocí el
primer día en el rodaje. – Explicó – Se trata que es la hija del editor de
sonido y ella trabaja como técnica de sonido.
George: Ya decía yo que
su cara me sonaba de algo. – Intervino.
Merce: ¿Así que trabajas
como técnica de sonido? – Preguntó interesada.
Debbie: Así es. – Asintió
sonriendo.
John: Charlie es la
directora de fotografía. – Intervino en alto – Puede que coincidáis.
Asentí con una pequeña
sonrisa mirando a Debbie, y un silencio algo incómodo se posó en el salón.
Brian: Ahora que sale el
tema de conversación – Rompió el silencio – Charlotte, el productor y el
director me han hecho saber que vayas teniendo en cuenta diversas fotografías
para la portada.
John: ¡Oh, no! – Golpeó la
mesa - Brian no converses sobre el trabajo.
Brian: Disculpa John, no
quería alterar tus nervios. – Dijo pinchando en su comida.
Tu: Bueno Paul cuéntanos.
– Cambié de tema - ¿Cómo es que os habéis rencontrado tú y Michelle?
Paul: Oh, fue algo
hermoso. – La miró sonriendo.
Michelle: Vine de Leeds a
Londres por cuestiones de trabajo de mi padre. – Nos explicó – Así que un día
paseando por Abbey Road vi a Paul que salía de un edificio, y bueno, nos rencontramos.
Paul: Así es. – Asintió.
Paul depositó un pequeño
beso en los labios de Michelle a lo que todos observamos con ternura, excepto
George que comía sin cesar y John que ya estaba haciendo la puñeta al pobre
Richard.
Acabamos la cena y
pasamos a tomar el té y a charlar tranquilamente los unos con los otros. En la
mesa quedamos las mujeres, mientras que los chicos habían tomado asiento en los
sillones y sofás.
Heidi: Estarás encantada
de haberte rencontrado con Paul ¿No? – Preguntó a Michelle.
Michelle: Sinceramente
si. – Sonrió bebiendo su té – Es un chico estupendo y verdaderamente atento con
los demás.
Tu: ¿Tienes pensado
quedarte definitivamente aquí a vivir? – Pregunté.
Michelle: Estoy mirando
posibilidades. – Asintió – Tengo mi empleo en Leeds, pero mi empresa también
tiene una sección en Londres, así que espero quedarme fija en ella.
Debbie: ¿En que trabajas?
– Arqueó las cejas.
Michelle: La verdad es
que trabajo en la empresa de mi padre. – Explicó – Y parece ser que Paul le
agradó.
Tu: ¡Vaya! ¿Ya conoce a
Paul? – Pregunté interesada.
Michelle: Si – Asintió feliz
– Fue él quién quiso conocerle, y ser presentado.
Heidi: Parece que va
enserio. – Murmuró.
Miré a Merce, la cuál no
había intervenido en la conversación de esta noche con interés.
De pronto Richard se
levantó de su asiento y decidió que ya era hora de marcharse.
Ringo: ¿Nos marchamos? –
Preguntó a Debbie.
Debbie: Como quieras. –
Respondió mirándole con una tímida sonrisa.
George: ¿Te vas a ir tan
pronto? – Preguntó desde el sofá.
Richard: Si, la verdad es
que no me encuentro demasiado bien. – Se tocó la frente.
John: Eso debió de ser la
salsa. – Se levantó – Ya os lo avisé, pero nadie hace caso a John.
Richard se despidió de
todos y por último beso mi mejilla.
Ringo: La cena estaba
estupenda. – Sonrió levemente.
Tu: ¿De verdad es que no
te encuentras bien? – Pregunté - ¿Enserio es eso?
Ringo: ¿Por qué lo dudas?
– Susurró.
Tu: Por nada. – Negué con
la cabeza - ¿Sabes que Merce piensas que no quieres aclarar las cosas?
Ringo: ¿A que viene ahora
que me digas eso? – Murmuró con mirada triste.
Tu: A que si fuera por
ella las cosas se hubieran aclarado en Liverpool. – Expliqué.
Ringo: Tal vez yo no las
quiera aclarar. – Dijo serio.
Tu: ¿Tú crees? –
Pregunté.
Ringo: Yo he pasado página Charlotte. – Miró a Debbie – Dile que
ella también lo intente.
Tras decir eso se puso su
abrigo y salió de la casa junto a Debbie cogidos ambos de la mano. Cerré la
puerta y me dirigí al salón que se encontraba en silencio.
George: Que incómodo. –
Dijo mirando a Merce.
Merce: No entiendo porque
todos me estáis observando. – Se alzó de la silla y salió disparada hacía la
puerta.
Tres meses más tarde.
Nos encontrábamos en el
mes de Junio, los chicos se encontraban en una sesión fotográfica para el
Saturday Evening Post.
George: Querrás decir
asusta todas las portadas. – Recriminó.
John: ¿Quieres ver como
asustarás tú a la gente con un ojo morado? – Preguntó seriamente.
Brian: ¡Chicos! –
Intervino.
George comenzó a mofarse
de John, que estaba de morros otra vez por el comentario de George, mientras
Paul posaba con su sonrisa y Ringo…
Tu: ¡Ringo! – Grité al
ver como caía al suelo.
Tanto los chicos como
Brian se acercaron junto a mi a ver lo que había sucedido, George fue ha avisar
para que llamasen a una ambulancia al ver que no reaccionaba.
Brian: Evitar moverlo. –
Dijo asustado – La ambulancia esta de camino, no tardara en llegar.
OH MY GOD! ME ENCANTAA!!!! Esa Debbie... quien es!? No me digas que Ringo no va a salir conmigo!? Tenemos que ser novios! Estamos destinados a eso! No voy a pasar página! Le amo!!!!!!!!!! :'(
ResponderEliminarQue le ha pasado!? Es por las amígdalas!? Que tiene!? Debbie va a romper con el no!? Tiene que hacerlo!
Sube pronto Lara! Me muero por seguir leyendo! Adoro como escribes!!!!!!!!
Muchisisisisisisisisisimos besos y abrazos :3
SUbe pronto que me he quedado con toda la intrigaaa u_____u
EliminarPOR FAAAAAAA
No me puedo quedar mucho que tengo que dormirme ya... sube pronto please :)