16 de septiembre de 2012

32. The Cavern. Second Part.


Liverpool; Invierno 1963.

Los Herman’s Hermits comenzaron a tocar su lista de canciones, se había corrido la voz de que los cuatro Beatles se encontraban en The Cavern, lo cual hizo que algunas señoritas desviaran su atención en plena búsqueda de los chicos,

Mientras tanto Merce se había ido al baño acompañada de Lena, Sharon había desaparecido con Pete por algún lugar y Heidi y yo fuimos junto a los cuatro que intentaban calmar a Richard.

George: Es un estúpido. – Dijo sorbiendo cerveza.

Paul: Intentamos calmar a Ringo. – Le recordó – No enfurecerlo más.

John: Sin duda si hubiera bailado con Charlie tendría mi puño estampado en la cara. – Explicó.

Paul: Gracias John. – Sonrió falsamente – Ringo fue tu decisión el no contarle nada. ¿Qué esperabas? Ella desconoce tus sentimientos.

George: Ahora que te has dado cuenta, deberías ir y hablar con ella. – Se encogió de hombros - ¿Qué puedes perder?

Richard no alzaba su mirada del suelo, tenía un rostro pensativo, así que le dejaron meterse en sus pensamientos.

Paul: Por cierto, hola Heidi. – Le dio un pequeño beso – No os hemos podido saludar antes en condiciones.

Tras cumplir con el saludo adecuado por cada persona, los chicos sacaron sus cigarrillos para fumar mientras que Richard no paraba de observar cada movimiento que hacía Merce, Heidi se puso a hablar tranquilamente con George y John intentaba convencerme para que presentara alguna amiga a los chicos.

John: Vamos Charlie, Paul esta necesitado. – Me lo señaló y observé como iba buscando su presa de esta noche – Pobre de él.

Tu: Ya os comenté que mis amigas no iban a ser de usar y tirar. – Recordé – No quiero que el galán de James Paul McCartney les rompa el corazón, a parte algunas ya están cogidas.

Paul: Prometo no romper el corazón. – Alzó su mano.

Reí, cuando de repente escuché un gritó de Ringo, mientras señalaba hacía la dirección de Merce.

Ringo: ¿Alan Caldwell esta intentando flirtear con Merce? – Preguntó extrañado - Esta es la gota que colma el vaso.

Arqueé las cejas y me asomé al igual que todos. Alan Caldwell, más conocido como Rory Storm fue el vocalista del grupo en el que anteriormente participaba Richard. 
La verdad era un chico bastante atractivo, para que engañarnos y al parecer charlaba entretenidamente con Merce.

Heidi: Simplemente están charlando Ringo. – Le explicó.

Ringo: Esto ya es el colmo. – Tras decir aquello, se alejó de nosotros enfurecido.

Paul: ¿Dónde vas? – Preguntó intentando pararle.

Pero al parecer ni había escuchado aquella pregunta, pasó por el lado de Merce y Alan y rápidamente se dirigió a las escaleras de subida para marcharse del local.

Merce se percató de como había pasado por su lado, centró su mirada en nosotros y tanto Heidi como yo nos encogimos de hombros.

George: La noche se está echando a perder. – Dio una calada de su cigarrillo.

Finalmente Paul consiguió que le presentase a Lena y Heidi pasó la noche entretenida junto a George, los cuales se habían convertido en buenos amigos.

John: ¿Buscamos un lugar más tranquilo? – Susurró en mi oído.

Tu: ¿Crees que hay un lugar tranquilo aquí? – Pregunté arqueando las cejas.

John: ¿Crees que John Lennon no tiene sus propios escondrijos en Liverpool? – Me guiñó un ojo.

George se dedicó a hacer una de sus bromas, dado que había escuchado la conversación.

George: ¿Demasiado tiempo sin pasar las noches juntos? – Rio – Me gustaría saber la cara que ponen mañana sus padres cuando se enteren. O mejor aún la de tu tía.

John: Si piensas que entraré en su casa y diré: Encantados señores soy John Lennon, supongo que me recordaran. Compartía piso con su hijo en nuestra etapa de universidad, tengo un grupo llamado The Beatles, en el cuál su hija es fotógrafa. A por cierto disculpen que se lo diga de improviso pero salgo con ella desde hace unos meses y nuestra vida sexual es plena. – Sonrió mientras parpadeaba rápidamente.

