Hamburgo; Invierno, Marzo 1967.
Miré hacía la ventana
cuando me di cuenta que un coche acababa de aparcar enfrente de casa de Astrid.
Miré el reloj y me extrañé que ella volviese tan pronto debido que tenía una
exposición y se acababa de marchar hace menos de dos horas.
Pero sin darle
importancia seguí recogiendo la cocina y meditando todo lo sucedido.
London; Invierno, Diciembre 1965.
A las nueve todos nos
encontrábamos sentados alrededor de la rectangular mesa del salón. Una comida
más en Navidad, habían cambiado tanto las cosas desde hace un año.
Incluso se habían
incluido diversas personas en ella, como el joven Rolling que había encontrado
amor junto a Heidi, después de todo lo que habían pasado juntos o el joven Richard
que había conseguido según él olvidad a Merce y se encontraba sentado junto a
Clair, una prometedora modelo que no dejaba de sonreír.
En cambio Paul vino
solo, al igual que Michelle y George, que no sabíamos si ocultaba o no al amor
de su vida.
B. Epstein: Como me
alegro de compartir junto a ustedes otra cena más de navidad. – Dijo sonriente
presidiendo la otra parte de la mesa.
John: En verdad te
invitamos por despecho. – Arqueó una ceja.
B. Epstein: Que
agradable es escucharlo. – Murmuró.
Tu: No hagas caso
Brian. – Sonreí – Nos encanta que nos acompañes.
George: Habla por ti.
– Rió.
Ringo: Nos encanta
Brian. – Asintió.
Paul: Serás pelota. –
Le dio un codazo.
Ringo: ¡Ay! Paul. –
Miró de reojo.
Saqué la cena
acompañada de Heidi, que no paraba de preguntarme que era aquello tan
interesante que iba a anunciar.
Heidi: ¿John te ha
pedido matrimonio? – Preguntó asombrada.
Tu: No. – Reí – No es
eso.
Heidi: ¿Entonces que
es? – Volvió a preguntar.
Me sería difícil
decirlo, debido a que ella podría sentirme no del todo bien con el anuncio.
Pero sabía que en el fondo se alegraría como todos, o por lo menos la mayoría.
Heidi: Va, no seas
mala. – Puso cara triste pero comenzó a reír cuando negué con la cabeza.
Sacamos la cena y
ocupamos cada uno nuestros respectivos sitios.
Ringo: Que hambre
tengo. – Rió – Todo parece delicioso, como se nota que está preparado por una
señorita de Liverpool.
John: ¡Eh! Yo también
ayude. – Alzó la mano.
Paul: Dime en que
ayudaste John. – Dijo – Así no probaré lo que preparaste tú.
Todos comenzaron a
reír y John observó con una fría mirada a cada persona que lo estaba haciendo.
John: Allá ustedes. –
Murmuró – Todo será para mí.
George: Bueno ¿Y que
era eso tan importante que nos teníais que decir? – Preguntó dejando los
cubiertos.
John: ¡Ah! Si. –
Asintió sonriente y me observó.
Tu: Estoy embarazada.
– Dije sonriente.
Un asombró se extendió
por la estancia, incorporando una tos que provenía del chico de Liverpool con
el que había perdido toda la confianza.
Heidi: No sabéis
cuanto me alegro. – Abrió sus brazos y me abrazó – Estoy ilusionada.
Michelle: Es una gran
alegría. – Sonrió.
George: ¡Vaya! –
Asintió sonriente – No me lo esperaba, pero me alegro por vosotros.
Paul seguía tosiendo.
Ringo: Paul, ¿Estás bien?
– Preguntó riéndose.
Paul asintió y al
final cesó de toser, aunque estaba completamente rojo, se levantó y estrechó la
mano de John.
John: Creíamos que te
ibas a morir. – Dijo riéndose.
Paul: Me he
atragantado con algo. – Se tocó el pecho – Me alegro por la noticia, será un
niño realmente querido por todos.
Tu: Gracias James. –
Dije de corazón.
Volvió a su sitio y se
sentó entrelazando los dedos de su mano.
George: ¿Te encuentras
bien? – Preguntó poniendo la mano en su espalda.
Paul: Si, solo es que
me he atragantado. – Dijo sonriente.
George: Ya. – Asintió, no del todo convencido.
B. Epstein: Bueno. –
Suspiró – Que gran noticia.
George: Si. – Asintió
– Espero que sea niña.