Heidi: Recibirías un gran golpe en tu hermoso rostro. – Asintió.

Tu: No comprendo la imagen que tenéis de mis padres. – Les expliqué – No son tan malos como parecen. Aunque reconozco que si entras y lo primero que les dices es eso, si que recibirías un buen golpe.

Pasamos lo que quedaba de la noche entre risas y broma, Richard no tardó en regresar con nosotros y le intentamos evadir de Merce y la situación. Paul había desaparecido con Lena, mañana me enteraría de lo que había sucedido y Sharon junto a Pete encontraron su rincón tranquilo en The Cavern.


Al día siguiente.

El timbre acababa de sonar, haciendo que las tres nos diésemos prisa por bajar. Los chicos se encontraban en la puerta, justamente a la hora que les dije que viniesen a mi casa, dos horas más tarde que mis padres se fueran.

Heidi: ¡Merce! Baja ya, no podemos esperarte  más de cinco minutos. – Le recordó.

Merce: Que quede claro que voy por obligación. – Repitió – Sabeís que no tengo ninguna gana de ir con él a ningún sitio.

Tu: También van Paul y George. – Expliqué – Y creo que sería un buen momento para aclarar las cosas.

Merce suspiró, abrí la puerta y salimos al jardín, donde vimos a los cuatro esperar fuera de la valla.

John: Dulces señoritas, que nos complacen con su presencia. – Rio – Hola encanto.

Depositó un dulce beso en mis labios mientras los demás hacían sonidos obscenos.

John: Envidia es lo que tenéis. – Les dijo.

George: Pero envidia sana. – Recordó.

John: Nosotros nos marchamos. – Despidió – Mi tía Mimi nos espera.

Paul: Mucha suerte señorita Sutcliffe. – Sonrió – Espero que salga viva de esa casa.

Tu: Gracias por los ánimos Paulie. – Reí.

Pasó su brazo por mis hombros y me deleitó con un pequeño abrazo inundado de su aroma.

Paul: Sabes que todo va a salir bien. – Comentó – Eres un encanto de señorita y agradaras a Mimi.

Le dediqué una sonrisa y tras confiar en sus palabras fui a despedirme de los demás.

George: Intenta sonreír todo el rato, sé tímida pero a la vez ten tema de conversación y sé educada, pero tampoco aparentes ser la reina de Inglaterra. – Aconsejó.

Heidi: George evita ponerle nerviosa. – Golpeó su brazo – Tú debes de ser como eres, no aparentes nada de lo que no eres, agradaras a la tía de John.

Merce: Todo va a salir perfectamente. – Sonrió – Y ella estará deseando volver a verte, serás perfecta para John.

Tras darle un pequeño abrazo me acerqué a Richard que evitaba estar alejado de Merce.

Tu: ¿Me aconsejas tú a mi, o te aconsejo yo a ti? – Sonreí tiernamente.

Ringo: Me has aconsejado muchas veces. – Sonrió asintiendo – Así que cre que me toca a mi, ya conoces a la tía Mimi y si te aceptó cuando eras amiga de John. Te aceptará como su novia.

John: ¿Nos vamos? – Dijo ofreciéndome su mano.

Asentí y abracé a Richard, nos despedimos de ellos con la mano.

John: ¡Adiós chicos! No hagáis travesuras sin mi. - Les sonrió y comenzó a guiñarles los ojos.

Fuimos de camino a casa de John, por el camino no evitó pararse para firmar unos autógrafos. Y las fans no evitaron en echarme una sucia mirada al encontrarme a su lado y unos cuchicheos.

Llegamos a su puerta y mis nervios iban aumentando cada vez más, pero un beso en la frente hizo que me calmase.

John: ¡Mimi! – Avisó – Ya estamos en casa.

Salía un dulce olor a té del salón, recordaba la casa de John tal y como era. Entramos al salón y pude ver como su tía se levantaba del sillón para recibirnos.

Mimi: Me alegro de volver a verte por aquí Charlotte. – Me dedicó una sonrisa - ¿Dónde están tus gafas John?

John: Aquí Mimi. – Se las sacó del abrigo y se las puso.

Mimi: Presiento que no las usas en Londres. – Chascó la lengua – Bueno, sentaros por favor.