John: ¿Quieres
convertirla en tu esposa? – Dijo seriamente.
George: ¿Y tenerte a
ti como suegro? – Preguntó – Eso ni de broma.
John: ¿Entonces por
que te gustaría que fuese una niña? – Preguntó arqueando las cejas.
George: Porque creo
que no soportaría a otro como tu. – Rió y Ringo acompañó su risa.
John por el contrario
lanzó una patata de su plato que cayó directa a la copa de George, a lo que
este dejó de reírse y John comenzó a hacerlo.
Tu: John. – Me quejé-
Deja de jugar con la comida.
Estuvimos pasando una
buena noche, entre bromas y algún que otro comentario al respecto de la
noticia. Aunque no todos parecían demostrar la misma felicidad, al finalizar la
cena John salió fuera a fumar y Brian no dudó en acompañarle para dar consejos
y su opinión al respecto.
En cambio Paul estuvo
la mayor parte en silencio evitando conversar con Michelle, la que tampoco
tenía mucha ilusión de hablar con Paul.
Liverpool; Invierno, Marzo 1966
Liverpool parecía tan
silencioso el 18 de Marzo de 1966.
John: Vamos dentro. –
Dijo poniendo las manos sobre mis hombros – Vas a coger frío aquí fuera.
Asentí y entré en casa
junto a él, pero el panorama que había dentro hacía que estuviese peor así que
hui por segunda vez hacía el jardín, donde John no dejó que estuviese sola.
John: Te he traído una
chaqueta. – Le la puso por lo hombros.
Tu: Gracias. –
Murmuré.
Ambos guardamos
silencio otra vez, sin saber que decir ni que hacer en estos momentos.
John: Millie dice que
comas algo. – Susurró.
Tu: Dile a mi madre
que no tengo hambre. – Le expliqué – Que no voy a comer nada.
John: En tu estado
creo…
Tu: John, ya basta. –
Susurré negando con la cabeza.
John: Vale. – Asintió
– Te dejaré sola si es lo que quieres.
Sin ni si quiera
mirarle, supe que se había ido hacía dentro de la casa, y quedé sola bajo el
cielo de nubes. Toqué mi vientre que durante estos cuatro meses había crecido y
en mi mente llegaron pensamientos, de lo feliz que hubiera sido mi padre al
conocerlo y de lo feliz que hubiera sido Stuart de conocer a su sobrino que
llevaría su nombre.
London; Verano, Julio1966
Llegué a los estudios
donde se encontraban grabando para entregar el diseño de portada para
‘Revolver’ que me había enviado Klaus Voormann hoy mismo.
Subí las escaleras
lentamente debido al peso extra que cada vez llevaba más conmigo. Toqué con los
nudillos la puerta y Brian me la abrió asombrándose y a la vez enfadándose de
encontrarme allí.
B. Epstein: ¡Pero
Charlotte! – Exclamó con enfado - ¿Qué haces aquí? Ya te expliqué que no quería
verte por aquí estos últimos meses, que descansaras y que reposaras.
Tu: Vengo a traer el
diseño de Klaus que acabo de recibir. – Le expliqué en la pequeña sala de
grabación donde también se encontraba George Martin.
G. Martin: ¿Cómo
llevas los últimos meses? – Preguntó interesado – John se enfadará como te vea
por aquí.
Tu: Por eso él no
sabrá nada. – Sonreí.
Pero la puerta se
abrió dejando ver a los chicos entrar, para escuchar lo que habían grabado.
John: La parte final
no se como habrá quedado. – Explicaba – Creo que nos fuimos del ritmo.
George: Creo que
íbamos a destiempo. – Asintió.
John: ¿Charlie? –
Preguntó - ¿Qué haces aquí?
Tu: Vine a traer unas
cosas. – Le expliqué.
John: Pero las podría
haber traído yo mañana. – Dijo molesto – Te deberías de haber quedado en casa,
te lo dije.
Tu: Solo vine un
momento. – Me excusé – Llevó dos semanas encerrada sin salir. Lo más
interesante que me ha ocurrido fue cuando entró el pájaro por la ventana. No
sabes lo aburrida que estoy.
John: Bueno. – Se
encogió de hombros – Saldremos esta tarde a dar un paseo por allí.
Richard se acercó
sonriente y me abrazó, para después tocar mi vientre con una sonrisa.
Ringo: Ahora no hace
nada. – Susurró – Siempre que voy yo no hace nada.