Accedí y me senté junto a John en el sofá, Mimi había preparado té con unas pastas y rellenó nuestras tazas.

Mimi: ¿Qué tal va todo con el grupo Charlotte? – Preguntó – Espero que sean educados y te traten como se debe.

Tu: Oh, si. Por supuesto. – Asentí bebiendo de mi taza – Son muy considerados conmigo.

Mimi: Entiendo. – Sorbió un poco de té – Por lo que se comenta, algunos más que otros.

John tosió mientras bebía, a lo que casi se atraganta.

John: ¿A que te refieres Mimi? – Preguntó con curiosidad.

Mimi: Oh, no me refiero a nada querido. – Se encogió de hombros.

Hubo un silencio realmente incómodo en la estancia pero John supo romperlo apropiadamente.

John: Bueno Mimi. – Comenzó a decir – He querido invitar a Charlotte para presentartela como mi… como mi novia.

Mimi arqueó las cejas y asintió mientras juntaba sus manos, pero no dijo nada al respecto.

John: ¿No dices nada? – Preguntó.

Mimi: Era de suponer. – Susurró.

John: ¿Cómo? – Interrogo.

Mimi: Tras aquel beso que os distéis en medio de la calle ayer, era de suponer que ambos tendríais una relación. –Explicó.

Mis mejillas obtuvieron un tono rosado y John asintió esperando alguna queja de su tía.

Mimi: También era de suponer que esto acabaría pasando. – Argumentó – No sabría si sería algo serio o algo temporal. Pero al parecer es algo bastante serio. Nunca me había presentado a una chica como su pareja.

John: En realidad Mimi aunque sea algo serio, Brian prohibió que saliese a la luz. – Le explicó – No quiere que esto afecte a la carrera de Charlie ni al grupo, ni a nuestra vida personal.

Mimi: Comprendo. – Asintió – ¿Pero ocultándolo no afecta a vuestra vida personal?

Miré a John arqueando las cejas, ocultándolo o sin ocultarlo ambas afectarían a nuestra vida personal.

John: Evidentemente si. – Asintió.

Pasamos un rato charlando sobre las giras y Mimi se interesó por mi familia. John se ausentó un momento a su cuarto para recoger unas cosas por lo que Mimi aprovechó para charlar más tranquilamente.

Mimi: Haces que su vida se alegre. – Confesó.

Tu: ¿Disculpe? – Pregunté.

Mimi: Suponía que John tenía una relación en Londres. – Explicó – Y tambíén suponía que sería contigo, cada vez que me llamaba en sus respuestas a mis preguntas aparecías. Me contaba que habías inspirados versos de sus canciones, que le habías acompañado a dar un paseo, que le ayudaste a comprarse un traje, que fue a ver una película contigo. Cada llamada aparecía tu nombre en ella.

Tu: No tenía ni idea. – Dije sonriendo.

Mimi: Al igual que Stuart conoció al verdadero John, tú también has conseguido conocerlo. – Susurró – Pocas personas han logrado conocerlo a John le cuesta expresar sus sentimientos y contigo los consigue expresar.

John: Señoritas, que tan interesante conversación están teniendo. – Entró por la puerta y se sentó en su sitio.

Mientras tanto en otro lado de Liverpool. Narra Ringo.

Escuchaba risas a mi alrededor, al parecer todos se lo estaban pasando en grande. Pero su risa se podía diferenciar de las demás.

Miré de reojo a Merce que estaba sentada en diagonal a mi en la mesa, bebía un refresco, al contrario que los demás que habíamos pedido una cerveza.

George: Anoche fue tu noche memorable. – Sonrió – Ya verás cuando se entere Charlotte de lo que ocurrió con su querida amiga que no te quería presentar.

Paul: ¿Por qué piensas que ocurrió algo George? – Preguntó por curiosidad.

George: ¿Por qué estaba la puerta del aseo atascada? Puerta en la que te vi entrar. – Bebió un trago de cerveza.

Merce: ¿La lista de Paul McCartney acabará algún día? – Preguntó irónicamente.

Paul: Chicos me estáis dejando en evidencia delante de las señoritas. – Frunció graciosamente el ceño – Y ellas desconocen vuestros flirteos en Hamburgo – Arqueó las cejas.