John: Aún no ha nacido
y ya sabe como fastidiar a su tío Ringo. – Comenzó a reír.
Ringo: Seguro que
todos los días le hablas para que no se mueva cuando yo me acerque. – Frunció
el ceño.
John: Todas las
noches. – Asintió.
Ringo: ¡Ah! Se ha
movido. – Sonrió.
Todos comenzamos a
reír al ver la cara que acababa de poner Richard de felicidad.
B. Epstein: Venga
chicos. – Chocó sus manos – Deben de seguir grabando.
Ringo: Que
aguafiestas. – Murmuró.
John: Cerdo. –
Susurró.
B. Epstein: Te he
escuchado John. – Le advirtió.
Bajé las escaleras a
la zona de grabación para despedirme de los chicos y marchar a casa.
George: ¿Cómo piensas
volver a casa? – Preguntó cogiendo su guitarra.
John: ¿No habrás
venido en coche no? – Arqueó las cejas.
Tu: Para regresar
ahora cojo un taxi. – Sonreí - ¿Está bien?
John: ¿Viniste en
coche? – Abrió los ojos como platos – Si, mejor coge un taxi. Luego llevaré yo
el coche a casa. No tienes remedio.
Besó mis labios y me
acompañó a la salida de los estudios.
London; Verano, Agosto 1966
Era 31 de Julio, los
chicos habían venido directos de los estudios a casa para entretenerme un rato
y habían traído a Heidi con ellos.
Ringo: ¡Vaya! – Se
asombró y miró de arriba abajo.
Tu: Lo sé. – Asentí –
Estoy enorme.
Ringo: Estás hermosa.
– Sonrió.
Ringo: No intentes ser
cortés. – Reí – Sé que estoy enorme.
John: Estás preciosa.
– Besó mi cabeza.
Tu: ¿Qué tal el día en
el estudio? – Dije sentándome en el sofá.
George: Cansado. – Se
sentó a mi lado – Agotador.
John sacó té que había
puesto a hervir hace poco tiempo yo, y sirvió diversas tazas.
John: ¿Tú quieres
verdad Paul? – Le preguntó.
Paul: Claro.
John: Pues ves a
echarte. – Sonrió y se sentó.
Tu: No seas mal
educado John. – Me quejé – Sírvele o deja que lo haga yo.
John: No, tú no te
muevas. – Me advirtió – Ya lo hago yo.
Los chicos comenzaron
a charlar, mientras Heidi me explicaba que tal le iban las cosas en la nueva
casa con Mick, decía que con las giras el tiempo para verle iba disminuyendo.
La escuchaba
atentamente cuando noté un pequeño pinchazo en el vientre, pero no le di importancia
debido a que estos días los sentía, pero nunca ocurría nada.
Heidi: ¿Te encuentras
bien? – Me preguntó al ver la cara de dolor que ponía.
Tu: Si, si. – Asentí –
Sigue.
Heidi: Bueno y la
verdad es que cada gira que hace, se me hace más pesado el no estar con él. -
Me explicaba cuando otro pinchazo hizo que pusiera la cara de dolor -
¿Charlotte? ¿Qué te ocurre?
Tu: ¡Ah! – Me quejé –
Creo que he ya viene.
Los cuatro de
Liverpool me miraron asombrados, y John dejó su taza encima de la mesa nervioso.
John: ¿Cómo que ya
viene? – Preguntó lleno de pánico - ¿Ya? ¿Viene?
Paul: John, John. – Se
levantó y la cogió de los hombros – Hay que llevarla al hospital. ¿Tienes las
cosas preparadas?
John: Si, si. –
Asintió nervioso – Están en el dormitorio, es una bolsa azul, dentro van todas
las cosas y…
Paul: Escúchame. – Le
cortó – Ves cógela, bájala. Yo la voy metiendo en el coche.
Heidi me sostenía de
pie, John corrió escaleras arriba. Los dolores cada vez se iban volviendo más
fuertes y yo no podía reprimir mis quejas.
George: Heidi sube y
ayuda a John. – Dijo sosteniéndome en su lugar – Que no creo que sepa encontrar
la bolsa.
Paul salió al jardín y
fue poniendo el coche en marcha mientras andaba como podía junto a Richard y
George.
Ringo: Vamos poco a
poco Charlotte. – Dijo nervioso. – Respira hondo, en nada llegamos al hospital.
George: Ringo estás tu
más nervioso que ella. – Arqueó las cejas – Cálmate un poco.
Ringo: Si, si. –
Asintió respirando él más hondo que yo.
Aún así hice caso a lo
que me acababa de decir, y mantenía mi respiración honda y calmada, lo más
calmada que las contracciones me lo permitían.
John: ¡No sé donde
está! – Gritó desde arriba.
Miré hacía atrás con
preocupación.
George: Tranquila
Charlotte. – Dijo haciendo que caminase – Heidi le ayudará a encontrarla.
Conseguimos llegar al
coche antes de que John bajara con la bolsa de las escaleras, los dolores eran
más fuertes y cada vez más largos e intensos.
Paul: ¿Dónde está
John? – Preguntó sentado frente al volante.
George: Está arriba
buscando el bolso con las cosas. – Le explicó.
Tu: ¡Llevarme al
hospital! – Grité sin poder aguantar el dolor. – George sube y ayúdale.
George no negó y
asintió, vi como corría hacía la puerta de casa para encontrar el maldito
bolso, que a saber donde estaba ahora mismo.
Paul: Ringo me la voy
a llevar. – Le explicó.
John: ¡Lo tengo! –
Venía corriendo – Arranca Paul, arranca.
Paul: Ya era hora. –
Murmuró.
John subió corriendo
al coche justo a mi lado, y dejó el preciado bolso azul en el suelo. Creo que
fue el camino más largo de toda mi vida, y el más sufrido, John no paraba de
decirme que respirara calmadamente y lo más hondo que pudiese.
El coche iba a toda
velocidad y el conductor no paraba de decir que ya quedaba poco para llegar que
aguantase, pero era muy fácil decir todas aquellas cosas mientras tú no estás
sintiendo el dolor.
London; Verano, Agosto 1966
Pase una larga noche
en la habitación de un hospital, los doctores no paraban de entrar a observar
en que estado estaba, John no se separó de mi en todo momento y sabía que fuera
se encontraban los demás junto con Paul.
Fue una dura noche
donde el dolor no cesó, pero supe que todo mereció la pena cuando por fin de
madrugada el dolor había finalizado dejándome ver un pequeño bebé que sabía que
era mío.
John: Es hermoso. –
Murmuró mirándole desde mi lado.
Tu: Como tú. – Sonreí.
Unos pequeños golpes
en la puerta vinieron acompañados por cuatro personas más.
Ringo: ¿Podemos entrar
a verle? – Preguntó sonriente el de ojos azules.
John: Chicos, os
presentamos a John Stewart Lennon. – Dijo sonriente.
Heidi: Oh… - Cruzó sus
manos – Es realmente hermoso, es precioso.
Ringo: Se parece a
Charlotte. – Sonrió.
George: Pues yo
sinceramente no le veo ningún parecido a ninguno. – Se encogió de hombros. –
Aún.
Paul: Es increíble que
esto sea posible. – Sonrió dulcemente.
John: ¿El qué Paul? –
Preguntó cogiéndole del hombro.
Paul: Él. – Sonrió
mirando al pequeño. – Me alegro mucho por vosotros John.
John: Muchas gracias
Paul. – Abrazó a su amigo.
Que tiernooo!!!! :3333
ResponderEliminarMe encantó! Que tierno todo, fue tan bonito :) John Stewart Lennon *-------* que bonito!!! Y Heidi con Mick y Ringo ya me ha olvidado... según él... POR FAVOR QUE NO ME OLVIDE LARA! POR FAVOR! QUIERO SEGUIR SIENDO SU NOVIA! POR FAVOR!!!!!!!!
Sube pronto, ADORO tu fic :3
Muchisisisimos besos y sigue así <3
¡Gracias merce! Me alegro que te haya encantado. Hahahaha tranquila, tranquila, que la historia aún no ha acabado :) Pronto espero subir, porque ya tengo alguna capítulos medio acabados. MUCHOS BESOS PRECIOSA :)
EliminarYa me he perdido u__u Lo siento, de verdad, pero... ya me he perdido xDD
ResponderEliminarEspero el siguiente, Saluuudooos :)
Hahahaha no pasa nada yo te lo explico, que se me olvidó poner una explicación en el capítulo de hoy. A ver es la continuación del anterior, siguen habiendo recuerdos y Charlotte sigue en Hamburgo, solo habrá 1 más de recuerdos y los próximos ya son normales, como los escribía antes. :) Pronto subiré, cualquier pregunta hazmela (L)
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