Heidi: De Hamburgo nos esperamos cualquier suceso. – Rio.

Me había evadido de la conversación, pero realmente si que se podían esperar cualquier cosa de la época de Hamburgo, que fue donde los conocí.

Paul: Siempre ponen a los hombres como los galanes. –Comenzó a decir – Pero hemos de reconocer que las señoritas también tienen sus historias amorosas. ¿No es así?

Ambas rieron y aunque miraba hacía la mesa, estuve atento de aquello que iban a comenzar a hablar.

Heidi: Por supuesto. – Asintió – Decírselo a Merce.

Merce: ¿Cómo? – Frunció el ceño – Disculpa tu tienes un año más de práctica.

Heidi: Pero mis romances no son tan interesantes como los tuyos. – Rio.

Yo: Dudo que le de tiempo a contar todos. – Intervine.

Tras lo que acababa de decir había dirigido sus cuatro miradas hacía mi.

Merce: ¿Disculpa? – Dijo atónita.

Yo: Lo has oído. – Dije.

Merce: ¿Puedes decirme a que te refieres? – Preguntó – O ¿En que te basas para decir lo que has dicho?

Yo: Comenzaste bailando anoche con aquel chico de Herman’s Hermits y luego te marchaste con Alan Caldwell. – Le expliqué.

Paul: ¿Por qué no pedimos otra cerveza chicos? – Intervino.

Yo: Yo ya he tenido suficiente por hoy chicos. – Expliqué poniéndome el abrigo con el cigarrillo en la boca– Me marcho.

Merce: No te vas a marchas. – Se puso de pie.

Yo: Oh, si. – Asentí.

Merce: No te vas a marchar hasta que me expliques por qué has dicho eso. – Se puso delante de mi.

Yo: Ahora mismo no tengo ningún interés en hablar contigo. – La rodeé y salí del bar.

Comencé a caminar por las calles de Liverpool oscuras, y escuchaba los pasos de Merce detrás de mí.

Merce: ¡Richard! – Chilló.

Suspiré y me giré a observarla, con las manos en los bolsillos observé como sus ojos estaban comenzando a aguarse.

Yo: ¿Qué ocurre Merce? – Pregunté tranquilo.

Merce: Dame una explicación. – Murmuró.

Yo: ¿De qué? – Pregunté encogiéndome de hombros.

Merce: De a que te referías con ese comentario. – Susurró.

Chasqué la lengua y negué con la cabeza encogiéndome de hombros.

Yo: Sabes a lo que me refería, creo que no debo darte ninguna explicación Merce. – Expliqué – No te das cuenta de lo que ocurre.

Merce: ¿Que ocurre? – Preguntó gritando.

Yo: Nada. – Susurré.

Me di media vuelta y continué caminando hacía mi casa, miré al cielo y vi como pequeñas gotas iban a comenzar a deslizarse lentamente y de repente cayeron todas en picado. Caminé y no pude evitar girarme, para visualizar como Merce lentamente entraba en el bar.

4 comentarios:

  1. Awfjfrñdflw cuando demonios se dirán lo que sienten Merce y Ringo?! Esto es un sin vivir, quiero que estén juntos ya D:
    Me encantó el capítulo, espero que puedas subir pronto :)
    P.S: Siento que sea un comentario corto, mañana tengo clase e.e

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jijiji poco a poco, todo a su tiempo y veremos lo que ocurre :) Me alegro que te haya gustado y tranquila no pasa nada, te entiendo yo también tengo clase mañana. :( Un besazo Leyre!

      Eliminar
    2. Perfecto *-* es un capitulo perfecto me encanta!

      Son las 1 de la mañana y mañana tengo clases (como Leyre también ha dicho) u_____u

      Chauuu (:

      Eliminar
  2. No sé si llorar o reír! Dios, adoro como escribes *-*
    Siento comentar tan tarde, es que como Beatriz y Leyre hoy tenia clase >.<
    Opino lo mismo que Bea, el capítulo fue perfecto! Y si que soy una ligona ajajajajajajaa, pero prefiero a Ringo antes que a cualquier otro hombre *-*
    Y espero que todo salga bien entre Charlie y Mimi, parece que se van a llevar bien jajajajaja
    Sube pronto
    Muchisisisisisisimos besos y abrazos :3

    ResponderEliminar